El Gobierno corregir¨¢ la ¡°locura¡± del concurso para la Bienal de Venecia

Estaba explicando su ??nete!, Join us!, el pabell¨®n "n¨®mada" que llama a la movilizaci¨®n ciudadana, el proyecto elegido para representar a Espa?a en la Bienal de Venecia, una reflexi¨®n sobre el nacionalismo, la arquitectura y la acci¨®n colectiva, cuando Jordi Colomer hizo este jueves un alto en el camino, como un aparte teatral. Entonces el artista catal¨¢n critic¨® abiertamente el concurso organizado por el Gobierno para elegir el contenido del pabell¨®n espa?ol de la BIenal, que se inaugura el 13 de mayo, por el plazo de seis meses que se concede para la realizaci¨®n de la iniciativa. "Es una locura", dijo en alusi¨®n a ese periodo de tiempo que consider¨® muy corto. A su lado, estaban sentados Roberto Varela, director de Relaciones Culturales y Cient¨ªficas del Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID), y Elvira Marco, directora de Acci¨®n Cultural Espa?ola (AC/E), entidades del Gobierno que organizan y financian el pabell¨®n espa?ol.

Colomer explic¨® que en otros pa¨ªses el plazo suele ser de un a?o, incluso de dos a?os, como en el caso de Canad¨¢.?"Ser¨ªa un puntazo en las pr¨®ximas ediciones tener en cuenta esto", a?adi¨® el artista catal¨¢n, que estuvo acompa?ado del comisario de su obra en Venecia, Manuel Segade.

Roberto Varela y Elvira Marco recogieron el guante y se comprometieron "p¨²blicamente" a intentar dar "al menos un a?o" para que el proyecto seleccionado para la Bienal pr¨®xima pueda desarrollarse, y que no pase m¨¢s lo que le ha ocurrido a "??nete!", aunque al final el proyecto se ha podido concluir a tiempo y como estaba concebido. Varela aludi¨® a los problemas para formar gobierno en los ¨²ltimos dos a?os y cuando se le hizo ver que en otras ediciones tambi¨¦n ha pasado lo mismo, lo atribuy¨® a posibles trabas burocr¨¢ticas y a la lentitud administrativa. El acto de presentaci¨®n del pabell¨®n espa?ol tuvo lugar en la sede de la AECID.

El presupuesto para el proyecto aseciende a 350.000 euros, 50.000 euros menos que el pasado a?o. Varela se?al¨® que es una cantidad similar a la que emplean otro pa¨ªses, aunque menor a la Francia, por ejemplo. Colomer a?adi¨® que en el mundo art¨ªstico se bromea con el presupuesto se divide por dos cada dos a?os. ?

El punto de partida de la propuesta para la Bienal de Venecia de 2017, que se desarrollar¨¢ hasta el 26 de noviembre, es la ficci¨®n de un grupo que se traslada por diferentes puntos geogr¨¢ficos, como Barcelona, Atenas o Nashville (Tennessee, Estados Unidos), guiados por tres mujeres.

Ellas son la actriz Laura Weissmahr, la compositora y cantante Lydia Lynch y la bailarina catalana de origen hind¨² Anita Deb, quienes con sus movimientos componen una sem¨¢ntica del desplazamiento. Invitan a todos los transe¨²ntes a unise a la inciativa, que arranca a partir de un peque?o grupo.?

Y lo hacen a trav¨¦s de escenarios "muy variados", marcados por la pobreza de recursos: un aut¨®dromo que se abandon¨® en los a?os cincuenta en Sitges porque los coches sal¨ªan despedidos, un aparcamiento de caravanas, espacios condicionados por el turismo en el Mediterr¨¢neo, o lugares que han hecho de la imitaci¨®n de otros su raz¨®n de ser, como la replica del Parten¨®n de Nashville.

As¨ª, se "ha automatizado" el pabell¨®n espa?ol, en el que se podr¨¢n ver los v¨ªdeos creados por Colomer, quien ha destacado la importancia de su propuesta en un "tiempo en el que vivimos el nomadismo como una cosa forzosa", grupos de personas que se ven obligadas a moverse "porque caen bombas en sus casas".

En el v¨ªdeo se mueven en burro, en bicicleta, en un veh¨ªculo que habilita en su parte posterior una especie de escenario, en un pabell¨®n con ruedas, en paneles m¨®viles con fachadas de hoteles de tres y cuatro estrellas de la costa... La propia existencia decimon¨®nica de pabellones nacionales en los jardines de Venecia donde se celebra la Bienal, ha sido un punto de partida del proyecto de Colomer.?

"Es un gran tab¨² no hablar de esta gente n¨®mada", denuncia Colomer, que con esta serie de v¨ªdeos que salpican las instalaciones con microrrelatos conectados pretende que el "p¨²blico sea parte integrante de la obra". De hecho, aludi¨® a que la convocatoria ciudadana para participar en el proyecto ha sido un ¨¦xito, y ahora las movilizaciones siguen su curso.