De Alejandro Magno a la tormenta del desierto
El mayor museo del mundo de miniaturas hist¨®ricas, L¡¯Iber, en Valencia, cumple 10 a?os
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"La historia la escriben los vencedores, a menos que los perdedores escriban en ingl¨¦s", comenta Alejandro Noguera ante una monumental maqueta de la batalla de Almansa, el gran choque de la Guerra de Sucesi¨®n Espa?ola en el que las tropas borb¨®nicas, integradas por franceses y castellanos, derrotaron en 1707 a los austracistas, la coalici¨®n formada por austriacos, ingleses, portugueses y holandeses. "Los ingleses siempre han culpado a los portugueses de la derrota, pero los estudios arqueol¨®gicos han encontrado a muchos portugueses muertos en sus puestos", a?ade con sorna Noguera, historiador y director del Museo de L'Iber, el mayor espacio expositivo del mundo dedicado a las miniaturas hist¨®ricas, que este domingo cumple 10 a?os.
El museo, alojado en el Palacio de Malferit de Valencia, repasa con rigor la historia de la humanidad a trav¨¦s de figuritas de plomo. Desde el paleol¨ªtico hasta la Primera Guerra del Golfo, la victoria militar del presidente norteamericano George Bush padre.
L'Iber tiene en exposici¨®n 95.000 figuras, m¨¢s que el resto de museos europeos del g¨¦nero juntos. Y eso que solo muestra una peque?a parte de su colecci¨®n, que asciende a 1,2 millones de piezas. "Hay figuras como las de los sobres que yo compraba cuando era peque?o, de muy poco valor, y otras que pueden llegar a los 25.000 euros". Entre las ¨²ltimas destacan unos hier¨¢ticos granaderos de la guardia imperial, fabricados por Lucotte, pertenecientes a la misma serie que Napole¨®n regal¨® a su hijo.
La batalla de Almansa, cuya maqueta ocupa 15 metros cuadrados, fue uno de los temas preferidos del padre del director, ?lvaro Noguera Gim¨¦nez, empresario, fundador de EL PA?S y coleccionista, que empez¨® a proyectar el museo en 1981 y falleci¨® en 2006. "Estudi¨® mucho la Guerra de Sucesi¨®n Espa?ola por lo que represent¨® para Valencia con la p¨¦rdida de sus fueros y de parte de su identidad, y por suponer el paso de los Austrias a los Borbones en Espa?a".
Santiago Posteguillo, un fijo
El escritor valenciano Santiago Posteguillo, creador de las exitosas trilog¨ªas de Escipi¨®n el Africano y Trajano, ha presentado por primera vez todos sus libros en L'Iber. El museo ha ofrecido en estos 10 a?os un intenso programa de conferencias, mesas redondas, congresos, talleres infantiles y viajes culturales vinculados a la historia y la literatura, como el curso de narrativa que imparte Antonio Penad¨¦s, autor de Tras las huellas de Her¨®doto. A pesar de ello y de carecer de ¨¢nimo de lucro, el apoyo institucional al museo ha sido pr¨¢cticamente nulo. Desde enero solo abre en fin de semana, aunque pueden concertarse visitas otros d¨ªas por tel¨¦fono y en verano ampl¨ªa horario.
Cuando se cas¨®, la colecci¨®n de Noguera Gim¨¦nez "cab¨ªa en una mesa de pimp¨®n". "Fue sobre todo en los a?os setenta, ochenta y noventa cuando creci¨® de forma desmesurada". Era un hobby que pas¨® a ser algo familiar. "Nos regalaba a los hijos soldaditos y hac¨ªamos un juego de guerra que era, primero, un juego de estrategia. Hab¨ªa escrito unas reglas complejas en las que hab¨ªa diplomacia y econom¨ªa, y yo creo que as¨ª nos educaba. Era una forma de aprender jugando".
El mismo edificio que aloja el museo, el Palacio de Malferit, situado en la calle Caballeros, es un viaje en el tiempo. Citado por primera vez en el siglo XIII, fue transformado en palacio g¨®tico en XIV. Durante la Guerra Civil, el Gobierno republicano lo convirti¨® en Ministerio de Justicia y sufri¨® da?os. "El ministro anarquista Juan Garc¨ªa Oliver cuenta en sus memorias que pensaba que eran sus compa?eros de gobierno comunistas quienes le bombardeaban", cuenta el director. El edificio fue palacio arzobispal, y en 1945 lo adquiri¨® la familia Noguera.
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El museo ocupa el piso principal. Una de las 17 salas est¨¢ dedicada a la Ruta de la Seda, antiguo itinerario comercial entre Oriente y el Mediterr¨¢neo. Arranca con escenas de la vida cotidiana en las calles de Xi'an y Pek¨ªn y acaba en Valencia, que alberg¨® una floreciente industria de la seda. Noguera acaba de traerse de un viaje a Uzbekist¨¢n arena del Kyzyl Kum, el desierto rojo, para ambientar la etapa de Samarcanda.
El museo reconstruye momentos decisivos de la historia, como los asesinatos de Julio C¨¦sar y del archiduque Carlos. Cuenta con un apartado dedicado a mujeres en la historia. Muestra escenas de cazadores prehist¨®ricos e, incluso, de una org¨ªa, enmarcada en la mitolog¨ªa griega y colocada en alto, fuera del alcance de los ni?os. Pero aunque Gandhi aparece en una maqueta de la India, la materia prima del museo inclina la balanza hacia la historia militar. "Sin ella es imposible entender la historia. Y conocer lo b¨¦lico ayuda a que no se repita", afirma Noguera.

Una de las maquetas m¨¢s impresionantes de L'Iber recrea la batalla de Gaugamela, en la que Alejandro Magno venci¨® al emperador persa Dar¨ªo III, decidiendo la helenizaci¨®n de Oriente. La escena capta el momento en el que el rey macedonio gira el ala derecha de su ej¨¦rcito para atacar con la caballer¨ªa el centro de las tropas de Dar¨ªo, utilizando una t¨¢ctica de frente rehusado. A Noguera le gustar¨ªa poner arena del lugar en la maqueta. "Lamentablemente est¨¢ cerca de Mosul ¡ªescenario de combates entre el Estado Isl¨¢mico y el Ej¨¦rcito iraqu¨ª¡ª, y de momento es imposible".
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