El rigor de la anarqu¨ªa

Espa?a fue uno de los lugares donde el anarquismo floreci¨® y desarroll¨® una red radicular mayor durante las primeras d¨¦cadas del siglo XX. ?Qu¨¦ queda de aquella pujanza utopista en la era de las escuelas de negocios? La Societat Doctor Alonso y Semolina Tomic crean una interesante met¨¢fora del m¨¦todo y del alma anarquista en Anarchy, espect¨¢culo inspirado a dos voces por el testimonio que George Orwell da de la revoluci¨®n sucedida en la retaguardia republicana durante la Guerra Civil espa?ola y en la efervescencia de la escena punk, de la que Tomic form¨® parte en su d¨ªa

El discurso que la actriz desgrana, apenas desarrolla el enunciado del espect¨¢culo: tiene mayor fuerza lo que hace (amparada en una presencia f¨ªsica imponente), que cuanto dice, salvo algunas sorpresas. Por ejemplo, que en su Yugoslavia natal se estudiara la revoluci¨®n anarquista catalana en el colegio: all¨ª, Homenaje a Catalu?a era un t¨ªtulo familiar. Durante su actuaci¨®n, los espectadores, equipados casi todos con una guitarra el¨¦ctrica y con su amplificador correspondiente (que nos encontramos en los asientos al entrar), puntuamos e ilustramos musicalmente la funci¨®n, llevado cada uno de nosotros por su intuici¨®n, su o¨ªdo musical o sus conocimientos en la materia.

Sorprendente, el buen e improvisado criterio con el cual el p¨²blico de una funci¨®n ofrecida en La Casa Encendida madrile?a acompa?¨® en general a la int¨¦rprete, sin taparla nunca, con una discreci¨®n reveladora de que la inteligencia colectiva no opera solamente en los paneles de expertos; o, quiz¨¢ de que, como opinan los wagogo, el sentido musical es patrimonio de la Humanidad.