?Borrachos¡!
Una insufrible corrida de Valdefresno, la peor de la feria, da al traste con las ilusiones de la terna
Sali¨® en cuarto lugar Vaporito,un sobrero de Adelaida Rodr¨ªguez, todo ufano y altivo. As¨ª recorri¨® parte del ruedo, no hizo caso al capote de Daniel Luque, y acudi¨® al caballo con enorme desgana. Apenas recibi¨® castigo, pero cuando sali¨® del encuentro se le notaron unos gestos raros, se le aflojaron las manos, parec¨ªa que perd¨ªa el equilibrio, y la sensaci¨®n que dio es que ten¨ªa los ojos vidriosos y la lengua trapajosa. Dicho en cristiano: que estaba borracho. El presidente lo mand¨® a los corrales a que durmiera la mona eterna y ah¨ª acab¨® la ef¨ªmera vida taurina del muchacho.
Pero el primero de la tarde demostr¨® los mismos s¨ªntomas. Una salida con la mirada arrogante y una invalidez manifiesta en pocos segundos.
Y as¨ª toda la corrida, en mayor o menor nivel et¨ªlico. Unos aguantaron con m¨¢s pena que gloria, pero a todos se les ve¨ªa a leguas que ven¨ªan de parranda, de modo que ninguno de los toros actuantes pudo cumplir con la obligaci¨®n que les permiti¨® vivir durante cuatro a?os en la dehesa.
VALDEFRESNO / LUQUE, FORTES, LEAL
Toros de Valdefresno-Fraile Mazas, ¡ªel primero, devuelto¡ª, justos de presentaci¨®n, mansos, sosos y descastados. El sobrero, de Adelaida Rodr¨ªguez, lidiado en cuarto lugar, devuelto; segundo sobrero, de Carriquiri, muy manso y descastado.
Daniel Luque: estocada (silencio); dos pinchazos, estocada ¡ªaviso¡ª y dos descabellos (silencio).
Fortes: estocada ¡ªaviso¡ª y dos descabellos (palmas); casi entera ca¨ªda, un descabello y el toro se echa (silencio).
Juan Leal: media atravesada ¡ªaviso¡ª y un descabello (ovaci¨®n); pinchazo y estocada (silencio).
Plaza de Las Ventas. Decimotercera corrida de feria. 23 de mayo. M¨¢s de media entrada. Se guard¨® un minuto de silencio en memoria de las v¨ªctimas del atentado de M¨¢nchester.
En fin, que el tema no es nada nuevo, pero la ganader¨ªa brava padece un serio problema. Quiz¨¢, esta corrida de Valdefresno sea la peor de lo que llevamos de feria y de muchas ferias. Pero la enfermedad no es de este hierro, sino que est¨¢ contagiada por los cuatro puntos cardinales del campo taurino. Con varias corridas como la de ayer, tan inv¨¢lida, mansa, descastada y birriosa, se acaba la fiesta; y se acabar¨¢ porque no habr¨¢ alma humana que aguante tama?a decepci¨®n y tan profundo aburrimiento.
Lo curioso es que nadie investigue la causa del mal. Ni la autoridad, ni la Uni¨®n de Criadores, ni el ganadero afectado. Ni siquiera hay lamento. Ha salido mala y esperamos que la siguiente sea mejor. Y ah¨ª finaliza la investigaci¨®n.
Pero quedan muchas preguntas. ?Estaba la corrida enferma? ?Alguna comida o bebida le habr¨ªa sentado mal? ?Es un problema de selecci¨®n?
Una ganader¨ªa es un coto cerrado y los manejos del ganadero son piezas secretas de la tauromaquia. ?Cu¨¢les son los m¨¦todos de selecci¨®n de este ganadero y de este otro? ?Por qu¨¦ no existe un organismo que los supervise? ?Por qu¨¦ no hay unas normas precisas para el sector? ?Por qu¨¦ el presente y el futuro de un tesoro de la zootecnia de este pa¨ªs como es el toro est¨¢ en manos exclusivamente privadas en un momento en que sufre un grave peligro de extinci¨®n?
No se entiende casi nada de esta fiesta; y, mientras tanto, contin¨²a cayendo por el precipicio de la degeneraci¨®n entre el silencio c¨®mplice de todos los responsables y la desesperaci¨®n de quienes pasan por la taquilla.
La corrida en la que participaron Luque, Fortes y Leal fue insufrible; y bien es cierto que no por responsabilidad de los toreros, que poco tuvieron que ver, con toda seguridad, en la elecci¨®n de los toros. Pero a los tres, ¡ªlos toreros¡ª los llevaron al matadero y los despachos les pasar¨¢n factura por la tarde en blanco que dejaron pasar en San Isidro.
Luque est¨¢ en horas bajas profesionales. Nadie cuenta la verdad, pero parece que son m¨²ltiples las causas que han llevado a este torero de tocar la cima con la yema de los dedos o enfangarse en la sima del olvido. No tuvo toros para demostrar nada ¡ªy cu¨¢nto ten¨ªa que demostrar para volver a empezar¡ª y su expediente no cuenta con ning¨²n apunte positivo y no por su culpa.
Fortes ven¨ªa a corroborar la buena impresi¨®n que dej¨® el pasado d¨ªa 16, lo intent¨® de veras, se arrim¨®, se cruz¨®, traz¨® alg¨²n muletazo m¨¢s que estimable, pero no pudo ahormar faena. Lo mejor, en su primero, tres naturales de rodillas, una tanda de aceptables redondos y mucho valor frente a un toro inservible. El quinto no ten¨ªa un pase.
Juan Leal no ten¨ªa m¨¢s remedio que jug¨¢rsela, y demostr¨® valor ante un primer toro incierto y brusco. Se dio un arrim¨®n junto a las tablas, se empe?¨® en dar circulares entre las protestas de parte del p¨²blico y su intenci¨®n no result¨® meritoria. Una birria result¨® ser el sexto, quiso torearlo sin ¨¦xito y a poco se lleva una cornada.
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