Tachenko: ¡°Empezamos m¨¢s G¨®ngora, pero ahora estamos tirando a Quevedo¡±
La banda zaragozana se deshace de ropajes superfluos para encontrar los misterios de la canci¨®n ligera en su ¨²ltimo disco
Tachenko se ha lanzado, como hizo Pedro Salinas en su c¨¦lebre poema, a vivir en los pronombres. Es decir, en busca de la sencillez. Fuera bajo. Fuera bater¨ªa. Solo guitarra, voz y teclado para lanzarse desnudos a resolver los Misterios de la canci¨®n ligera (Limbo Starr, 2017), el ¨²ltimo disco de la banda zaragozana. ¡°Ahora quer¨ªamos ir al meollo del asunto, a la esencia de las canciones¡±, explica Sebas Puente sobre un ¨¢lbum que supone un ¡°ejercicio de estilo¡± que reduce a la m¨ªnima expresi¨®n algunas de las siempre cuidadas composiciones del grupo ¡ªEl rey del bal¨®n, El tiempo en los Urales, V¨¢monos¡¡ª y presenta dos temas in¨¦ditos: Armaged¨®n y Nuestra especialidad. ¡°Las canciones se pueden hacer de diversas maneras, la cuesti¨®n es demostrar que as¨ª funcionan. Siempre hemos dicho que si un tema no funciona de primeras, luego no vas a arreglarlo metiendo capas de cualquier cosa¡±, a?ade el m¨²sico en una cafeter¨ªa del centro de Madrid.
La canci¨®n ligera de los a?os 70 y 80 y grupos como The Magnetic Fields son parte de las influencias de una banda que reivindica el pop como una m¨²sica ¡°popular, basada en la melod¨ªa y cantable de cualquier manera¡±, pese a la etiqueta a veces despectiva que ha adquirido este g¨¦nero. ¡°Creo que deber¨ªa haberse hecho hace a?os una diferenciaci¨®n entre m¨²sica mainstream, absolutamente respetable y hecha como un producto comercial, y m¨²sica pop¡±, opina Sergio Vinad¨¦ ¡ªla otra mitad del d¨²o, que para este disco ha prescindido de Alfonso Luna (bater¨ªa) y Eduardo Baos (bajo) ¡ª, quien se atreve en uno de los temas con un p¨¢rrafo en italiano. ¡°Es un homenaje a los cantantes italianos de los 70, a esa canci¨®n ligera que tanto nos gustaba. En este caso a Sandro Giacobbe y su Jard¨ªn Prohibido, pero era un gui?o que igual podr¨ªamos haber hecho a la canci¨®n francesa o a los cantautores espa?oles¡±.
Echando mano de una comparaci¨®n literaria, la evoluci¨®n de Tachenko a lo largo de sus siete discos ¡ªdesde el fundacional Nieves y rescates en 2004¡ª ha sido un viaje del culteranismo al conceptismo: ¡°Creo que empezamos m¨¢s G¨®ngora, pero ahora estamos tirando m¨¢s a Quevedo¡±, bromea Puente, que lo aclara para los poco versados en el Siglo de Oro espa?ol: ¡°Al principio pens¨¢bamos que todo ten¨ªa que ser m¨¢s enrevesado, pero nos hemos dado cuenta de que la clave est¨¢ en la sencillez¡±. Tambi¨¦n se fueron diluyendo con el tiempo los gui?os al ¡°romanticismo sovi¨¦tico¡±, una herencia de la formaci¨®n de la que proced¨ªa Vinad¨¦, El Ni?o Gusano, que acab¨® llevando a la banda zaragozana a llamarse como aquel m¨ªtico jugador sovi¨¦tico?de baloncesto que med¨ªa 2,21. ¡°La primera canci¨®n que cant¨¦ en mi vida fue una del ¨²ltimo disco del Ni?o Gusano que se llamaba Soy ruso, se?or¡±, cuenta Vinad¨¦, quien asegura que esa querencia por el universo de la URSS es tambi¨¦n culpa de su afici¨®n a las pel¨ªculas de Nikita Mijalkov y ¡°otras cosas un poco arty¡±.
El t¨¢ndem lleva a?os en busca de la composici¨®n perfecta: una alquimia justa entre las letras ¡ªobra de Puente¡ª y las melod¨ªas ¡ª cometido de Vinad¨¦¡ª para dar vida a ¡°canciones que te sugieran cosas no solo por las palabras que escuchas sino por c¨®mo est¨¢n entonadas, por que sean m¨¢s r¨¢pidas o m¨¢s lentas, de notas m¨¢s o menos melanc¨®licas¡¡±. Rechazan la etiqueta de estetas, pues eso significar¨ªa que ¡°no hay contenido detr¨¢s de la torre de marfil¡±, defiende Puente. Y s¨ª lo hay. A veces procede de bromas privadas que acaban convirti¨¦ndose en canciones de amor, como Armaged¨®n, que surgi¨® del hast¨ªo compartido cada 1 de enero ante la reposici¨®n de la pel¨ªcula de Bruce Willis. ¡°En realidad habla de con qui¨¦n querr¨ªas estar o qu¨¦ canci¨®n querr¨ªas escuchar si viniese el fin del mundo¡±, aclara el m¨²sico, quien no por no hacer m¨²sica para radiof¨®rmulas renuncia a su vocaci¨®n de masas. "Cuando haces lo que quieres, a la fuerza te da igual que sea ante 300 personas o ante 10.000". Y es que Tachenko, que lleva a?os transitando ¡°las carreteras secundarias¡± de la escena musical espa?ola, todav¨ªa tiene un sue?o: tocar en La Romareda.
Los inescrutables caminos de la modernidad
Tachenko celebra que festivales como Sonorama o Primavera Sound est¨¦n confiando en cantantes cl¨¢sicos como Raphael, Los Chichos o Julio Iglesias, quien recientemente anunci¨® en este diario que est¨¢ dispuesto a actuar en el certamen de Aranda del Duero. "Me parece algo divertido, chulo, rompedor", dice Vinad¨¦, que pone el l¨ªmite en llevar como cabeza de cartel a Los del R¨ªo, como hizo el pasado abril el SanSan Festival. "Eso ya me parece una tomadura de pelo". "Yo a Jos¨¦ Luis Perales iba a verlo ahora mismo. Otras cosa ya es llegar a la frikada", a?ade Puente. Los inescrutables caminos de la modernidad lo mismo enaltecen a Raphael que desde?an a The Beatles, ese icono de la m¨²sica pop que una minor¨ªa de cr¨ªticos y m¨²sicos ha rechazado en los ¨²ltimos a?os. "Si te gusta la m¨²sica es imposible que no te gusten los Beatles", sentencia el m¨²sico. Vinad¨¦ prefiere a The Kinks, pero concuerda: "Es como si dices: 'A mi lo que m¨¢s me gusta del mundo es la m¨²sica cl¨¢sica, pero Mozart y Bach¡los veo que flojean un poco".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.