¡®Almacenados¡¯, el trabajo destruy¨® al ¡®millennial¡¯
Un joven y un hombre a punto de jubilarse se enfrentan a una disyuntiva: destapar la mentira que es su trabajo o resignarse como la mayor¨ªa. En juego est¨¢ un salario
Dos personajes y una nave industrial vac¨ªa es todo lo que necesita Jack Zagha Kababie para enfrentar, en Almacenados, dos mundos contrapuestos: el de un millennial y el de un trabajador a punto de jubilarse, y trazar as¨ª una acertada cr¨ªtica al mundo del trabajo.
En el ¨²ltimo filme de este cineasta mexicano, que tambi¨¦n ha dirigido En el ¨²ltimo trago y Adi¨®s mundo cruel, los protagonistas est¨¢n exactamente como describe su t¨ªtulo: almacenados. Sus jornadas laborales transcurren en una bodega que nada guarda, excepto a ellos. Un lugar donde todo funciona con la perfecci¨®n y el orden propio de una empresa alemana. Las rutinas se siguen a rajatabla y los horarios se cumplen sin demora. Pero todo esto, en realidad, no sirve para nada. Despu¨¦s de 39 a?os, sigue sin almacenar nada.
Se trata de una gran mentira que el m¨¢s joven, Nin (Hoze Mel¨¦ndez), ir¨¢ desmontando durante su primera semana como empelado. Lo tendr¨¢ que hacer pese a la reticencia del encargado, el se?or Lino (Jos¨¦ Carlos Ruiz), que desde hace casi cuatro d¨¦cadas espera sentado a que comience el trabajo. Una especie de hip¨¦rbole po¨¦tica, una exageraci¨®n de la realidad de muchos empleos irrelevantes, plagados de horas muertas o tareas est¨²pidas.
Zagha Kababie traslada a la pantalla una obra de teatro del dramaturgo espa?ol David Desola, en la que los personajes prefieren encubrir la mentira a perder su salario. Una cinta que se r¨ªe de las estrictas normas que rodean los trabajos y hace s¨¢tira de la sacrificada lealtad de los subordinados.
Una realidad encubierta desde hace d¨¦cadas que trastoca el nuevo empleado. El joven desquicia al encargado y acaba revolucionando su mundo r¨ªgido y cuadriculado. Se produce un choque entre dos universos enfrentados: un millennial contra un hombre de 60 a?os, la ingenuidad del novato versus el aire resabido del veterano, la laxitud del joven frente a la rigidez del adulto.
Dos personajes que, cada ma?ana abandonan el bullicio de la Ciudad de M¨¦xico y entran a un espacio vac¨ªo, quieto, inerte, pr¨¢cticamente muerto. Un lugar en el que la insignificante presencia de unas hormigas ocupa el tiempo de los empleados. Estos insectos, al igual que el se?or Lino, llevan 39 a?os haciendo el mismo recorrido: ir y venir de casa al trabajo.
Una comedia seria que lanza un dardo contra el orden establecido del se?or Lino y tambi¨¦n del capitalismo. El autor del disparo es un millennial, un joven despreocupado que se topa con una gran mentira y una disyuntiva: ?Destapar el enga?o o alimentarlo? En juego est¨¢ un salario.
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