Karen Armstrong, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales: ¡°Veo la religi¨®n como un tipo de arte¡±
La ensayista brit¨¢nica ha publicado 25 libros sobre la historia de distintas creencias
Cuando Karen Armstrong (Wildmoor, Reino Unido, 1944) ingres¨® con 17 a?os en una congregaci¨®n de monjas que se autoflagelaban y llevaban un cilicio en el brazo, dif¨ªcilmente imagin¨® que cinco d¨¦cadas despu¨¦s ser¨ªa una figura p¨²blica galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2017, gracias a una obra en la que aborda el hecho religioso y la historia de distintas creencias (cristianismo, islam, juda¨ªsmo, budismo o hinduismo) desde una mirada trascendental y antidogm¨¢tica. Sus 25 libros, como Una historia de Dios (1993) o Jerusal¨¦n, una ciudad y tres religiones (1996), le han concedido el favor del jurado por encima de otros favoritos, como el fil¨®sofo surcoreano Byung-Chul Han, la ensayista espa?ola Celia Amor¨®s o el economista Ram¨®n Tamames, en reconocimiento de "la profundidad de sus an¨¢lisis hist¨®ricos, su inmensa labor bibliogr¨¢fica e investigadora, y su compromiso activo con la difusi¨®n de un mensaje ¨¦tico de compasi¨®n, paz y solidaridad", como reza el acta le¨ªda este mi¨¦rcoles.
"Cuando dej¨¦ el convento, no quer¨ªa hacer nada que tuviera que ver con la religi¨®n. Hab¨ªa perdido completamente la fe", recuerda entre risas este mi¨¦rcoles en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S desde Reino Unido, horas despu¨¦s del anuncio del premio, dotado con una escultura de Joan Mir¨® y 50.000 euros. Armstrong public¨® su primer ensayo en 1981, Through the Narrow Gate, cuando trabajaba como profesora de un colegio privado femenino en Londres. El relativo ¨¦xito de su ¨®pera prima le llev¨® a los plat¨®s de televisi¨®n y aup¨® sus siguientes ensayos a las listas de los m¨¢s vendidos. "Era hostil hacia la religi¨®n y escrib¨ª algunos libros insensibles y sin saber mucho", dice. Un viaje a Jerusal¨¦n cambi¨® su vida. "All¨ª conoc¨ª el islam y el juda¨ªsmo y empec¨¦ a ver tanto lo bueno que hab¨ªa en ambos como lo mejor que ten¨ªa mi propia tradici¨®n", agrega. Profundiz¨® en las religiones monote¨ªstas y llegaron m¨¢s ¨¦xitos editoriales. "Me encontr¨¦ con 50 a?os haciendo esto", dice a¨²n sorprendida. Luego se sumergi¨® tambi¨¦n en el estudio de tradiciones espirituales orientales.
Armstrong dista del estereotipo de estudiosa encaramada en su torre de marfil: escribe art¨ªculos en la prensa, integra el grupo de expertos para la Alianza de Civilizaciones de la ONU (la iniciativa que propuso el expresidente del Gobierno espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero), protagoniz¨® una de las famosas charlas TED (que le dio su premio anual en 2008) y aprovech¨® el ¨¦xito para promover un documento en defensa de "devolver la compasi¨®n al centro de la moralidad y la religi¨®n" que han firmado entre otros el Dalai Lama, el Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu, el cineasta David Lynch, la escritora Isabel Allende y m¨²sicos como Peter Gabriel y Paul Simon. Tampoco le gusta que le llamen "acad¨¦mica". Prefiere definirse como "una freelance del estudio de las religiones".
Sus libros no son farragosos estudios llenos de notas a pie de p¨¢gina, sino ¨¢giles ensayos documentados y permeados por una idea: la religi¨®n no es una simple explicaci¨®n m¨¢gica del mundo, sino una creaci¨®n humana que hace bien a la gente y llena una necesidad espiritual que tenemos como especie. "Creo que todas las religiones tienen unos elementos particulares positivos y una serie de defectos. No hay una religi¨®n mejor que otra. La gente siempre ha luchado por encontrar sentido a la vida. Veo la religi¨®n como un tipo de arte. Los humanos caemos muy f¨¢cilmente en la desesperaci¨®n y buscamos consuelo en cosas como el arte o los sue?os de belleza y justicia", argumenta.
Armstrong insiste en que no predica ninguna religi¨®n en concreto, pero subraya el valor de que en todas anide la "regla de oro": trata a los dem¨¢s como te gustar¨ªa que lo hicieran contigo. Pero, ?acaso la "regla de oro" no forma parte tambi¨¦n del ate¨ªsmo o el humanismo laico? "S¨ª -responde- no tengo problemas con otras estructuras que den significado a la vida. Ni me preocupa que Europa sea cada vez m¨¢s secular, siempre que no implique desd¨¦n hacia la religi¨®n. Cada vez que se sube a un taxi en Londres, teme el momento en que le preguntan a qu¨¦ se dedica. "Me empiezan a responder que las religiones son lo peor y que est¨¢n detr¨¢s de todas las guerras. No digo que la religi¨®n no pueda estar involucrada en las guerras, pero nunca se va a la guerra por un ¨²nico motivo. Las dos guerras mundiales fueron causadas por el nacionalismo secular y la bomba sobre Hiroshima no fue lanzada por motivos religiosos", concluye.
Desmontar mitos sobre el islam
Armstrong, que siempre ha tratado de desmontar los mitos sobre el islam en libros como Mahoma: biograf¨ªa del profeta (1991), Islam (2001) o el m¨¢s reciente Campos de sangre, est¨¢ preocupada por el momento de creciente islamofobia y repliegue identitario (cita el Brexit o la elecci¨®n de Trump) que atravesamos. "A veces escucho hablar del islam y me recuerda a lo que pas¨® con Hitler, con una campa?a en los a?os 30 que acab¨® en el Holocausto. Tenemos que tener cuidado porque nunca se puede decir 'nunca m¨¢s", advierte en referencia al lema acu?ado tras el exterminio nazi. La autora ve el fundamentalismo en el mundo musulm¨¢n como una reacci¨®n a los intentos de imposici¨®n por la fuerza del secularismo y a organizaciones terroristas, caso del ISIS, como "mala religioser¨ªa" formada por "personas que en ocasiones desconocen el islam". "Hay que ir m¨¢s all¨¢ de los titulares y ver el dolor y la humillaci¨®n detr¨¢s de los procesos de radicalizaci¨®n", subraya. El Cor¨¢n, recordaba en una entrevista con EL PA?S en 2015, contiene un mensaje de paz y una actitud m¨¢s positiva hacia las dem¨¢s religiones que el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Babelia
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