El toro de Osborne vigila la carretera desde hace 60 a?os
Las bodegas gaditanas celebran el aniversario de la instalaci¨®n de sus ic¨®nicas vallas
Ni cinco a?os hab¨ªan pasado desde la instalaci¨®n del primero, cuando en Osborne recibieron una llamada de la Direcci¨®n General de Carreteras en 1962: ¡°Tienen ustedes que alejar sus toros de las carreteras¡±. Al otro lado del tel¨¦fono, Jos¨¦ Antonio Osborne, director de comunicaci¨®n de las bodegas tuvo que cumplir la nueva norma, pero decidi¨® convertirla en una oportunidad. Estar¨ªan m¨¢s lejos, s¨ª, pero ser¨ªan m¨¢s grandes. ¡°Tanto como lo que quepa en un cami¨®n¡±, advirti¨® el ejecutivo al herrero F¨¦lix Tejada. Con la an¨¦cdota, el actual responsable de comunicaci¨®n, Iv¨¢n Llanza, narra c¨®mo el famoso Toro de Osborne creci¨® de los 4 metros, con los que naci¨® en 1957, a los 14 que tiene hoy. Pero tambi¨¦n ejemplifica la r¨¢pida mutaci¨®n que experiment¨® la valla en un destacado icono publicitario y cultural del siglo XX.
Tanto este como otros hitos en la historia del llamado ¡°toro de las carreteras¡± est¨¢n recogidos en el centro de interpretaci¨®n Toro Gallery que la Fundaci¨®n Osborne tiene en su sede de El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz) y que ahora conmemora el 60 aniversario de la colocaci¨®n al pie de una carretera del primero de estos carteles publicitario negros y con poderosos cuernos. La muestra permanente abri¨® el pasado a?o en una bodega del siglo XIX de 2.000 metros cuadrados para recrear la historia de las bodegas Osborne (nacidas en 1772), la creaci¨®n del icono del toro, su recorrido hist¨®rico y sus nexos con el mundo de la publicidad, la cultura, la moda y el deporte. ¡°Estas bodegas son el monumento m¨¢s visitado de la ciudad y nos planteamos c¨®mo pod¨ªamos mejorar la experiencia. Hemos aprovechado el aniversario para dedicar un espacio cultural a nuestro icono m¨¢s reconocido¡±, relata Llanza, tambi¨¦n comisario de la exposici¨®n.
Fue en 1956 cuando en la bodega entendieron que ellos tambi¨¦n necesitaban un logo reconocible para su brandy Veterano, al igual que el oporto Sandeman tiene su hombre de la capa (dise?ado en 1928) o la botella de T¨ªo Pepe (de 1935). Acudieron a la agencia de publicidad Azor y el pintor y dibujante Manuel Prieto recogi¨® el guante como director art¨ªstico de la compa?¨ªa. Propuso la silueta de un toro bravo desafiante, como signo de la cultura mediterr¨¢nea con ascendencias mitol¨®gicas e hist¨®ricas. Con alguna reticencia, en Osborne aprobaron el dise?o y el toro apareci¨® en etiquetas, carteler¨ªas y luminosos. Tambi¨¦n en las carreteras.
El primer toro se ech¨® a la carretera en mayo de 1957, en el kil¨®metro 55 de la carretera Madrid-Burgos a su paso por Cabanillas de la Sierra. Hasta 1960, se instalaron 500 m¨¢s, todos de madera y de unos 4 metros de alto. Pero las inclemencias meteorol¨®gicas y la necesidad de alejarlo de los coches los convirtieron en siluetas met¨¢licas (compuestas por 70 planchas y 10.000 tornillos) con la altura de un edificio de cuatro plantas y 5.000 kilos de peso. Mantuvieron el nombre de Veterano en su lomo hasta que la Ley General de Carreteras de 1988 prohibi¨® publicidades junto a las v¨ªas. Hasta la sentencia del Tribunal Supremo de diciembre de 1997 que lo indult¨® por su ¡°inter¨¦s est¨¦tico o cultural¡±, el Toro de Osborne estuvo cerca de desaparecer.
Y fue justo esta amenaza legal la que le dio el espaldarazo como el s¨ªmbolo cultural que ya hab¨ªa comenzado a gestarse. Llanza recuerda el dise?o de Salvador Dal¨ª de la botella de brandy y el huevo-estuche en 1964. O de las campa?as con el toro como protagonista realizadas con grandes de la fotograf¨ªa como Annie Leibovitz (en 1993), Helmut Newton (en 1995) o Larry Mangino (1996).
Hubo tambi¨¦n una pel¨ªcula de Bigas Luna, Jam¨®n Jam¨®n (1992), en la que sus protagonistas, Pen¨¦lope Cruz y Javier Bardem desarrollaban su asilvestrada relaci¨®n bajo la constante silueta del torazo, que acaba perdiendo sus test¨ªculos.
Por casualidad, el artista Keith Haring conoci¨® la ya famosa silueta del toro en 1983 y decidi¨® decorarla para la muestra La imagen del animal. Una copia de la obra de Haring luce ahora en Toro Gallery, a pocos pasos de dos recientes vestidos dise?ados por Juan Duyos y Miguel Palacios. Y es que Llanza tiene claro que el ic¨®nico animal hace tiempo que dej¨® de ser solo un logo m¨¢s: ¡°El toro es potente porque se quiso perpetuar y vincular con el arte. Es como un ni?o al que se le ha vigilado hasta que ha cumplido 60 a?os. Ahora llega a esa edad rebosando actualidad y salud¡±.
Toros protegidos, tuneados o mancillados
Nada m¨¢s arrancar el recorrido expositivo de Toro Gallery un tor¨®dromo?recibe al visitante. En ¨¦l, se identifican los 94 toros de Osborne que se conservan en Espa?a (m¨¢s los seis que hay en M¨¦xico y otro m¨¢s en Copenhague). Buena parte de ellos, como los de Andaluc¨ªa, est¨¢n protegidos por su inter¨¦s paisaj¨ªstico y cultural. Algunos son ya hasta Bien de Inter¨¦s Cultural. Sin embargo, eso no les libra de sufrir alteraciones. Como reconoce Iv¨¢n Llanza, comisario de la muestra, el de Islas Baleares es famoso "por mudar mucho de piel", como cuando acab¨® pintado con la bandera arco¨ªris. Otros, como el de El Bruc, (el ¨²nico de Catalu?a) tienen el triste historial de ser de los m¨¢s atacados, al vincularse con el nacionalismo y el toreo. Pero Llanza lo deja claro: "Nosotros no queremos filiaciones pol¨ªticas. Nuestra ¨²nica vinculaci¨®n buscada es con la cultura".
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