El cierre fallido de la plaza de Las Ventas est¨¢ plagado de puntos oscuros
Algo pasa y nadie quiere contarlo: ni la Comunidad, ni el Ayuntamiento ni la empresa Plaza1
Da la impresi¨®n de que la supuesta noticia del fallido cierre de la plaza de Las Ventas es una broma de mal gusto, o, qui¨¦n sabe si una muy seria amenaza que se pretende cerrar en falso. O, tal vez, la estrategia bien dise?ada del equipo de gobierno, profundamente antitaurino, del Ayuntamiento de Madrid.
Lo que est¨¢ claro es que se le ha dado un carpetazo de silencio, como si aqu¨ª no hubiera pasado nada. Y as¨ª no debe ser porque son muchos los puntos oscuros, y m¨¢s que suficiente la preocupaci¨®n generada por una exclusiva period¨ªstica r¨¢pidamente desmentida en la que, al parecer, erraron sus autores y todos los medios, incluido este, que dieron por buena la noticia sin que estuviera convenientemente contrastada.
?O, acaso, era cierto el anuncio del cierre y sus responsables han preferido esconder la cabeza debajo del ala antes que afrontar el esc¨¢ndalo de un cerrojazo que hubiera sido letal para la fiesta de los toros?
Sea como fuere, el asunto huele a chamusquina. Algo pasa y nadie quiere contarlo: ni la Comunidad de Madrid, propietaria de la plaza, ni el Ayuntamiento, que dice poseer informes que ponen en entredicho la seguridad del edificio, ni la empresa arrendataria, Plaza1, que guarda un silencio m¨¢s que sospechoso desde que se conocieron los supuestos hechos.
?Acaso Las Ventas sufre problemas estructurales que supongan una seria e inminente amenaza?
Es llamativo que, a estas alturas, el Consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno de la Comunidad, ?ngel Garrido, no haya comparecido ante la opini¨®n p¨²blica para contar lo que hay que verdad en este asunto. Se ha limitado a apagar el fuego inicial, y ha asegurado que la temporada taurina no se interrumpir¨¢ y que las obras de rehabilitaci¨®n se llevar¨¢n a cabo en los meses no taurinos.
Pero, ?qu¨¦ obras? ?Cu¨¢l es la situaci¨®n real de un edificio que se construy¨® en 1929 y que, aparentemente, se mantiene en buenas condiciones para la celebraci¨®n de espect¨¢culos taurinos? ?Acaso Las Ventas sufre problemas estructurales que supongan una inminente amenaza para las personas que a ella acuden? No parece que as¨ª sea porque carecer¨ªa de sentido que se hubiera permitido la reciente celebraci¨®n de la Feria de San Isidro, por la que han pasado casi 650.000 personas
Otro asunto: ?cu¨¢nto dinero y en qu¨¦ ha invertido la Diputaci¨®n Provincial de Madrid -propietaria hasta la implantaci¨®n del estado auton¨®mico-, primero, y la Comunidad, despu¨¦s, en el mantenimiento de un edificio que ha ingresado muchos millones de pesetas y de euros en las arcas p¨²blicas madrile?as?
?Cu¨¢nto dinero ha invertido la Comunidad en el mantenimiento del edificio?
?Est¨¢ la plaza de Las Ventas en peligro de derrumbe? ?Son tan graves sus carencias como para que alguna instituci¨®n se haya planteado un cierre temporal y prolongado? ?S¨ª o no?
?O se trata, acaso, de una estrategia del Ayuntamiento que pretende fastidiar el uso continuado de la plaza de toros por la imperiosa necesidad de acomodarla a las medidas contra incendios y accesibilidad que impone la normativa actual?
Y queda un tercer implicado: la empresa Plaza1, presidida por Sim¨®n Casas, que no ha abierto la boca desde que la noticia desmentida apareci¨® en la calle. Extra?o comportamiento, al menos.
Circula un rumor y, como tal, no confirmado, de que los resultados econ¨®micos de la pasada feria madrile?a no han sido los esperados y que ello, unido a la prohibici¨®n municipal de que se celebren espect¨¢culos no taurinos -en los que Plaza1 ten¨ªa puestas todas sus esperanzas- hasta que el edificio se acomode a la normativa de seguridad, han colocado a la arrendataria en una situaci¨®n cr¨ªtica, de modo que no le hubiera venido mal el cierre de la plaza, lo que hubiera supuesto un ahorro de costes y nuevas p¨¦rdidas.
Pero quedan otras inc¨®gnitas.
?Concedi¨® la Comunidad la plaza de toros a una empresa solvente con capacidad para afrontar una feria de San Isidro con una cuenta de resultados adversa?
?Conoc¨ªa la empresa que pilotan Sim¨®n Casas y Nautalia que no iba a poder organizar espect¨¢culos no taurinos hasta que el edificio no se adec¨²e a normativa de seguridad y accesibilidad municipal?
En fin, que no son pocos los puntos oscuros que se mueven en torno a la situaci¨®n de la plaza de toros; y, de todos ellos, el peor es el silencio de las partes implicadas.
El aficionado -el espectador, el ciudadano- tiene derecho a saber cu¨¢les son los problemas reales que obligan a acometer obras que alg¨²n medio ha cifrado en cinco millones de euros y la p¨¦rdida de cinco mil localidades; si son obras de calado estructural, lo que obligar¨ªa a la suspensi¨®n -tambi¨¦n-de festejos taurinos, o no. Y tiene derecho, claro que s¨ª, a saber si los millones que las arcas p¨²blicas madrile?as han recibido de la gesti¨®n de Las Ventas se ha dedicado, como manda la ley de Presupuestos auton¨®mica, a la conservaci¨®n y mejora de la plaza.
En fin, que alguien se ha equivocado gravemente al filtrar una informaci¨®n tan supuestamente err¨®nea como escandalosa; o, lo que es m¨¢s grave, la Comunidad permite que los aficionados a los toros ocupen un edificio en ruina.
De lo que no cabe la menor duda es que este turbio asunto debe ser aclarado cuanto antes. Todo lo dem¨¢s, es otra falta de respeto a la tauromaquia y a sus muchos seguidores. Y qui¨¦n sabe si una peligrosa irresponsabilidad.
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