Salvador Dal¨ª, el ADN y el cuerno de rinoceronte
El artista era un apasionado de la ciencia y estaba al d¨ªa de los ¨²ltimos avances de investigaci¨®n
Galacidalacidexosiribonucleicacid. No son erratas, es un gui?o al ADN con el que Salvador Dal¨ª titul¨® uno de sus cuadros, el que dedic¨®, en 1963, a James Watson y Francis Crick, los cient¨ªficos que descubrieron la doble h¨¦lice, a la que el pintor consagr¨® numerosas obras. Dal¨ª sent¨ªa obsesi¨®n por la estructura del ADN, una mol¨¦cula que est¨¢ a punto de sacarle de su tumba. Pilar Abel, una mujer de Figueres, de 61 a?os, afirma que el artista era su padre, y una juez ha ordenado exhumar el cad¨¢ver, embalsamado en el Teatro Museo Dal¨ª de Figueres, para extraerle material gen¨¦tico y determinar si el gran masturbador tuvo alguna relaci¨®n sexual que acabara en embarazo. Abel est¨¢ citada el d¨ªa 11, martes, para extraerle una muestra de ADN en el Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa y Ciencias Forenses, de Madrid.
A Watson y Crick les hab¨ªan dado el Nobel de Medicina un a?o antes por aquel descubrimiento, una curiosa h¨¦lice doble en la que Dal¨ª ve¨ªa la obra de Dios. No es una mala met¨¢fora, en esa estructura biol¨®gica radica el secreto de la vida y no hay que pensar que el genio lleg¨® a ella por casualidad: a Dal¨ª le apasionaba la ciencia. Deseaba conocer los ¨²ltimos avances cient¨ªficos, de los que ten¨ªa noticia a trav¨¦s de la correspondencia y encuentros con investigadores; estaba suscrito a publicaciones especializadas. En su biblioteca de Portlligat (Girona) atesoraba m¨¢s de un centenar de libros sobre diversas materias, llenos de comentarios en los m¨¢rgenes. Su obra pict¨®rica no pod¨ªa escapar a esta obsesi¨®n. Ni su excentricidad. Si pas¨® largo tiempo pintando un rinoceronte en un zoo o se fotografi¨® con el animal, tambi¨¦n hab¨ªa en ello una atracci¨®n cient¨ªfica. Ve¨ªa en el cuerno de la bestia una curva logar¨ªtmica perfecta.
Cuenta Pilar Abel que un d¨ªa su abuela paterna le confes¨® la verdad sobre su paternidad. Ella no era su nieta, puesto que el padre hab¨ªa sido Dal¨ª (Figueres, 1904-1989). Aun as¨ª le asegur¨® que contaba con todo su cari?o. Pero cuando las cosas se pon¨ªan farrucas, la abuela le espetaba: ¡°Eres rara como tu padre¡±.
?Qu¨¦ ve¨ªa en aquella doble h¨¦lice? Era para ¨¦l ¡°la clave de la inmortalidad¡±, dec¨ªa. La curiosa figura no solo aparece en esa obra de nombre imposible; tambi¨¦n la plasm¨® en El paisaje de la mariposa y ?rabes acidodesoxirribonucleicos, en las que reflej¨® unas figuras redondeadas que conforman una composici¨®n helicoidal; asimismo aparece en La estructura del ADN, donde pint¨® unas estructuras moleculares a base de esferas y l¨ªneas. Incluso hay quien ve en La batalla de Tetu¨¢n una referencia a la dichosa figura geom¨¦trica. Tal fue la obsesi¨®n que algunos especialistas han establecido el llamado periodo del ADN para encuadrar estas obras.
La orden de la juez Mar¨ªa del Mar Crespo, del juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 11 de Madrid, de sacar el cad¨¢ver no es algo que llene de alegr¨ªa a la Fundaci¨®n Gala-Salvador Dal¨ª ni a los abogados del Estado, herederos del artista. ¡°No nos oponemos a que se realicen las pruebas de paternidad, pero existen otras posibilidades de extraer material gen¨¦tico antes de exhumar¡±, aseguran desde el centro que vela por el patrimonio del pintor. Pero no desvelan el recurso que presentaron a finales de junio contra la exhumaci¨®n. Dejan entrever que les parece m¨¢s l¨®gico que primero se compare el ADN de la demandante con sus familiares vivos m¨¢s pr¨®ximos, por ejemplo sus hermanos. ¡°Estamos a la espera de si la jueza admite nuestras peticiones o sigue adelante con la exhumaci¨®n¡±.
A nadie se le ha escapado la atm¨®sfera surrealista que envuelve la reclamaci¨®n de esta mujer, que a?os atr¨¢s ejerci¨® como pitonisa en televisi¨®n. Los que conocieron a Dal¨ª o han estudiado su biograf¨ªa se llevan las manos a la cabeza. No era hombre de relaciones sexuales que dieran como fruto un hijo, dicen. A ellos se suma el medi¨¢tico peluquero Lluis Llongueras, que pein¨® durante a?os el cabello del genio y atus¨® uno de los bigotes m¨¢s conocidos del mundo. Llongueras asegura que conserva pelos de aquel mostacho y los ofrece para la extracci¨®n de ADN. Narc¨ªs Bardalet, el forense que embalsam¨® a Dal¨ª, asegura que ese ofrecimiento de nada sirve. ¡°No est¨¢ garantizada la cadena de custodia¡± para poder obtener un material gen¨¦tico puro, que no haya sido manipulado. No va a ser f¨¢cil conseguirlo porque el cuerpo est¨¢ embalsamado, pero tampoco es imposible.
Era bien conocido que el ¨²nico placer sexual lo obten¨ªa mirando y masturb¨¢ndose, pero no tocaba, ni a sus modelos ni quiz¨¢ a su mujer, Gala, que tuvo sus amantes. Pilar Abel afirma que el genio mantuvo ¡°una relaci¨®n clandestina con su madre¡± en 1955, cuando ¨¦l ten¨ªa 51 a?os y la mujer, empleada en un par de casas de adinerados amigos del pintor, 25. Parece dif¨ªcil, pero no imposible.
En 1955, el a?o del supuesto embarazo, Dal¨ª viaj¨® a Par¨ªs para hacer una versi¨®n de un cuadro de Vermeer del Louvre, pero tambi¨¦n pint¨® un rinoceronte en el zoo. El cuerno del animal guardaba a sus ojos ¡°las m¨¢s divinas proporciones de la naturaleza, el trazo de Dios¡±. Ese cuerno simbolizaba para ¨¦l la castidad, otra de sus obsesiones. Sobre la ciencia dio cumplida cuenta en sus cuadros. En el que dedic¨® a Watson y Crick aparece Gala y le dio un t¨ªtulo ¡°largo como la persistencia gen¨¦tica de la memoria humana, la ¨²nica estructura que une al hombre con Dios¡±, escribi¨® Dal¨ª cuando present¨® la obra en Nueva York.
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