El d¨ªa en que la propiedad intelectual mir¨® al futuro
Un curso en la Universidad Complutense celebra los 30 a?os de la ley clave que reform¨® el derecho de autor en 1987
Todos la respetaban. Hasta la llamaban ¡°venerable¡±. Y, aun as¨ª, hab¨ªa llegado el momento de cambiarla. El siglo XX se dirig¨ªa hacia su final y Espa?a a¨²n se reg¨ªa por una Ley de Propiedad Intelectual aprobada en 1879: es decir, antes de que los Lumi¨¨re inventaran el cine o Nikola Tesla mostrara ante un p¨²blico asombrado la primera retransmisi¨®n por radio de la historia. De ah¨ª que urgiera un texto que, adem¨¢s del pasado, cuando menos conociera el presente. Y al fin, 108 a?os despu¨¦s, en 1987 el Congreso aprob¨® una nueva normativa que permiti¨® al derecho de autor recuperar el terreno perdido. Por ello, el curso La modernizaci¨®n de la propiedad intelectual en Espa?a y su evoluci¨®n, celebrado hoy en la Universidad Complutense de Madrid, conmemor¨® el 30? cumplea?os de aquel texto ¡°moderno y vanguardista¡±, seg¨²n coincidieron los participantes.
¡°Queremos reconocer la labor de los que trabajaron hace 30 a?os para modernizar la ley. Fue la piedra angular de todo lo que ha sido la propiedad intelectual desde entonces¡±, argument¨® Jos¨¦ Manuel G¨®mez Bravo, director corporativo de propiedad intelectual del grupo PRISA ¨Ceditor de EL PA?S-, en la introducci¨®n de las ponencias. La cita, en cuya organizaci¨®n colaboran tambi¨¦n Bertelsmann, Google y Telef¨®nica, re¨²ne a catedr¨¢ticos, abogados, expertos, empresarios y hasta a uno de los padres fundadores de la ley para recordar aquel punto de inflexi¨®n, qu¨¦ supuso y los cambios acontecidos desde entonces.
La m¨²sica desafina con la igualdad
"Las mujeres est¨¢n en el ocio, pero no en el negocio". La frase de Daniela Bos¨¦, directora general de BMG para Espa?a y Portugal, resume el documental que ella misma ha puesto en marcha y present¨® ayer en los cursos de la Universidad Complutense: Mujeres de la m¨²sica ¨Cse puede ver en la web www.mujeresdelamusica.com-. La pel¨ªcula repasa la falta de inclusi¨®n aun persistente en los sillones m¨¢s importantes de la industria musical en Espa?a, a trav¨¦s de 14 entrevistas con ejecutivas, periodistas y creadoras del sector.
"La idea se me ocurri¨® tras ver el documental The 4%: Film's Gender Problem, sobre Hollywood. Soy la ¨²nica directora general de una discogr¨¢fica en Espa?a. Y tambi¨¦n lo era hace 10 a?os", lamenta Bos¨¦. Asegura que s¨ª hay mujeres responsables del departamento legal, de promoci¨®n o comunicaci¨®n de alguna compa?¨ªa. Sin embargo, desaparecen en cuanto se escala el Olimpo directivo de discogr¨¢ficas y productoras: "Son muchas las mujeres en los conservatorios, o las que compran entradas, pero son ausentes all¨ª donde est¨¢n el dinero y la gesti¨®n. Adem¨¢s, Ticketea sac¨® un informe que mostraba que en el 77% de los conciertos no hay ni una sola mujer implicada en la actuaci¨®n, ni sobre ni detr¨¢s del escenario".
Porque Internet ha invadido la industria, los h¨¢bitos y los negocios. A las televisiones tradicionales se han sumado los canales de streaming. Y los peri¨®dicos publican informaci¨®n 24 horas al d¨ªa, en papel o en la web, y para todos los soportes. ¡°Ha cambiado total y absolutamente lo que es EL PA?S. Hemos modificado el producto, la organizaci¨®n del trabajo y la redacci¨®n f¨ªsica¡±, explic¨® por ejemplo Jorge Rivera, director adjunto de este peri¨®dico. ¡°Antes los usuarios nos buscaban, ahora tenemos que ir en busca de ellos¡±, agreg¨®. Tanto que el peri¨®dico edita unos 300 art¨ªculos al d¨ªa y a una mitad de la redacci¨®n volcada en la producci¨®n del contenido ya le corresponde otra que se encarga de su distribuci¨®n para un p¨²blico que actualmente ronda los 80 millones de usuarios al mes.
En 1987, en cambio, el reinado de la Red ni se intu¨ªa. Aun as¨ª, los legisladores tuvieron que afrontar las enormes novedades acontecidas durante m¨¢s de un siglo. ¡°No se trataba de hacer ninguna revoluci¨®n, sino de poner el pa¨ªs al d¨ªa¡±, asever¨® Miguel Satr¨²stegui, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Carlos III de Madrid. Tal vez por eso la ley fue ¡°consensuada entre todos los sectores sociales, pol¨ªticos y empresariales¡±, seg¨²n los organizadores del curso. Nada que ver con su pol¨¦mica reforma aprobada en 2014 en solitario por el PP, entre cr¨ªticas de la oposici¨®n y de las entidades de gesti¨®n del derecho de autor. Y no solo. ¡°Hay art¨ªculos de la reforma de 2014 que gente expert¨ªsima en propiedad intelectual no entiende. Las leyes han de ser comprensibles¡±, reivindic¨® Jos¨¦ Miguel Rodr¨ªguez Tapia, catedr¨¢tico de Derecho Civil de la Universidad de M¨¢laga.
En ello se esmer¨® hace 30 a?os Juan Moll¨¢ L¨®pez, hoy presidente de honor de la Junta Directiva de la Asociaci¨®n Colegial de Escritores, pero pieza clave de la creaci¨®n de la normativa de 1987, ya que colabor¨® en primera persona en su redacci¨®n. Moll¨¢ rememor¨® la creaci¨®n de varias comisiones, algunas de ¡°solo cuatro funcionarios¡±, otras enormes, ¡°asamblearias¡±, para lograr un texto que satisficiera a todos los afectados. Su trabajo fue reconocido por los asistentes, que aplaudieron su intervenci¨®n puesto en pie.
Porque, gracias a aquella reforma, Espa?a pas¨® a estar a la vanguardia en toda Europa. ¡°Sus redactores mostraron mucha valent¨ªa¡±, afirm¨® ?ngel Juanes Peces, juez magistrado y vicepresidente del Tribunal Supremo. Varios de los ponentes destacaron que el texto se convirti¨® en pionero, ¡°envidiado¡± en el resto de Europa. Ah¨ª estuvo el origen de muchos aspectos que hoy en d¨ªa siguen siendo centrales para el sector: la ley de 1987 fij¨® normas sobre la compensaci¨®n para los creadores por la copia privada de sus obras, arranc¨® la lucha contra la pirater¨ªa, aument¨® y reforz¨® la jurisprudencia del Supremo sobre el copyright, se esforz¨® en proteger al autor y su trozo del pastel y en subrayar el valor de la propiedad intelectual, en un pa¨ªs donde nadie la ense?aba en las universidades y todav¨ªa hoy cuesta explicar que una descarga ilegal de una pel¨ªcula est¨¢ tan mal como ¡°robar una toalla en una playa¡±, ejemplo que puso Rodr¨ªguez Tapia. ¡°Fue una pieza legislativa extraordinaria¡±, resumi¨® Agust¨ªn Gonz¨¢lez, abogado experto en propiedad intelectual.
Entre tantos elogios, la cumplea?era se llev¨® tambi¨¦n alguna cr¨ªtica. ¡°No pusimos bastante el acento en la necesidad de supervisar m¨¢s a las entidades de gesti¨®n¡±, sostuvo Satr¨²stegui. As¨ª lo han sugerido el tiempo y los sucesivos esc¨¢ndalos internos a la SGAE. Cierta p¨¦rdida de protagonismo de los autores y el escaso respeto al derecho moral, que tiene que cumplir quien emplee una obra de dominio p¨²blico, fueron otras pegas se?aladas. Tanto que seg¨²n algunos ponentes es necesaria una nueva reforma de la ley. Carolina Pina, socia del Departamento de Propiedad Intelectual de Garrigues, ha demandado leyes ¡°claras, concisas y flexibles¡± y tambi¨¦n un mayor pragmatismo para que las entidades de gesti¨®n expliquen las tarifas y las memorias econ¨®micas de manera m¨¢s sencilla. ¡°Se necesita seguridad jur¨ªdica y tutela judicial efectiva¡±, ha insistido. Porque el mundo no para de cambiar y los retos tecnol¨®gicos no esperan. Ni siquiera ante una fiesta de cumplea?os.
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