Mar¨ªa Luz Morales, la primera periodista cultural

Mar¨ªa Luz Morales (La Coru?a, 1889 ¨C Barcelona, 1980) se hizo periodista cultural en la cocina de su casa. No hab¨ªa otro lugar en Espa?a para que las ni?as y j¨®venes de finales del siglo XIX forjaran sus vocaciones. Coincidiendo con la publicaci¨®n del libro Mar¨ªa Luz Morales. Pionera del periodismo (Libros de Vanguardia), de M? ?ngeles Cabr¨¦, y con el III Congreso de Periodismo Cultural que se ha celebrado hasta el pasado s¨¢bado en Santander, la obra de esta precursora emerge con extraordinaria fuerza. ¡°Afirmar que Morales es nuestra primera periodista cultural mujer, si exceptuamos a la cr¨ªtica literaria notabil¨ªsima que fue Emilia Pardo Baz¨¢n, es hacerle justicia a su ingente trabajo durante medio siglo en diversos campos de la cr¨ªtica¡±, explica la escritora M? ?ngeles Cabr¨¦, directora del Observatorio Cultural de G¨¦nero. Con una precedente ilustre como fue Carmen de Burgos, considerada la primera periodista profesional, Mar¨ªa Luz Morales desarroll¨® la totalidad de su trayectoria en medios de Barcelona.

Tal y como sucedi¨® con la escritora brasile?a Clarice Lispector que en sus inicios escribi¨® como consejera en revistas femeninas bajo los seud¨®nimos de Helen Palmer o Tereza Quadros, tambi¨¦n Mar¨ªa Luz Morales comenz¨® su carrera period¨ªstica dirigiendo El hogar y la moda ¡ªun antecedente de la revista Lecturas¡ª y teniendo una p¨¢gina semanal titulada La mujer, el ni?o y el hogar en el diario El Sol. De igual modo, Morales tuvo que firmar sus primeras cr¨ªticas cinematogr¨¢ficas en La Vanguardia con un nombre falso: ¡°El uso del seud¨®nimo masculino a modo de chador estaba bastante extendido a comienzos de siglo, recordemos a George Sand, a V¨ªctor Catal¨¤... Ella se sirvi¨® del de Felipe Centeno para sus cr¨ªticas de cine, nombre que tom¨® de un personaje de Gald¨®s¡±. Las cr¨ªticas de Morales ¡ªde Centeno¡ª eran tan buenas que el responsable de Paramount Pictures quiso ponerse en contacto con ella. Lo cont¨® en este mismo peri¨®dico Antonina Rodrigo en el obituario de Morales, en el a?o 1980: ¡°Tras la sorpresa de encontrarse con una mujer joven y elegante, le confi¨® la asesor¨ªa literaria de las pel¨ªculas de la productora americana. Cuando llega el cine sonoro su labor adquiere m¨¢s relieve: no solo tiene que traducir los textos, sino escribir los di¨¢logos y adaptarlos a la fon¨¦tica espa?ola¡±.

Su posici¨®n ante el feminismo siempre result¨® algo indeterminada a pesar de haber estado vinculada a instituciones republicanas como El Lyceum de Barcelona o la sede barcelonesa de la Residencia Internacional de Se?oritas Estudiantes: ¡°Basta con repasar su trayectoria para constatar que, quiz¨¢s sin saberlo, ejerci¨® como feminista. A eso Nuria Varela no llama 'feminismo difuso' y lo sufren muchas mujeres de hoy: son feministas sin ser militantes¡±. El libro de Cabr¨¦ recoge una jugosa an¨¦cdota a este respecto. En la d¨¦cada de los 70, cuando ya Morales era una veterana redactora del Diario de Barcelona, una joven periodista pregunt¨® en la redacci¨®n qui¨¦n era esa elegante mujer que acababa de entrar. Uno de ellos respondi¨®: ¡°Una feminista, Mar¨ªa Luz Morales¡±.

La coru?esa se convirti¨® en la primera mujer que dirigi¨® un peri¨®dico. Fue en el verano de 1936 cuando le encomiendan la direcci¨®n de La Vanguardia. Dur¨® siete meses en el cargo: ¡°Se vio obligada a aceptarla, pero ella afirm¨® que no ten¨ªa ni la m¨¢s remota intenci¨®n de hacer pol¨ªtica y que solo har¨ªa periodismo¡±. Cuando la guerra acab¨®, sufri¨® la represi¨®n franquista y pas¨® cuarenta d¨ªas en un convento. Una experiencia amarga de la que apenas habl¨®. Escasa es tambi¨¦n la informaci¨®n a prop¨®sito de su vida privada: ¡°Morales permaneci¨® soltera y se ignoran los pormenores de su vida sentimental. Vivi¨® siempre en familia, junto a su madre viuda, rodeada de sobrinos. Fue lo que llamamos, 'la t¨ªa solterona', que es la ¨²nica clase de mujer de la cultura que sus colegas hubieran podido soportar¡±. Mar¨ªa Luz Morales muri¨® con 91 a?os. Apenas unos d¨ªas antes, escribi¨® su ¨²ltimo art¨ªculo cultural para el Diario de Barcelona: ¡°Que hiciera del periodismo cultural un g¨¦nero literario la honra y nos recuerda que merece cultivarse con esmero. Muchos de sus art¨ªculos son verdaderas joyas literarias¡±, concluye Cabr¨¦.