El ¨²ltimo gran payaso de Hollywood
El artista ha fallecido a los 91 a?os
Ha fallecido a los 91 a?os el c¨®mico m¨¢s c¨¦lebre de la segunda mitad del siglo XX, y quiz¨¢s tambi¨¦n el m¨¢s prol¨ªfico ya que desde 1949, fecha de su primera pel¨ªcula, Jerry Lewis ha intervenido en m¨¢s de sesenta, adem¨¢s de en numerosos programas de televisi¨®n que protagonizaba con mucho ¨¦xito. Con uno de ellos, el llamado Telet¨®n, lograba reunir importantes sumas de dinero a beneficio de la Asociaci¨®n de la Distrofia Muscular, de la que era presidente. Esta actividad le vali¨® un Oscar.
Comenz¨® haciendo pareja con el gal¨¢n y cantante Dean Martin, y ya en solitario tras una ¨¢rida separaci¨®n art¨ªstica que dur¨® m¨¢s de 20 a?os, sigui¨® componiendo un tipo de humor alocado, puro disparate plagado de muecas, que no solo llev¨® a la pantalla sino a actuaciones personales que estuvo realizando hasta su retirada, anunciada oficialmente dada su progresiva mala salud. El absurdo como norma y lo exagerado de sus expresiones y tics no tuvo siempre adeptos. En Espa?a, por ejemplo, se estuvo siempre muy lejos del gusto del p¨²blico franc¨¦s para el que Jerry Lewis fue muy popular desde sus primeras pel¨ªculas con Martin ¡ªUna herencia de miedo, Loco por Anita, Artistas y modelos, ?Qu¨¦ par de golfantes!, Vaya par de marinos...¡ª siendo celebrado siempre con entusiasmo por las revistas especializadas m¨¢s exigentes.
La cr¨ªtica en Espa?a fue m¨¢s reacia y no reconoci¨® su talento hasta que Jerry Lewis comenz¨® a dirigir sus propias pel¨ªculas: El botones, Las joyas de la familia, L¨ªo en los grandes almacenes, Yo soy el padre y la madre, Tres en un sof¨¢, Caso cl¨ªnico en la cl¨ªnica, El terror de las chicas¡ Y especialmente desde la que se consider¨® su mejor obra, El profesor chiflado, desafortunado t¨ªtulo para lo que era una inteligente parodia de Doctor Jeckyll y M¨ªster Hyde, que tuvo a?os despu¨¦s una nueva versi¨®n interpretada por Eddie Murphy¡ sin la gracia ni el talento del original. Porque gustara mucho o poco Jerry Lewis fue inimitable.
En sus pel¨ªculas como director se descubrieron matices y agudezas sobre la frecuente estupidez humana que no exist¨ªan en sus pel¨ªculas de simple payaso (simple y talentoso payaso, hay que reconocerlo). Demostr¨® que lo era, por ejemplo, en la clausura del festival de San Sebasti¨¢n de 1990 donde consigui¨® superar el tenso ambiente que hab¨ªa provocado la decisi¨®n del jurado que declar¨® haberse sentido obligado a dar unos premios que no quer¨ªa haber dado. Jerry Lewis se hizo el amo del escenario y consigui¨® transformar los ce?os fruncidos por sonoras carcajadas.
So?¨® con un oscar que nunca le lleg¨®, salvo uno de car¨¢cter humanitario que no era, por supuesto, el deseado. Su ¨²ltima oportunidad de conseguirlo fue en 2013 con la pel¨ªcula independiente Max Rose, de Daniel Noah, que tuvo un recorrido comercial muy discreto. Su otra gran oportunidad fue cuando Martin Scorsese le dirigi¨® en la muy amarga El rey de la comedia, junto a Robert de Niro. Pero con o sin galardones, siempre le acompa?ar¨¢ nuestra agradecida sonrisa.
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