Muere el torero D¨¢maso Gonz¨¢lez, gran figura y rey del temple
Retirado desde el a?o 2003, ha sido referente y espejo de distintas generaciones de toreros
El diestro D¨¢maso Gonz¨¢lez (Albacete, 1948) ha fallecido en la madrugada de este s¨¢bado en una cl¨ªnica madrile?a a causa de una r¨¢pida enfermedad; su desaparici¨®n ha producido una enorme sorpresa en el mundo taurino, pues solo su intimo c¨ªrculo familiar y pocos amigos conoc¨ªan las circunstancias que han acabado con la vida de uno de los toreros m¨¢s importantes de la d¨¦cada de los setenta.
Retirado de los ruedos desde el a?o 2003, D¨¢maso Gonz¨¢lez gan¨® fuera de los ruedos el reconocimiento y el prestigio que se le neg¨® durante su vida profesional. Considerado como un torero de valor, pasar¨¢ a la historia como un rey del temple, referente y espejo de varias generaciones de toreros.
Excelente muletero, valeroso y poderoso siempre, con gran sentido de las distancias y los terrenos, lidiaba toros de las ganader¨ªas m¨¢s duras sin darle mayor importancia. De ¨¦l se ha dicho que hipnotizaba a los toros con su muleta y su famoso p¨¦ndulo.
Sus muchas cualidades como matador no se vieron acompa?adas por su est¨¦tica, desali?ado casi siempre, con la camisa desabrochada y el corbat¨ªn al viento, lo que, sin duda, contribuy¨® a su tard¨ªa consideraci¨®n como un artista del toreo.
Sea como fuere, D¨¢maso Gonz¨¢lez, por su personalidad como torero y su calidad como persona sencilla, cabal y sabia, como aseguran quienes le han conocido, es una figura trascendental del toreo moderno, uno de los padres de la tauromaquia actual.
Naci¨® en Albacete el 11 de septiembre de 1948 en el seno de una familia ganadera; en 1966 particip¨® en las primeras capeas, y al a?o siguiente inici¨® su carrera como novillero bajo el apodo de Curro de Alba. El ¨¦xito comenz¨® a sonre¨ªrle en 1969, cuando en el mes de marzo triunf¨® en Barcelona, lo que le permiti¨® que actuara siete tardes m¨¢s en la misma plaza.
As¨ª, el 24 de junio de ese a?o, en la plaza de Alicante tom¨® la alternativa de manos de Miguel Mateo Miguel¨ªn y con Paquirri como testigo. La confirmaci¨®n le llegar¨ªa un a?o despu¨¦s, el 14 de mayo de 1970, con el Viti como padrino y Miguel M¨¢rquez como testigo.
Consigui¨® sonados ¨¦xitos en las plazas americanas, y esper¨® hasta el a?o 1979 para salir por vez primera por la Puerta Grande de Las Ventas, al cortar dos orejas a un toro de La Laguna. Fue el primero del escalaf¨®n al a?o siguiente, y volvi¨® a salir a hombros en Madrid en el a?o 1981.
Tras reiterados triunfos en todas las ferias y ganarse un puesto de privilegio entre las figuras de la ¨¦poca, D¨¢maso Gonz¨¢lez decidi¨® retirarse de los ruedos en septiembre de 1988.
Tres a?os despu¨¦s, su paisano Manuel Caballero lo convenci¨® para que le diera la alternativa en Nimes, y en 1992 volvi¨® a vestirse otra vez de luces de manera regular. La segunda retirada lleg¨® en 1994, volvi¨® en el 2000 para participar en la corrida ben¨¦fica de Asprona, y tres a?os m¨¢s tarde abandon¨® de manera definitiva los ruedos.
Su figura se ha agigantado fuera de las plazas; tard¨ªa , pero justamente se le ha reconocido a D¨¢maso su condici¨®n de figura, su dominio del temple, su extraordinario conocimiento de los toros y su aparente facilidad ante las ganader¨ªas m¨¢s duras.
Hombre parco en palabras, buena persona, educado y generoso, D¨¢maso ha mantenido hasta el final de sus d¨ªas un contacto estrecho con el mundo de los toros.
Una estatua en el entorno de su plaza de Albacete recordar¨¢ para siempre la grandeza de un torero extraordinario y una persona cabal que ha muerto a la temprana edad de 68 a?os.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.