¡®Foxtrot¡¯, tres pasos hacia el Le¨®n de Oro
El israel¨ª Samuel Maoz, que ya gan¨® en el certamen con su primer filme, ¡®L¨ªbano¡¯, presenta una seria candidatura para repetir con un drama sobre el absurdo humano
Dormilona, pero viva. A saber qu¨¦ se habr¨¢ perdido la hija de Samuel Maoz por su apego a la cama. Le debe, sin embargo, seguir en este mundo. La ni?a se despertaba d¨ªa tras d¨ªa demasiado tarde para la escuela. Sal¨ªa en el ¨²ltimo segundo, en taxi. Hasta que el cineasta israel¨ª dijo basta: ¡°Me parec¨ªa poco educativo, tambi¨¦n por caro. Le ped¨ª que cogiera el bus, el n¨²mero 5¡±. Dicho y hecho. Una ma?ana los noticiarios contaron que unos terroristas hab¨ªan subido a la l¨ªnea 5 y asesinado a varias personas. ¡°Trat¨¦ de llamarla, pero las l¨ªneas estaban colapsadas¡±, relat¨® el director ante la prensa en Venecia. Una hora despu¨¦s, reapareci¨® en casa. Hab¨ªa llegado tarde, y el bus se hab¨ªa marchado.
Un relato de pel¨ªcula. Y un padre director. Casi inevitable que naciera un filme. Aunque Maoz solo cogi¨® inspiraci¨®n de este acontecimiento para contar otra historia en Foxtrot. Puede, eso s¨ª, que el ep¨ªlogo sea nuevamente muy feliz: el filme se coloca en primer¨ªsima fila para el Le¨®n de Oro del festival de Venecia.
Pese a ello, a Maoz le pidieron un solo aut¨®grafo tras su conferencia de prensa. Recibi¨®, eso s¨ª, otro reconocimiento, quiz¨¢s mayor. Hasta dos preguntas arrancaron con: ¡°Su pel¨ªcula es una obra maestra¡±. Eso, seguramente, lo dir¨¢ el tiempo. Pero lo cierto es que Foxtrot es un filme extraordinario. La raz¨®n suena sencilla, aunque es una rareza, ya que demuestra que se puede reunir en una misma obra todo lo que se le pide al s¨¦ptimo arte: una gran historia, actores brillantes, poder¨ªo visual, ciertos riesgos y talento detr¨¢s de la c¨¢mara. No por nada, el israel¨ª ya gan¨® el Le¨®n de Oro en 2009 con su primer filme, L¨ªbano, y ahora puede repetir con su segundo largo.
El foxtrot es un baile que siempre vuelve al punto de partida. He aqu¨ª una de las claves de la pel¨ªcula, relato en tres episodios del olvido, las cicatrices, la absurdez humana y la futilidad de nuestras acciones. ¡°Quer¨ªa construir un viaje emotivo que el p¨²blico sintiera con una primera secuencia chocante, una segunda que hipnotizara y una tercera conmovedora. El destino es la espina dorsal del filme¡±, agreg¨® Maoz. Para evitar destripar la trama, mejor decir ¨²nicamente que se desarrolla entre la claustrofobia de una casa llena de dolor y la de un disparatado puesto de control en el frente. ¡°Foxtrot cuenta dos generaciones, la primera que sobrevivi¨® al Holocausto y la que le sigui¨®. Cada una tiene un trauma en el servicio militar¡±, afirm¨® Maoz, que pas¨® varios a?os como soldado, enrolado en el ej¨¦rcito israel¨ª.
As¨ª que sabe de guerras. Pero tambi¨¦n, y mucho, de cine. Ah¨ª est¨¢n los encuadres y las im¨¢genes de Foxtrot para demostrarlo. ¡°La chispa en mi cabeza es siempre visual, aunque luego ese aspecto acaba sirviendo a la idea. No hago cine de actualidad, es m¨¢s una experiencia. Trato de reflejar el alma de mis personajes. Y la dimensi¨®n visual es parte integrante de la historia. La habitaci¨®n del protagonista, por ejemplo, nos da mucha informaci¨®n sobre ¨¦l y todo ello ahora muchas p¨¢ginas de di¨¢logo¡±. Maoz lo hace sonar f¨¢cil: ¡°Cuando ruedo empiezo con una decisi¨®n muy sencilla y no termino hasta que no sea perfecto. La ¨²nica manera de que pare es que llegue una ambulancia con dos tipos que me aten y me saquen de all¨ª¡±. La locura, visto lo visto, ser¨ªa alejarle del rodaje.
Babelia
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