El id¨ªlico paisaje que esconde los oscuros secretos de ¡®Big Little Lies¡¯

Ahora parece imposible entender el relato de las mujeres de Big Little Lies y sus rencillas sin esas mansiones cuyos patios se ba?an en playas privadas del sur de California, pero no siempre fue as¨ª. La novela de Liane Moriarty, no en vano, ubicaba a estas modernas mujeres desesperadas con secretos en la costa norte de Sidney. "HBO quer¨ªa la serie en EE UU para lograr un atractivo global y, en lo pr¨¢ctico, reunir a m¨¢s estrellas y que fuera m¨¢s barato. Pero creo que la historia ser¨ªa universal en cualquier lugar", explicaba la protagonista y productora (adem¨¢s de australiana) Nicole Kidman en una entrevista a la revista Variety.

El destino elegido al final fue este enclave vacacional estadounidense y sus alrededores, llenos de playas kilom¨¦tricas, pinacotecas, lujo y una larga historia art¨ªstica?a los que acude EL PA?S invitado por HBO. En sus costas, a tres horas de San Francisco en coche, escribi¨®, por ejemplo, Robert Louis Stevenson, si bien su momento culmen en el imaginario literario no lleg¨® hasta que en 1945 John Steinbeck las transform¨® en protagonista titular de Cannery Row, as¨ª como en localizaci¨®n de Al este del Ed¨¦n.

Pero poco tienen que ver las descripciones de Steinbeck con el ostentoso mundo que cobija la ficci¨®n televisiva, cuyo DVD sale a la venta el 13 de septiembre. En la calle comercial que da nombre a su novela, se levanta hoy el busto del cronista de la gran depresi¨®n frente a un centro comercial con su nombre. Un punto que refleja precisamente el salto dado por aquella villa pesquera, que se ha olvidado de su industria basada en las sardinas pero que respeta su pasado con construcciones de madera blanca, cierto aire europeo y olor a puerto.

"Tiene una belleza hipn¨®tica. Est¨¦ticamente quer¨ªamos atraer a la audiencia y que pensaran en ir all¨ª de vacaciones", confirmaba el creador David E. Kelley (Ally McBeal, Boston Legal) al presentar la producci¨®n. El embarcadero de los pescadores, Fisherman Wharf, por ejemplo, se ha convertido en destino de restaurantes de post¨ªn y tiendas donde las madres de clase alta interpretadas por Nicole Kidman, Reese Witherspoon y Shailene Woodley ¡ªlas tres nominadas al Emmy¡ª comparten caf¨¦ y confidencia. En su entrada se lee hoy "Aqu¨ª se rod¨® Big Little Lies", si bien, en realidad, el muelle solo sirvi¨® de inspiraci¨®n. Su aspecto fue reconstruido en un estudio. Eso s¨ª, da el pego. Los comerciantes saben que no pueden pasar la oportunidad. La ciudad de 28.000 habitantes quiere convertirse en un destino global que atraiga a esos espectadores a sus costas, parques nacionales donde se pegan largas carreras playeras, hoteles en enclaves naturales y su gigantesco Aquarium, que no solo Ziggy visitaba en la serie sino que inspir¨® el centro casi carcelario de Buscando Dory.

Desde los t¨ªtulos de cr¨¦ditos de anuncio tur¨ªstico, la serie trata de vender al espectador esa zona mirando al Pac¨ªfico, desde Carmel al parque nacional de Garrapata. A los locales les sigue llamando la atenci¨®n, aun as¨ª, algunas elecciones: "Muy lejos tienen que tener la casa del colegio para conducir por el puente de Bixby, a unos 40 kil¨®metros de Monterey", comenta una representante tur¨ªstica frente a este enorme monumento entre monta?as a una hora del centro de la ciudad. Mientras, un grupo de turistas fotograf¨ªan el enclave: "Ya era famoso antes de la serie". Una mentira no puede arruinar una buena vista.

Tampoco todas las casas est¨¢n en el paraje en el que rodaron durante 20 d¨ªas. El lujoso hogar de Renata (Laura Dern) se encuentra en Malib¨², a cinco horas en coche. Y la m¨¢s humilde del personaje de Woodley, en Pasadena. Aunque en Carmel tambi¨¦n hay mansiones de ensue?o, de las modernas con playa privada y cristaleras mirando al mar hasta las cl¨¢sicas y se?oriales, con precios que van de nueve millones (7,5 millones de euros) de d¨®lares a 41 (34 millones de euros).

Los turistas, que ya se olvidaron de que Clint Eastwood fue alcalde de Carmel o de que en sus casas han vivido estrellas como Brad Pitt, Clark Gable, Gene Hackman o incluso Hitchcock (que bas¨® en sus paisajes Los p¨¢jaros), acuden al hotel Hyatt Carmel Highlands ahora preguntando, como reconocen sus trabajadores, d¨®nde se ubic¨® la habitaci¨®n en la que estuvo Kidman. Ni ellos lo tienen muy claro, pero Monterey ya destila esa personalidad en el imaginario colectivo. Big Little Lies comienza a dise?ar un nuevo entorno en el subconsciente. Las sardinas dejan paso al lujo, las envasadoras a las mansiones con oscuros secretos, los romances a las mujeres poderosas.

Vuelta a California...

Big Little Lies es una miniserie cerrada. Los 10 episodios resuelven todos los misterios alrededor del asesinato ocurrido en la aparentemente perfecta Monterrey (California). Pero las actrices y los personajes cuajaron tan bien que la segunda temporada est¨¢ m¨¢s cerca de lo que muchos creer¨ªan.

El primer paso de HBO ha sido buscar en la fuente original para pedir una nueva historia a Liane Moriarty. La escritora asegura que no habr¨¢ otra novela, aunque s¨ª est¨¢ dispuesta a crear un nuevo conflicto alrededor de sus personajes en televisi¨®n. Si la idea gusta, la segunda temporada seguir¨¢ adelante.

Witherspoon y Kidman, productoras y protagonistas, adem¨¢s, se han mostrado encantadas de continuar una y otra vez. "Ambas pueden ser muy persuasivas", subrayaba hace en julio la directora de programaci¨®n de HBO, Casey Bloys. Argumentalmente quiz¨¢s no sea lo m¨¢s l¨®gico, pero tras el ¨¦xito de la propuesta y la predisposici¨®n de las partes, no parecen dispuestos a dejar pasar la oportunidad. En Monterey, parecen encantados. Diversas pinacotecas y miembros de la oficina de turismo ya ofrecen, medio en serio medio en bromas de hecho, sus servicios al canal durante la visita, a la m¨ªnima de cambio. Toda localizaci¨®n quiere dar el pego para la postal.

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Creador:?David E. Kelley.

Productora: HBO.

Episodios: Siete.

Formato: DVD (360 minutos).

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