El Teatro Real se atreve con ¡®Lucio Silla¡¯, ¡°una salvajada¡± de Mozart

Ciertos hitos creativos resultan tan extraordinarios como deprimentes. Orson Welles ten¨ªa apenas 26 a?os cuando film¨® Ciudadano Kane; un Miguel ?ngel tres a?os m¨¢s joven empez¨® a esculpir la Piedad. Y Wolfgang Amadeus Mozart no era m¨¢s que un adolescente cuando compuso Lucio Silla, una ¨®pera ¡°excepcional¡±, seg¨²n Joan Matabosch, director art¨ªstico del Teatro Real. ¡°No me explico que la escribiera a los 16 a?os. Contiene algunas de las arias m¨¢s dif¨ªciles para la voz humana de la historia¡±, explicaba esta ma?ana en la presentaci¨®n de la obra. Porque el coliseo ha apostado por complicarse la vida y abrir su temporada 2017/2018, la de su bicentenario, con Lucio Silla. La ¨®pera se representa por primera vez en Madrid, en nueve funciones, entre el 13 y el 23 de septiembre.

¡°Es una salvajada, un delirio, casi incantable y terror¨ªfica para los solistas¡±, insisti¨® Matabosch. Para su estreno en Mil¨¢n en 1772, Mozart dispuso de los mejores cantantes de la ¨¦poca. Y escribi¨® las arias a solo despu¨¦s de conocerlos, para llevar al l¨ªmite su poder¨ªo vocal. En las partituras, el compositor lo calcul¨® todo al mil¨ªmetro. Sin embargo, no pudo prever que su protagonista, el tenor Arcangelo Cortoni, enfermara justo antes del debut. A falta de sustitutos a la altura, se opt¨® por Bassano Morgnoni: es decir, un cantante ¡°mediocre, que jam¨¢s hab¨ªa actuado en un teatro y estaba aterrorizado¡±, seg¨²n Matabosch. De ah¨ª que Mozart reinventara su criatura: redujo el rol del tenor en favor de la orquesta, encargada de narrar todo lo que el protagonista o los dem¨¢s personajes ¡°no se atreven o no pueden contar¡±.

Pocos osaron acercarse, desde entonces, a Lucio Silla. ¡°Fue considerada obra de juventud de un autor genial, pero lastrada por su duraci¨®n excesiva [seis horas] y recitativos prolijos¡±, escribe el profesor de musicolog¨ªa Miguel ?ngel Mar¨ªn en un texto difundido por el Real. ?pera seria, temida por est¨¢tica y por sus arias largu¨ªsimas, se ocult¨® durante dos siglos. Y con ella su trama, inspirada en el dictador romano Lucio Cornelio Silla, tan irascible como imprevisible. Tan solo en 1950 empez¨® el rescate de la ¨®pera, que ahora contin¨²a el Real. ¡°Se ha mantenido la dificultad de la obra, no hemos hecho ninguna transposici¨®n de las arias, solo peque?os retoques¡±, relat¨® Ivor Bolton, director musical del teatro. El brit¨¢nico reconoci¨®, adem¨¢s, que se trata de una de las pocas ¨®peras de Mozart que ¡°nunca¡± ha representado.

El director de escena, Claus Guth, s¨ª lo hizo, en Viena, hace 12 a?os. La suya, para Matabosch, es ¡°la ¨²nica producci¨®n de Lucio Silla que funciona¡±. Y, aunque la obra se estren¨® hace m¨¢s de dos siglos, Guth considera que sus ecos llegan hasta hoy. En 2005, el alem¨¢n asoci¨® al dictador con el iraqu¨ª Saddam Hussein, escondido esos d¨ªas en un b¨²nker para escapar de los cazas estadounidenses. ¡°Es una obra centrada en alguien impredecible y, por eso, peligroso¡±, agreg¨® Guth. Y matiz¨®: ¡°Aunque no llegar¨ªa a decir que es sobre Donald Trump¡±. El reto que supone Lucio Silla, eso s¨ª, es todo un muro.