Muere Juan Jos¨¦ Delgado, un escritor de vocaci¨®n atl¨¢ntica

El mejor modo de hacer una semblanza de Juan Jos¨¦ Delgado (Valle San Lorenzo, Tenerife, 1949-2017) es decir que fue un humanista en el m¨¢s amplio sentido de la palabra, es decir, a la antigua usanza, cuando sab¨ªamos que un humanista es aquel que conf¨ªa plenamente en la cultura como motor de salvaci¨®n de la humanidad, tal y como expuso en su discurso de ingreso en la Academia Canaria de la Lengua, titulado, precisamente, Literatura, Humanismo, Educaci¨®n.

Juan Jos¨¦ Delgado destac¨® como novelista, poeta, ensayista, profesor y promotor de revistas y suplementos literarios. Fue un escritor de esos que se sienten tan sinceramente recompensados con la escritura misma que siempre hu¨ªa de actos o distinciones. T¨ªmido, discreto. Su ¨²ltimo libro es C¨¢scaras (Baile del Sol, 2017), un volumen de relatos que quiso presentar este mismo mes si la enfermedad no lo hubiese impedido. Sus principales novelas son Canto de verdugo y ajusticiados, La fiesta de los infiernos y La trama del arquitecto, novelas con gran car¨¢cter simb¨®lico donde el autor propone relecturas de los totalitarismos para llamar la atenci¨®n sobre los males de las sociedades contempor¨¢neas.

Public¨® adem¨¢s cinco libros de poes¨ªa (Los cielos que escalamos es de finales de 2016), dos libros de cuentos y tambi¨¦n edit¨® ensayos y antolog¨ªas tan fundamentales como Por lugares de la modernidad literaria (donde estudia la narrativa, en particular la novela aleg¨®rica, casos de Saramago o Cormac McCarthy, adem¨¢s de la literatura insular) o las antolog¨ªas del cuento canario, como la publicada por Alfaguara en 2004, Los mejores relatos canarios del siglo XX.

Su labor intelectual, cr¨ªtica, es, sin embargo, crucial si se quiere entender el discurso de la literatura canaria contempor¨¢nea. Sin ir m¨¢s lejos, sin sus publicaciones no se entender¨ªa el fen¨®meno fetasiano, esa generaci¨®n de escritores tan singular que protagoniz¨® la escena literaria canaria durante gran parte del siglo pasado gracias a autores como Rafael Arozarena o Isaac de Vega.

Delgado dedic¨® su vida a la docencia. Cientos de alumnos disfrutaron de sus clases en la Universidad de La Laguna, donde fue catedr¨¢tico de Filolog¨ªa Hisp¨¢nica. El escritor, ejercitando esa vocaci¨®n humanista que le caracterizaba, traslad¨® tambi¨¦n sus inquietudes a la creaci¨®n de revistas culturales y suplementos literarios en medios de comunicaci¨®n. Fue director de dos de las revistas literarias m¨¢s importantes de la historia de Canarias ¡ªFetasa y Cuadernos del Ateneo de La Laguna, entre otras¡ª, pero tambi¨¦n fue el impulsor del suplemento cultural de la extinta Gaceta de Canarias. Estas revistas se caracterizan por propiciar el entendimiento y difusi¨®n de las literaturas insulares atl¨¢nticas, en especial Madeira, Cabo Verde, Azores, con las que manten¨ªa estrechas relaciones en busca de las singularidades culturales de la ¡°comarca atl¨¢ntica¡±.

Cre¨ªa firmemente en el poder de redenci¨®n de la cultura. Sab¨ªa que es imperioso rehumanizar el mundo para que sea un mundo habitable y sab¨ªa que el ser humano, si no quiere pasarse la vida desnortado, necesita educaci¨®n, sentido de la cultura, m¨¢s humanidad.