Viaje en el tiempo para conectar con el espectador

Ramiz hab¨ªa desaparecido. La polic¨ªa y los vecinos le buscaron por todo el edificio, pero ya no estaba. Ni siquiera las c¨¢maras de seguridad recogieron el momento en el que el cuerpo del ni?o de 12 a?os, que yac¨ªa en el suelo tras recibir un disparo en la cabeza, se desvaneci¨®. Su hermano Rayham sab¨ªa lo que hab¨ªa pasado: era otro de sus viajes en el tiempo. Pero esa vez fue especial. Era el viaje definitivo. El que le devolvi¨® la memoria al protagonista de The Bulk y el que dej¨® al espectador con un enredo mental, a medio camino entre la f¨ªsica cu¨¢ntica y la ciencia ficci¨®n, que le obliga a volver a ver el corto ecuatoriano para resolver sus dudas.

¡°?Te ha sorprendido?¡±, pregunta el director Daniel Santos. ¡°Porque eso es lo importante¡±, defiende. El cineasta de 28 a?os, cuencano afincado en Guayaquil, forma parte de la nueva generaci¨®n de creadores ecuatorianos que prefiere hablar de proyectos de entretenimiento en lugar de cine social o documental. Por eso, lanza este proyecto, el segundo para ¨¦l. Est¨¢ grabado con un iPhone 5s en seis d¨ªas (m¨¢s nueve meses de una edici¨®n que fue complic¨¢ndose por etapas) y pretende demostrar que no hacen falta grandes inversiones ni costosos c¨¢maras para enganchar al p¨²blico. Lo fundamental es tener una buena historia, ¡°pero aqu¨ª te dicen que lo importante es trabajar con buenos equipos porque la historia se va puliendo despu¨¦s¡±.

Estudia en la Universidad de las Artes -para extender sus contactos m¨¢s que para formarse-, pero es cr¨ªtico con la academia y con la industria ya establecida. ¡°Aqu¨ª fallan las historias¡±, se lamenta hablando del ecosistema cinematogr¨¢fico nacional. Para ¨¦l, el futuro est¨¢ en unir las creaciones de autor con historias digeribles e incluso comerciales. Para su corto, el futuro est¨¢ en la web. The Bulk se estrenar¨¢ en el Festival Internacional de Cine de Guayaquil el pr¨®ximo 20 de septiembre pero no ir¨¢ a la gran pantalla. Su plataforma ser¨¢ internet. Y espera que el espectador se enganche tanto que lo vea dos o tres veces.