La brusca languidez adolescente
La buena acogida de la excelente 'La idea de un lago' ha permitido recuperar para nuestros cines comerciales la in¨¦dita ¨®pera prima de Milagros Mumenthaler
ABRIR PUERTAS Y VENTANAS
Direcci¨®n: Milagros Mumenthaler.
Int¨¦rpretes: Mar¨ªa Canale, Martina Juncadella, Ail¨ªn Salas, Juli¨¢n Tello.
G¨¦nero: drama. Argentina, 2011.
Duraci¨®n: 99 minutos.
La buena acogida de la excelente La idea de un lago, estrenada en Espa?a hace apenas seis meses entre alabanzas cr¨ªticas, ha permitido recuperar para nuestros cines comerciales Abrir puertas y ventanas, la in¨¦dita ¨®pera prima de Milagros Mumenthaler, tambi¨¦n estupenda, y donde se vislumbran algunos de los mejores recursos formales desplegados por la directora argentina en aquella f¨¢bula on¨ªrica sobre la ausencia.
Un onirismo colorista que, de todos modos, aqu¨ª nunca aparece, centr¨¢ndose Mumenthaler en una cotidianidad con exquisito tratamiento del espacio, y esos cadenciosos movimientos de c¨¢mara por habitaciones revueltas, llenas de ropa tirada, peluches, cacerolas sin fregar y, en definitiva, vida adolescente. Las tres hermanas protagonistas de la pel¨ªcula, entre el tedio y la prisa de la edad, entre el nervio y la calma, pasando del todo a la nada y de la nada al todo en apenas un instante, son descritas por su autora con la conciencia y la experiencia de lo ya visitado, casi como una extensi¨®n dram¨¢tica de su corto del a?o 2004 El patio.
Mumenthaler, con un aire desesperanzado que recuerda al sopor adulto de La ci¨¦naga, de Lucrecia Martel, pero en versi¨®n juvenil, despliega desde dentro sus m¨²sicas dieg¨¦ticas con la exactitud de los grandes. Canciones que no solo dotan de atm¨®sfera a una pel¨ªcula fascinante sino que definen a sus personajes en un universo hogare?o, sin adultos que interfieran, donde las tres chicas se acarician tanto como se rechazan. A trav¨¦s de bell¨ªsimos encuadres que, sin embargo, nunca son gratuitamente est¨¦ticos, la directora argentina sabe otorgar a su paseo por la independiente soledad adolescente de un raro desparpajo que se completa con la expresividad de las actrices y la notable cadencia de la informaci¨®n.
De este modo, el cari?o y la burla, el mimo y la brusquedad de las contradictorias j¨®venes, con sus ¨¢speros modos de mostrar la languidez, confluyen en el esp¨ªritu de la canci¨®n de culto Train song, cl¨¢sico setentero de la brit¨¢nica Vashti Bunyan, como reflejo de un nuevo hippismo casero de mando a distancia y libreta colegial de muelles.
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