¡®?C¨®mo lo ves?¡¯ Mal

La calidad ya ha sido descrita, aunque es indescriptible. Hablemos de la responsabilidad. La responsabilidad de ?C¨®mo lo ves?, que inaugur¨® el domingo Televisi¨®n Espa?ola en un horario que otrora fue de gran fortuna, es de la cadena p¨²blica; por tanto, del Estado. El dinero con el que se sufraga este adefesio sin sintaxis, en el que reina a su mayor gloria Carlos Herrera, es por tanto de todos los espa?oles, tambi¨¦n lo ser¨¢, por supuesto, de Carlos Herrera.

La cantidad de detritus que soporta ese formato inaugural debe avergonzar a quienes lo pagan, que somos todos. En estas circunstancias que vive Espa?a ni lo merece este pa¨ªs ni lo merece la televisi¨®n, a la que grandes profesionales del medio, desde su inicio, han contribuido con esfuerzo y calidad en tiempos mucho peores que este. Recurrir a la escatolog¨ªa, que no era s¨®lo de los intervinientes, seleccionados para hacer ruido, sino del propio presentador, interesado por ejemplo en saber si unas gemelas har¨ªan tr¨ªo, es no s¨®lo lamentable: debe avergonzar a los intervinientes, tan sueltos como el coordinador.

Que eso ocurriera en un momento de enorme gravedad nacional (los incendios en Galicia, que ya hab¨ªan causado dos muertos mientras se emit¨ªa el programa) a?ade gravedad a ese disparate. Adem¨¢s de atentar contra la est¨¦tica de una televisi¨®n que deber¨ªa ser emblema profesional (que lo ha sido, que a pesar de todo sigue si¨¦ndolo en otros ¨¢mbitos informativos), averg¨¹enza que no se aprovechara el directo (o la simulaci¨®n del directo: en alg¨²n momento Herrera dice que son las once de la noche, mirando su reloj) para conectar las veces que hiciera falta (como s¨ª hizo La Sexta) con los escenarios de la terrible desgracia de los montes gallegos. La carcajada que se produc¨ªa en el escenario de TVE, del presentador, de sus contertulios, contrastaba hasta la n¨¢usea con lo que estaba de veras sucediendo en el pa¨ªs al que supuestamente se dirig¨ªan.

Ahora est¨¢ en marcha una reforma de la radiotelevisi¨®n p¨²blica. Los legisladores deben ver este programa antes de acabar sus debates; a continuaci¨®n han de deplorarlo y finalmente han de aconsejar a Radiotelevisi¨®n Espa?ola que, atendiendo a su buena historia, en la que hay lunares tan gruesos como este de ?C¨®mo lo ves?, instarles a los programadores de tal bodrio insolente que pidan disculpas a una audiencia que ya tiene la dosis suficiente de inmundicia en el dial como para pagar, adem¨¢s, algo que no merece ser incluido en una televisi¨®n del Estado.