El ¡®Zarat¨¢n¡¯ de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez con dibujos de Alberto Beltr¨¢n vuelve a las librer¨ªas
La edici¨®n americana del libro, publicada en 1946, regresa a M¨¦xico por la Feria de Guadalajara
Recuperar Zarat¨¢n, el relato corto escrito por el Nobel espa?ol Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, es a la literatura lo que a la arquitectura ser¨ªa la restauraci¨®n de un monumento abandonado. Niebla, una editorial onubense. y la fundaci¨®n de Moguer (Huelva) que lleva el nombre del autor, han asumido el reto y han rescatado la obra publicada en El Sol en 1936 y reeditada diez a?os despu¨¦s en M¨¦xico con grabados de Alberto Beltr¨¢n, el pintor del pa¨ªs norteamericano que, entre otros, fue reconocido con el premio Nacional de Ciencias y Artes. El trabajo se presentar¨¢ este 28 de octubre en Huelva y poco despu¨¦s en la Feria del Libro de Guadalajara (M¨¦xico).
¡°La nueva edici¨®n es mejor que la de M¨¦xico¡±, afirma orgullosa Carmen Hern¨¢ndez-Pinz¨®n, responsable del legado del escritor e incasable promotora de la recuperaci¨®n de su obra, pese a las reticencias de las editoriales.
Esta cautela la ha salvado Niebla, una empresa onubense cuyo responsable, Rafael P¨¦rez, ha asumido la aventura de poner luz sobre la vida y obra de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez. Su anterior edici¨®n ha sido La cocina de Zenobia, un trabajo de investigaci¨®n sobre la pareja a trav¨¦s de su relaci¨®n con los alimentos y los aspectos m¨¢s cotidianos de su vida. ¡°El Zarat¨¢n ya solo se pod¨ªa encontrar en las librer¨ªas de viejo, pese a su enorme valor literario¡±, destaca P¨¦rez.
De la misma opini¨®n es Antonio Ram¨ªrez Almanza, director de la Fundaci¨®n Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, quien resalta la ¡°fuerza y contundencia¡± de este microrrelato que desvela al autor m¨¢s multidisciplinar. La obra llegar¨¢ a Guadalajara como un homenaje m¨¢s del 525 aniversario del viaje de Col¨®n a Am¨¦rica, el encuentro de dos mundos que se han acogido durante cinco siglos arropados por la lengua.
Zarat¨¢n es una herencia del ¨¢rabe sara?¨¡n, que significa cangrejo, y que se ha convertido en sin¨®nimo de c¨¢ncer. Juan Ram¨®n Jim¨¦nez recurre a esta palabra, popular entre los moguere?os (hoy existe un bar en el pueblo llamado as¨ª), para narrar la imaginaria lucha de un adolescente Josefito, quien Antonio Ram¨ªrez considera que es una imagen del propio autor, contra el cangrejo que se est¨¢ ¡°comiendo viva¡± a Cinta Mar¨ªn, un personaje real del pueblo.
Josefito lucha desesperadamente por matar con su navajita de los pi?ones a todos los alacranes que encuentra entre las piedras del monte que le sirvi¨® de inspiraci¨®n a Juan Ram¨®n. Ese paraje, cuyo epicentro es Fuentepi?a, donde el poeta escribi¨® 32 de sus obras y enterr¨® a Platero, ardi¨® el pasado 16 de octubre por el abandono de los propietarios y la Administraci¨®n, incapaces de proteger ese espacio despu¨¦s de frustrados intentos.
La pelea de Josefito por salvar a la mujer es tambi¨¦n contra el pueblo y sus supersticiones. ¡°Todos, todas miraban a Cinta Mar¨ªn, reci¨¦n viuda, con pena o miedo o l¨¢stima o repulsi¨®n. Pero ninguna, ninguno, nadie pod¨ªa quitarle el zarat¨¢n del pecho. Ni la curandera de Valverde del Camino, que ten¨ªa gracia en la lengua, ni los curas, ni los m¨¦dicos de Moguer con sus ant¨ªdotos ni sus mejunjes, ni los mejores y m¨¢s pedantes m¨¦dicos de Huelva, de Sevilla, de C¨¢diz¡±, escribe Juan Ram¨®n Jim¨¦nez.
Esa mujer, que ¡°pasaba de negro riguroso, de doble luto total¡±, arrastra una triple pena: la muerte de su esposo, su enfermedad y la condena popular. ¡°Algunos murmuraban que Cintita Mar¨ªn no era tan santita como parec¨ªa; que estaba condenada, pose¨ªda del demonio, perdida, maldita para siempre, porque hab¨ªa hecho esto y lo otro¡±, narra el autor en este extraordinario relato.
A la magia de las palabras se unen en esta edici¨®n los dibujos de Alberto Beltr¨¢n, un joven grabador mexicano poco conocido en 1946 a quien el poeta, que tambi¨¦n fue pintor, le conf¨ªa el relato gr¨¢fico de su obra. ¡°Juan Ram¨®n no era muy amigo de las ilustraciones, pero lo autoriz¨®¡±, resalta Antonio Ram¨ªrez. ¡°Fue un gran apoyo para los j¨®venes¡±, a?ade Carmen Hern¨¢ndez-Pinz¨®n.
Alberto Beltr¨¢n, tras su trabajo con el poeta andaluz, se consolida y es reconocido, entre otros, con los premios Nacional de Grabado, Bienal Interamericana de Pintura y el de Periodismo, por sus caricaturas de pol¨ªticos y los reflejos de la corrupci¨®n.
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