El fuego arrasa la finca donde est¨¢ enterrado ¡®Platero¡¯

El fuego ha arrasado la finca de Moguer (Huelva) m¨¢s importante en la vida y obra del premio Nobel de Literatura Juan Ram¨®n Jim¨¦nez. Las llamas, que presentaron m¨¢s de un foco de inicio, lo que hace pensar en la intencionalidad del incendio, han quemado Fuentepi?a y se han quedado a los pies del pino centenario donde est¨¢ enterrado Platero, el burro protagonista de la universal obra del poeta.

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Carmen Hern¨¢ndez-Pinz¨®n, responsable del legado del escritor, ha informado, desolada, de los da?os causados por el fuego en un paraje donde Juan Ram¨®n Jim¨¦nez escribi¨® 32 libros. La heredera afirma que fue all¨ª donde cre¨® "lo mejor de su obra". Bajo la sombra de los pinos escribi¨® el autor andaluz versos tan reconocibles como este de Poemas agrestes (1910-1911): Y yo me ir¨¦ / Y se quedar¨¢n los p¨¢jaros cantando / Y se quedar¨¢ mi huerto con su verde ¨¢rbol / y con su pozo blanco.

Hern¨¢ndez-Pinz¨®n lament¨® que el entorno a¨²n no est¨¦ protegido, ya que los intentos de declarar el paraje como Bien de Inter¨¦s Cultural por parte de la Junta de Andaluc¨ªa han sido rechazados por los tribunales, y sus propietarios y la administraci¨®n han sido incapaces de acordar la delimitaci¨®n y salvaguarda de la zona ante siniestros como el ocurrido.

El pino bajo el que yace Platero s¨ª est¨¢ declarado como especie singular por Medio Ambiente, pero esta figura es insuficiente para defender el espacio, situado a dos kil¨®metros del pueblo de Moguer, de percances como el incendio registrado.

Los bomberos han conseguido controlar las llamas antes de que afectaran a la casa de verano del poeta entre 1906 y 1910, pero el fuego se ha quedado a los pies del ¨¢rbol inmortalizado por Juan Ram¨®n Jim¨¦nez en su obra. No tuvo la misma suerte el Pino de la Corona, que muri¨® en los a?os ochenta y donde ahora hay un ejemplar plantado por los escolares de Moguer en homenaje al poeta.

Fuentepi?a fue inscrita en el Cat¨¢logo General del Patrimonio Hist¨®rico Andaluz como Bien de Inter¨¦s Cultural, pero los propietarios recurrieron la protecci¨®n. El objetivo era proteger el paraje y la casa en un conjunto que inclu¨ªa la casa natal del poeta, el pante¨®n donde descansan sus restos y los de su esposa, Zenobia Camprub¨ª, y la Casa Museo Zenobia y Juan Ram¨®n, con todo su contenido. Pero los due?os han paralizado el proceso al alegar que no fueron informados ni se les concedi¨® el tr¨¢mite de audiencia, as¨ª como la deficiente delimitaci¨®n de la zona afectada. Ya en 2004, otro error administrativo impidi¨® el primer intento de salvaguardar el espacio hist¨®rico.

La falta de protecci¨®n de este entorno ha supuesto la vandalizaci¨®n de la casa, que ha llegado a ser ocupada ilegalmente, y que haya sufrido todo tipo de destrozos.