Muere la pintora realista Isabel Quintanilla a los 79 a?os
La artista form¨® parte del grupo de creadores que trabaj¨® en Madrid desde los a?os 50, encabezado por Antonio L¨®pez
Aunque ella prefer¨ªa ser calificada como figurativa y no realista, lo cierto es que Isabel Quintanilla (Madrid, 1938) era una de las figuras esenciales del grupo conocido como Realistas madrile?os, todos nacidos en torno a los a?os de la Guerra Civil y autores de una obra centrada en la naturaleza m¨¢s cotidiana. Esposa del escultor Francisco L¨®pez Hern¨¢ndez, fallecido el 8 de enero de este a?o, Isabel Quintanilla muri¨® el pasado martes en su domicilio de Brunete (Madrid), a los 79 a?os de edad, ha informado hoy, mi¨¦rcoles, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, sede de la gran exposici¨®n Realistas de Madrid, entre febrero y mayo de 2016.
La muestra del Thyssen supuso un solemne y emotivo final a toda una vida dedicada a una opci¨®n art¨ªstica que no siempre hab¨ªa sido bien recibida entre la cr¨ªtica y el propio mundo del arte. Con Antonio L¨®pez a la cabeza, el m¨¢s famoso de todos ellos, el grupo estaba formado por los hermanos y escultores Julio L¨®pez Hern¨¢ndez (Madrid, 1930) y Francisco L¨®pez (Madrid, 1932), Isabel Quintanilla (Madrid, 1938), esposa de Francisco; Mar¨ªa Moreno (Madrid, 1933), esposa de Antonio L¨®pez; Esperanza Parada (San Lorenzo del Escorial, 1928-Madrid, 2011) y Amalia Avia (Santa Cruz de la Zarza, Toledo, 1930-Madrid, 2011). Con el abandono por enfermedad de Mar¨ªa Moreno, era Isabel Quintanilla la ¨²ltima representante femenina del grupo que segu¨ªa en activo.
Quintanilla ingres¨® en 1953 en la Escuela Superior de Bellas Artes, finalizando sus estudios seis a?os despu¨¦s. En ese periodo conoci¨® a Antonio L¨®pez y a Francisco L¨®pez Hern¨¢ndez, y surgi¨® entre ellos una gran amistad.
Mujer de fuerte car¨¢cter y gran personalidad, en las v¨ªsperas de la exposici¨®n del Thyssen explicaba que la opci¨®n de pintar Madrid surgi¨® por la sencilla raz¨®n de que casi todos hab¨ªan nacido o viv¨ªan en la capital. De hecho, en la d¨¦cada de los 50 y 60 vivieron en la zona de casitas bajas que existe junto a la Plaza de Castilla, la misma zona en la que todav¨ªa vive Antonio L¨®pez con su esposa.
Como dice Guillermo Solana, director art¨ªstico del Thyssen y comisario de la exposici¨®n dedicada al realismo, la muestra fue para muchos un gran descubrimiento de las pinturas de Quintanilla. ¡°En su obra de los a?os sesenta y setenta hay algo radical, un rigor sin concesiones. Un vaso de Duralex en un alf¨¦izar o un trozo de muro dibujados o pintados por ella tienen una serenidad y una verdad que no se puede olvidar. Como persona, era una mujer llena de energ¨ªa, de luz¡±.
Cuando entonces se le pregunt¨® a Quintanilla sobre el precio que hab¨ªa tenido que pagar por defender la figuraci¨®n a contracorriente con las tendencias internacionales, respondi¨® que puede que no hubieran sido entendidos dentro de Espa?a, pero que su obra s¨ª hab¨ªa sido perfectamente comprendida fuera. Autora lenta y preciosista (no m¨¢s de tres o cuatro cuadros al a?o) cont¨® que casi toda su producci¨®n hab¨ªa sido vendida en Alemania, pa¨ªs en el que contaba con coleccionistas muy fieles. Por eso no sorprende que su obra forme parte de las colecciones permanentes de numerosos museos y colecciones extranjeros: The Baltimore Museum of Art, la National Galerie de Berl¨ªn, el St?dtische Kunstsammlungen de Darmstadt, la Hamburger Kunsthalle de Hamburgo, el Museum Athenaeum de Helsinki, la Bayerische Saatsgem?ldesammlung de M¨²nich, el Neues Museum de Nuremberg, la Staatsgalerie de Stuttgart, el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden o el Smithsonian Institution, de Washington. En Espa?a forma parte de la colecci¨®n del Banco de Espa?a y del Conde Duque, en Madrid.
El viernes 3 de noviembre, a las 19.00, se celebrar¨¢ un funeral en la Parroquia de la Asunci¨®n de Nuestra Se?ora, en Brunete.
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