Siria, literatura bajo los escombros
A pesar de la guerra los escritores sirios se imponen dentro de las letras ¨¢rabes a potencias tradicionales como la egipcia y la libanesa

Hace tiempo que los sirios han perdido la confianza en casi todo: en las instituciones internacionales, en la pol¨ªtica, en la guerra y a menudo hasta en la paz. Es m¨¦rito incontrovertible de la brutalidad del r¨¦gimen de los Asad, con el auxilio impagable de los yihadistas y el mutis de la llamada comunidad internacional. Y sin embargo, esos mismos sirios a¨²n encuentran medios casi imposibles con que alimentar su capacidad de resiliencia frente a la violencia estructural, los bombardeos y las armas qu¨ªmicas. Ni siquiera la reciente ca¨ªda del basti¨®n del ISIS en Raqqa les garantiza un porvenir digno de tal nombre.
Uno de esos recursos, muy sirio, pr¨¢cticamente perdido en otras latitudes, es la fe en la fuerza de las palabras, en la capacidad performativa del simple hecho de contar y recontar lo que pasa. Un narrar sin truco, sin grandilocuencia ni argucias dial¨¦cticas, dejando que lo que se cuenta discurra por s¨ª solo, para recordarlo uno mismo y record¨¢rselo a los otros, con la convicci¨®n de que en contar ¡°lo que pasa¡± est¨¢ en juego algo m¨¢s que la salvaci¨®n personal de la locura: en la guerra de Siria se juega el futuro de la democracia en Oriente Pr¨®ximo, que es lo mismo que decir la estabilidad de Europa. Mirar para otro lado, actitud que se ha naturalizado entre los europeos de pro, es querer negar un Mediterr¨¢neo compartido y seguir alimentando el fondo de las aguas con refugiados, como si la geograf¨ªa y la historia pudieran ignorarse.
Narrar sin truco
El caparaz¨®n. Diario de un mir¨®n en las c¨¢rceles de Al-Asad. Mustafa Khalifa. Traducci¨®n de Ignacio Guti¨¦rrez de Ter¨¢n y Naom¨ª Ram¨ªrez D¨ªaz. Ediciones del Oriente y del Mediterr¨¢neo, 2017.
Pa¨ªs en llamas. Los sirios en la revoluci¨®n y en la guerra. Robin Yassin-Kassab y Leila al Shami. Traducci¨®n de Bego?a Valle. Capit¨¢n Swing, 2017.
Diario del asedio a Duma, 2013. Samira Khalil. Edici¨®n de Yassin al-Haj Saleh. Traducci¨®n de Naom¨ª Ram¨ªrez D¨ªaz. Ediciones del Oriente y del Mediterr¨¢neo, 2017.
El loco de la plaza Libertad. Hassan Blasim. Traducci¨®n de Amelia P¨¦rez de Villar. Galaxia Gutenberg, 2016.
La frontera. Memoria de mi destrozada Siria. Samar Yazbek. Traducci¨®n de Carol Hoffman, Carla L¨®pez y Silvia Moreno. Stella Maris, 2015.
Fragmentos de Bagdad. Sinan Antoon. Traducci¨®n de Mar¨ªa Luz Comendador. Turner, 2014.
Yo, el m¨¢s inteligente de Facebook. Aboud Saeed. Traducci¨®n de Eduardo Vetere. Mardulce, 2013.
Elogio del odio. Khaled Khalifa. Traducci¨®n de Cora Cebza. Lumen, 2012.
Los sirios no acostumbran a alzar la voz, pero no dejan de pedir la palabra una y otra vez, en los foros internacionales, en los campamentos de refugiados, en el exilio y bajo asedio en su propio pa¨ªs. No se les suele prestar mayor atenci¨®n. Tres libros recientemente aparecidos dan cuenta de sus penurias: la novela El caparaz¨®n, de Mustafa Khalifa, un peque?o mito para la infortunada generaci¨®n siria de los ochenta que ha sufrido nada menos que la represi¨®n de Asad padre y Asad hijo, una narraci¨®n espeluznante de toda suerte de atrocidades en una c¨¢rcel cualquiera del r¨¦gimen; el ensayo-reportaje Pa¨ªs en llamas. Los sirios en la revoluci¨®n y en la guerra, de Robin Yassin-Kassab y Leila al Shami, dos autores con un pie en Siria y otro en Reino Unido que hacen una cr¨®nica, a partir de las voces de sus protagonistas, del estallido revolucionario y su secuestro por asadistas y yihadistas; y el Diario del asedio a Duma 2013, de Samira Khalil, una recopilaci¨®n de las notas personales de esta activista por los derechos humanos secuestrada junto con otros tres compa?eros hace cuatro a?os, todos ellos desparecidos. Tres libros muy recomendables para conocer desde dentro el infierno sirio.
Mustafa Khalifa no se considera escritor, quisiera no haber tenido que escribir El caparaz¨®n (2017), su ¨²nica novela. Desde el exilio en Par¨ªs, no acaba de explicarse por qu¨¦ no pudo dejar de hacerlo si ¨¦l, sobre todo, se considera un mir¨®n o, en t¨¦rminos art¨ªsticos, un cineasta. Khalifa casi parece no reconocer su obra, cuya verdad teme, pues El caparaz¨®n sumerge al lector en el terror y el odio que se incuban en las v¨ªctimas de las c¨¢rceles de la dictadura siria, donde el autor pas¨® 13 a?os. Con todo, para Khalifa no hay heroicidad ni en la prisi¨®n ni en la liberaci¨®n, ambas son forzadas, pues ¡°el h¨¦roe verdadero jam¨¢s lo es por surcar un camino que le ha sido impuesto¡±. Su peripecia personal, la de un cristiano con simpat¨ªas comunistas al que las autoridades detienen por hermano musulm¨¢n, es un sinsentido que sucede en un tiempo fuera del tiempo y del espacio: en ning¨²n momento se dan nombres de lugares, personajes o acontecimientos hist¨®ricos, no hacen falta, ser¨ªan anecd¨®ticos ante la criminalidad sist¨¦mica denunciada. Y en ello radica la fuerza de lo contado y su actualidad. Las atrocidades de las c¨¢rceles de los Asad no han conocido soluci¨®n de continuidad. Recientemente Amnist¨ªa Internacional ha calificado de ¡°matadero humano¡± la prisi¨®n de Saydnaya, en la que habr¨ªan sido asesinados entre 5.000 y 13.000 personas en cinco a?os (2011-2015).
¡®El caparaz¨®n¡¯ es todo un mito para la infortunada generaci¨®n que ha sufrido la represi¨®n de los dos Asad
La formaci¨®n y el arraigo de la dictadura de los Asad son cuestiones fundamentales para comprender el estallido revolucionario popular de 2011 y su posterior deriva b¨¦lica. Ignorar el car¨¢cter criminal y sectario del r¨¦gimen, como hace un sector negacionista de la izquierda occidental, es alimentar el falso mito de una Siria antiimperialista, que tanto da?o ha hecho a la causa de la libertad en este pa¨ªs y cuyas consecuencias vienen sufriendo varias generaciones desde el golpe de Estado de Hafez al Asad en 1970. Pa¨ªs en llamas explica con penetraci¨®n estos antecedentes para adentrarse luego en la cr¨®nica de la revoluci¨®n desde abajo y en c¨®mo se militariz¨® el conflicto. En el relato coral que presentan Yassin-Kassab y Al Shami se mezclan voces de toda condici¨®n, sin que falte una dolorosa cr¨ªtica a las ¨¦lites sirias y una pertinente reivindicaci¨®n de la nueva cultura creada por la revoluci¨®n. Si bien la cr¨®nica de los autores finaliza en 2015, el ep¨ªlogo sabe se?alar los factores que han condicionado las recientes met¨¢stasis de la guerra: la intervenci¨®n neoimperial de Rusia, la volatilidad de los apoyos estadounidenses a los rebeldes, el enquistamiento del Estado Isl¨¢mico, las rivalidades entre Turqu¨ªa, Arabia Saud¨ª y Qatar y la lucha de Ir¨¢n por consolidar su hegemon¨ªa. Todo lo que pod¨ªa empeorar, ha empeorado.

Samira Khalil desapareci¨® en diciembre de 2013 junto con Razan Zaituneh, Wael Hammada y Nazem Hamadi, secuestrados por milicias yihadistas. Se hab¨ªan refugiado en Duma, a pocos kil¨®metros de Damasco, perseguidos por el r¨¦gimen. Los yihadistas y Asad comparten objetivos, el primero de ellos acabar con la libertad de conciencia. El Diario de Samira Khalil re¨²ne sus notas personales y algunos post de su Facebook, recuperados casi por azar por su marido, Yassin al-Haj Saleh, destacado ensayista sirio que se ha ocupado de la edici¨®n de este valioso y emocionante documento. ¡°No ten¨ªa intenci¨®n de escribir: solo escribo para contar lo que pasa¡± es la confesi¨®n con que se abre este Diario del oto?o de 2013. Y lo que pasa en Duma es una masacre cotidiana con responsables en distinto grado: el Ej¨¦rcito asadiano, que tiene asediada la ciudad; los grupos yihadistas rivales, que cortan el abastecimiento de productos b¨¢sicos seg¨²n convenga a sus rencillas; las agencias de ayuda internacional, que la han abandonado; la Administraci¨®n norteamericana y sus socios del Golfo, que se sirven de la poblaci¨®n asediada para sus mercadeos geopol¨ªticos¡ Lo m¨¢s sorprendente de estas p¨¢ginas es que a pesar de la dureza extrema de muchos retazos, Samira Khalil se repite a s¨ª misma que hay futuro, que la libertad llegar¨¢ a pesar del hambre, la falta de medicinas y el fr¨ªo, tanto m¨¢s letales que las bombas, los francotiradores y el gas sar¨ªn. Samira, militante comunista que tambi¨¦n conoci¨® las c¨¢rceles de Asad padre, encarna en su d¨ªa a d¨ªa la convicci¨®n de muchos sirios de que la crueldad y la tergiversaci¨®n hist¨®rica acabar¨¢n por sucumbir ante la fuerza de la empat¨ªa y la solidaridad de los desheredados. Samira sigue desaparecida, y la revoluci¨®n secuestrada.
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