La superluna de Amaral llega a su fin
La banda cierra con ¨¦xito su gira ¡®Nocturnal¡¯, tras dos a?os y medio de conciertos, en un abarrotado WiZink Center de Madrid
El escenario se convirti¨® en una gran noche estrellada y una inmensa luna conquist¨® el WiZink Center cuando Eva Amaral, con su elegante vestido de una sola pieza, dijo: ¡°Esta vez va a ser la ¨²ltima noche que salga la superluna¡±. Se cerraba la gira de Nocturnal en Madrid, tras dos a?os y medio recorriendo toda Espa?a y parte de Latinoam¨¦rica, y el concierto de Amaral apenas llevaba 20 minutos. Suficiente tiempo para entender c¨®mo algunas despedidas son algo m¨¢s que un simple adi¨®s. Son una forma de crecimiento personal, incluso en la m¨²sica, ese lugar invisible donde todo pasa por unos acordes y unas letras que pueden hablar por nosotros mejor que nosotros mismos.
Con el pre¨¢mbulo de la Velvet Underground sonando por los altavoces, Amaral dec¨ªan adi¨®s a una etapa que ha demostrado que este d¨²o zaragozano formado por Eva y Juan Aguirre, m¨¢s el acompa?amiento de un grupo con guitarra, bater¨ªa y ¨®rgano, est¨¢ en un estado de forma envidiable. Pero algo m¨¢s importante: su apuesta por su cancionero, rompiendo los cors¨¦s de la radiof¨®rmula para instalarse en una dimensi¨®n propia a medio camino del universo indie y la canci¨®n de autor, se ha convertido en una referencia del pop-rock espa?ol. Amaral son unos cl¨¢sicos en vida en este pa¨ªs que alumbr¨® a Nacha Pop, Radio Futura y Gabinete Caligari. Amaral, con sus grandes ¨¦xitos como Sin ti no soy nada o C¨®mo hablar pero tambi¨¦n con sus incursiones en un mundo mucho m¨¢s crudo que no siempre les sali¨® bien, se han erigido en una banda grande, llenando las m¨¢s de 16.000 localidades del WinZik Center de Madrid y aportando una visi¨®n personal al cancionero espa?ol.
Amaral son grandes como esa luna que custodi¨® su concierto. Con su particular carisma, Eva se contorneaba imparable cuando encaraba en los primeros compases canciones como Unas veces se gana y otras se pierde, Revoluci¨®n, Kamikaze y Salir corriendo. Se mov¨ªa como electrificada mientras Juan Aguirre punteaba la guitarra para dar rienda suelta a ese sonido surcando los caminos de Television pero tambi¨¦n de The Smiths.
Han pasado dos d¨¦cadas -se dice pronto- desde que Amaral llegasen a Madrid con el fin de tocar en los garitos de Madrid y convertirse en m¨²sicos profesionales. Anoche, Eva lo explicaba ante una audiencia entregada. La cantante y compositora dec¨ªa de ¡°la Boca del Lobo en 1997¡±, un bar diminuto de Madrid, al pabell¨®n en aforo grande de la consagraci¨®n musical. Y hablaba de ¡°viajar en el tiempo¡±. El tiempo que se detuvo cuando tocaron cl¨¢sicos contempor¨¢neos como D¨ªas de verano, Universo sobre m¨ª -con Eva a la arm¨®nica- o Morir¨ªa por vos, que son¨® plet¨®rica demostrando la profundidad sentimental de Amaral a trav¨¦s de la visi¨®n femenina de Eva, tan poco corriente en el masculino panorama del pop-rock espa?ol. Sucedi¨® igual con C¨®mo hablar, incrustada en la memoria colectiva de toda una generaci¨®n, y que sirvi¨® para recordar, para quien lo hubiese olvidado o no quiera verlo, que Amaral son una estupenda v¨ªa de ¨¦xito alternativo a la radiof¨®rmula. No son underground ni forman parte de la ola indie de la ¨²ltima d¨¦cada pero ni falta que les hace cuando defienden el cancionero espa?ol con tanto desparpajo y buenas maneras.
Con el colof¨®n de Sin ti no soy nada, la superluna de Nocturnal llegaba a su fin, pero Amaral, a los que les acompa?a esas ondas lun¨¢ticas desde hace mucho tiempo, simplemente, dec¨ªan hasta luego. Su historia continuar por los mismos cauces de honestidad y romanticismo ante este misterio llamado m¨²sica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.