De director a director, Eisenstein en Guanajuato

El septuagenario director de la experimentaci¨®n Peter Greenaway, desde siempre movido por la ¨¦pica que Sergei Eisenstein plasmara a lo largo de toda su filmograf¨ªa, ¡ªen la m¨ªtica secuencia de Las escaleras de Odessa (1925) por mencionar un ejemplo¡ª imagin¨® aquel mundo que el cineasta sovi¨¦tico debi¨® encontrar a su llegada a M¨¦xico entre 1930 y 1932. Esta inventiva le llev¨® a dirigir en 2015 Eisenstein en Guanajuato (2015), pel¨ªcula n¨²mero 68 del director brit¨¢nico centrada en el particular momento de la vida del director de Octubre en que vislumbr¨® la cinta inconclusa ?Que viva M¨¦xico!

Como ha comentado en algunas entrevistas, el director qued¨® prendado de Eisenstein al conocer su obra a principios de los a?os sesenta cuando a¨²n era estudiante. Greenaway ha afirmado de manera tajante, como suele dilucidar acerca del cine, que la teor¨ªa del montaje desarrollada por Eisenstein es el ¨²nico legado omnipotente que prevalece en el s¨¦ptimo arte a 122 a?os de irrupci¨®n en el mundo.

Sin embargo Eisenstein en Guanajuato no ostenta el mismo rigor que otros t¨ªtulos de Greenaway en los que fragu¨® su clamor y gusto frente a la audiencia mexicana, como ser¨ªa el caso de El libro de cabecera (1996) o El cocinero, el ladr¨®n, su mujer y su amante (1989). Lo cual nos coloca frente a una carta bien intencionada pero, digamos, lejana a la riqueza que este homenaje a uno de los cineastas m¨¢s importante de todos los tiempos deber¨ªa expresar.

A sus 25 a?os, Sergei Eisenstein puso fin a su carrera teatral y cuestion¨® severamente la artificiosidad dentro del teatro, seg¨²n sus propias palabras ¡°el carro se rompi¨® en pedazos y el conductor se cay¨® de cabeza en el cine¡±. Esta m¨¢xima expresa c¨®mo es que el director lleg¨® al medio en el que encontrar¨ªa prestigio y una v¨ªa excelente para plasmar sus inquietudes m¨¢s profundas.

Para Eisenstein la edici¨®n no era solo un m¨¦todo para enlazar escenas, sino un efecto para catalizar las emociones del p¨²blico, sus narrativas evitaban el individualismo y por el contrario iban dirigidas a cuestiones m¨¢s amplias de la sociedad, especialmente al conflicto de clases. De esta manera resulta curioso que la alegor¨ªa planteada por Greenaway no alcance a cubrir del todo las indicaciones de su predecesor, a¨²n cuando era su prop¨®sito m¨¢s alto.

El acorazado Potemkin (1925), Octubre (1928), Alexandar Nevsky (1938) y los dos tomos de Iv¨¢n el terrible (1944 y 1958), acompa?an el estreno de Eisenstein en Guanajuato en FilminLatino y ofrecen la posibilidad de entablar un di¨¢logo de director a director, del que el espectador podr¨¢ obtener sus propias conclusiones.