M¨¢s aire
Los fondos de la pintura de Guillermo Mora remontan en la galer¨ªa Mois¨¦s P¨¦rez de Alb¨¦niz
Guillermo Mora (Alcal¨¢ de Henares, 1980) lleva tiempo fascinado por los verbos de acci¨®n. Son esos que te empujan hacia adelante, los que convierten lagunas en espacios fronterizos. Sumar, restar, multiplicar, dividir, agregar, unir, aumentar, almacenar, reunir, juntar¡ Aluden a las primeras reglas matem¨¢ticas que aprendemos, pero tambi¨¦n hacen referencia a las experiencias m¨¢s b¨¢sicas de la vida. De ellas se ha rodeado siempre para explicar la base estructural de su trabajo, que parte de una de esas preguntas esenciales y complejas, ?c¨®mo hacer pintura? Como toda inc¨®gnita, sus obras se quedan siempre en los l¨ªmites, en un ser una cosa y otra, pintura y escultura al mismo tiempo, o en ser una cosa en otra, pintura en la escultura. Mitad t¨², mitad yo. Se mueve entre dualidades, entre lo medido y lo improvisado, lo l¨²dico y lo f¨ªsico, en una respuesta inc¨®moda sobre el lenguaje de lo pict¨®rico. Una acci¨®n que le ha llevado tambi¨¦n a estirar nuevos tiempos verbales: a cuestionarla, ponerla en evidencia, doblarla, quebrarla. A forzarla hasta romperla.
Ese requiebro del lenguaje ha llevado a Guillermo Mora a ser uno de los artistas m¨¢s celebrados de su generaci¨®n. Tambi¨¦n uno de los m¨¢s premiados. El ¨²ltimo, el de la Comunidad de Madrid al hilo de la reciente edici¨®n de la feria Estampa, ha sido por su obra Tel¨®n. En ella se ve¨ªa un claro corte con sus obras m¨¢s conocidas, las casi comestibles, en las que dislocaba la idea tradicional del cuadro. Huyendo de las superficies, formales y simb¨®licas, el artista propone un viaje a la inversa, desde dentro hacia afuera de la pintura. Por eso Los fondos remontan en su estreno en Mois¨¦s P¨¦rez de Alb¨¦niz. Pocas exposiciones han trabajado mejor el espacio de esta galer¨ªa. Pronto aparecen sus mejores obras, especialmente las que m¨¢s coquetean con la escultura, en las que retoma varios de los problemas en la historia de la pintura: el dilema del fondo, la noci¨®n de superficie, la profundidad y el espesor del cuadro. En las paredes, los fondos recuerdan a una pantalla de ordenador donde los textos se solapan.
Mora pone tres verbos m¨¢s encima de la mesa, superponer, ocultar y desaparecer, para cuestionar lo enga?osa que es la estructura de lo pict¨®rico. Utiliza el lenguaje como una trampa narrativa para jugar con una compleja red de simbolismos ligados a su inter¨¦s por desafiar lo obsoleto que es el mundo de las reglas y definiciones. ?l las reh¨²ye apostando por la duda, que, m¨¢s que ofender, expande.
Los fondos remontan. Guillermo Mora. Galer¨ªa Mois¨¦s P¨¦rez de Alb¨¦niz. Madrid. Hasta el 11 de noviembre.
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