¡°Estoy en un momento poderoso de mi escritura¡±
La escritora reflexiona sobre su carrera tras recibir el premio Nacional de las Letras Espa?olas
Rosa Montero a¨²n reconoce tal v¨¦rtigo al elaborar cada novela, tal inseguridad y temor a que lo que hace no tenga inter¨¦s alguno o sea una estupidez, que espera que el Premio Nacional de las Letras Espa?olas que ha recibido este martes le funcione por una temporada ¡°como una tapa de madera en ese pozo de angustia, ese agujero negro que arrastramos todos los escritores¡±. La autora madrile?a nos recibe alegre, alegr¨ªsima en realidad, en su piso frente al Retiro, intentando calmar a su perrilla Petra, que tiembla nerviosa en un d¨ªa de timbrazos, flores, telefonazos y ansiedad. Por una gran raz¨®n.
Montero (Madrid, 1951) es la quinta mujer que consigue este premio a una carrera desde que se cre¨® hace 34 a?os, y lo hace tras una vida en la que los galardones literarios se le han resistido m¨¢s que los period¨ªsticos. ¡°Ha costado mucho m¨¢s, sin comparaci¨®n¡±. Fue premio Nacional de Periodismo en 1980, a los 29 a?os, y ha necesitado unas d¨¦cadas m¨¢s para superar las penalizaciones que suponen ¡°ser periodista, ser mujer y adem¨¢s feminista¡± en un entorno cultural mucho m¨¢s ¡°conservador, convencional y machista¡± que el period¨ªstico, que considera m¨¢s rompedor. Ha sido reportera todoterreno, redactora jefa del dominical en EL PA?S, prol¨ªfica entrevistadora y articulista, oficio que sigue practicando en este peri¨®dico, pero sobre todo una autora de 15 novelas con m¨²ltiples traducciones y premios en otros pa¨ªses a la que le cost¨® el reconocimiento de la ¨¦lite cultural en el suyo propio: ¡°Ha costado, consideraban que lo m¨ªo no era literatura seria, sino otras cositas...¡±, ironiza.
La carne (Alfaguara, 2016) es su ¨²ltima novela, un homenaje al deseo, el sexo y la intolerancia a la vejez como motor para burlar la decadencia y, en ¨²ltima instancia, la muerte. Sigui¨® tem¨¢ticamente los pasos a La rid¨ªcula idea de no volver a verte (Seix Barral, 2013), su memorable ejercicio de duelo particular tras la muerte de su esposo, Pablo Lizcano, con un encadenamiento de reflexiones anhelantes y poderosas a partir del diario que escribi¨® Madame Curie tras enviudar del suyo. En medio, El peso del coraz¨®n (Seix Barral, 2015), una de las aventuras futuristas de Bruna Husky en la que defiende hay tanta presencia de novela negra, pol¨ªtica, existencialista, ciencia ficci¨®n y realista como para borrar las fronteras de g¨¦nero. ¡°No creo en ellos¡±.
Pero en realidad trabaja en todos ellos y son justamente estas tres obras las que resumen todas las herramientas distintas con las que ha construido el universo Montero. Las tres exudan adem¨¢s una madurez que ella define con convicci¨®n: ¡°La novela es un g¨¦nero de madurez y yo estoy en un periodo de plenitud. Escribo con mayor libertad, menos angustia, igual de cuidado, obsesividad y esfuerzo, pero en estas tres he sentido que estaba bailando con las palabras, trabajando el pensamiento sin perderme en el bosque de mis palabras, bailaba con ellas¡±. El jurado ha reconocido ¡°un universo personal cuya tem¨¢tica refleja sus compromisos vitales y existenciales que ha sido calificado como la ¨¦tica de la esperanza¡±. Y ella apostilla: ¡°Estoy en un momento poderoso de mi propio camino, en un momento de potencia en mi escritura¡±.
Ahhhhhh!!!! Me acaban de dar el Premio Nacional de las Letras. ?Estoy tan emocionada! Gracias gracias gracias
— Rosa Montero (@BrunaHusky) November 14, 2017
El premio que concede el Ministerio de Cultura, dotado con 40.000 euros, subraya su trayectoria novel¨ªstica, period¨ªstica y ensay¨ªstica, pero ella las coloca as¨ª: ¡°Soy narradora, ensayista y periodista, por este orden¡±, aclara. ¡°Profesionalmente no, porque la novela para m¨ª no es un trabajo, es mi manera de ser y estar en el mundo, es estructural. Mientras el periodismo es una profesi¨®n, la narrativa es un esqueleto ex¨®geno que me mantiene en pie, es mi manera de vivir¡±. Montero contempla el periodismo como un g¨¦nero literario en s¨ª del que la cr¨®nica es reina y, la columna, una especie de gimnasio que no te permite ¡°atocinarte¡± porque ¡°te obliga a pensar el mundo¡±.
Montero recuerda una Feria del Libro de Guadalajara hace muchos a?os, cuando peleaba por sacar adelante Historia del rey transparente (publicado en 2005), que confes¨® ante Mario Vargas Llosa su inseguridad, su bloqueo, sus ganas de tirarlo a la basura. ¡°Y ¨¦l, cuya Conversaci¨®n en la catedral considero una de las diez grandes novelas mundiales del ¨²ltimo siglo, me confes¨® que le pasaba lo mismo. '?A ti?¡¯, le pregunt¨¦. ¡®Me pasa en cada uno de mis libros¡¯, me dijo. Y es que todos los escritores arrastramos un pozo negro de inseguridad y quiz¨¢ escribimos para intentar llenar de palabras ese pozo¡±.
Que sea la quinta mujer en 34 temporadas, despu¨¦s de Rosa Chacel, Carmen Mart¨ªn Gaite, Ana Mar¨ªa Matute y Carme Riera le ayuda a reivindicar una de sus causas favoritas: ¡°Ya va siendo hora de que perdamos el prejuicio sexista con el que miramos el mundo, tambi¨¦n nosotras. El problema es la mirada, tambi¨¦n la nuestra¡±.
El tel¨¦fono suena, los whatsapps se acumulan y Petra vuelve a temblar aferrada a sus brazos. La otra, Carlota, est¨¢ impasible. Pero no vamos a despedirnos sin un lamento por la situaci¨®n en Catalu?a. ¡°Es el horror y la tragedia que vuelva a emerger el cainismo y el tribalismo que cre¨ªamos superado. Jugar con el nacionalismo es jugar con fuego, alentar la bicha que tenemos dentro y que ya sabemos ad¨®nde nos lleva, est¨¢ sacando lo peor del pueblo catal¨¢n, del espa?ol, y no puedo menos que llorar el hecho de que esta ruptura es irreversible pase lo que pase. Va a tardar d¨¦cadas en curarse y espero que nada m¨¢s¡±.
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