Jos¨¦ Clemente Orozco, el muralista del cambio social de M¨¦xico
El artista, uno de los Tres Grandes del arte mural con Siqueiros y Rivera, destac¨® por la monumentalidad de los rasgos pl¨¢sticos y su lenguaje expresivo

Documentar el cambio pol¨ªtico y social de la ¨¦poca, con un estilo propio y cr¨ªtico, ha convertido a Jos¨¦ Clemente Orozco en un artista universal, reconocido por sus pinturas, dibujos y acuarelas, pero sobre todo por sus murales, emblem¨¢ticas clases de historia en los edificios m¨¢s representativos de M¨¦xico.
Jos¨¦ Clemente ?ngel Orozco Flores naci¨® en Zapotl¨¢n el Grande, actual Ciudad Guzm¨¢n, el 23 de noviembre de 1883. Cuando ten¨ªa dos a?os su familia, con cuatro hijos, se mud¨® a Guadalajara y despu¨¦s, cuando ten¨ªa siete a?os, a Ciudad de M¨¦xico. La casualidad hizo que cerca de su casa hubiera una imprenta que trabajaba con los grabados de Jos¨¦ Guadalupe Posada. Ah¨ª conoci¨® su obra y comenz¨® a interesarse por la pintura.
Sus primeras lecciones de color las recibi¨®, casi sin querer, observando a Posada trabajar cuando regresaba de la escuela y se deten¨ªa a verlo pintar. El primer impulso del peque?o Orozco fue inscribirse en la Academia de Bellas Artes de San Carlos para tomar clases nocturnas de dibujo.
Con 14 a?os, Jos¨¦ Clemente Orozco fue enviado a estudiar a la Escuela Nacional de Agricultura en San Jacinto, y aunque no estaba interesado en la agricultura, logr¨® tener sus primeros ahorros dibujando mapas topogr¨¢ficos.
Orozco decidi¨® completar despu¨¦s su formaci¨®n acad¨¦mica, ya que su familia hab¨ªa decidido que aprovechara sus condiciones para el dibujo, pero ser ingeniero agr¨®nomo no satisfac¨ªa en absoluto las aspiraciones del futuro muralista, as¨ª que tuvo que afrontar la lucha interna que supon¨ªa que su talento art¨ªstico se enfrentara a unos estudios que no le interesaban. En 1909 tom¨® la decisi¨®n de consagrarse por completo a la pintura.
Desde 1911 a 1916 colabor¨® como caricaturista en algunas publicaciones y realiz¨® una serie de acuarelas ambientadas en los barrios bajos de la capital mexicana. En ambos casos demostr¨® su originalidad unida a la tendencia expresionista. Sus primeros trabajos tambi¨¦n consistieron en litograf¨ªas de la vida ind¨ªgena e pinturas murales, una t¨¦cnica con la que logr¨® con el tiempo un perfecto dominio de la t¨¦cnica.
Jos¨¦ Clemente Orozco se cas¨® con Margarita Valladares y tuvieron tres hijos. Realiz¨® su primera exposici¨®n individual en la librer¨ªa Biblos de la Ciudad de M¨¦xico en 1916. En el a?o 1922 Orozco se uni¨® a Diego Rivera y a David Alfaro Siqueiros en el sindicato de pintores y escultores con el objetivo de intentar recuperar el arte de la pintura mural bajo el patrocinio del gobierno.
El movimiento muralista mexicano llen¨® de monumentales obras el pa¨ªs con una tendencia nacionalista, did¨¢ctica y popular que persegu¨ªa poner en pr¨¢ctica el ¡°arte de la calle¡± que defend¨ªan y poni¨¦ndolo al servicio de una ideolog¨ªa de izquierdas. Con el paso del tiempo, Jos¨¦ Clemente Orozco retrat¨® la condici¨®n humana de forma apol¨ªtica; interes¨¢ndose m¨¢s por los valores universales y sin insistir tanto en los valores nacionales. A lo largo de su carrera no abandon¨® el aspecto ind¨ªgena y precolombino pero sus intereses se extendieron a la condici¨®n humana, su relaci¨®n con la tierra, la religi¨®n o la guerra, as¨ª como la libertad, las ideolog¨ªas y el papel que deben jugar los estados.
Su primera gran obra fue la de los murales en San Ildelfonso, que finaliz¨® en 1926, y que dej¨® sin acabar para encargarse de otros trabajos como ¡®Omniescencia¡¯, en la Casa de los Azulejos (1925) o ¡®Reconstrucci¨®n¡¯, en la Escuela Industrial de Orizaba.
De 1927 a 1934 viaj¨® a Estados Unidos y eligi¨® como temas de sus obras la deshumanizaci¨®n de las grandes ciudades, el trabajo, la fraternidad, el arte, la ciencia y la esclavitud. De esta etapa destaca uno de sus trabajos m¨¢s conocidos, ¡®Prometeo¡¯ (1930), en el Fray Hall del Pomona College, en Claremont. Tambi¨¦n pint¨® en Nueva York, Hannover y New Hampshire, y a?os m¨¢s tarde de esta primera experiencia regres¨® a Nueva York para pintar un encargo para el Museo de Arte Moderno.
De vuelta a M¨¦xico, Orozco, ya con gran nombre y fama, pinta un mural significativo en el Palacio de Bellas Artes (1934): ¡®Katharsis¡¯, situado frente al de Rivera titulado ¡®El hombre en la encrucijada¡¯, una de sus obras m¨¢s conocidas. En la Suprema Corte de Justicia (1941) en la Ciudad de M¨¦xico pint¨® la obra ¡®Las riquezas nacionales¡¯, que consta de cuatro tableros y engloba tres temas principales; en dos tableros se refiere a la justicia y critica y satiriza su pr¨¢ctica, llena de errores e injusticias. Otro tema se refiere a las riquezas nacionales; los productos de la tierra, y donde metales preciosos y petr¨®leo est¨¢n bajo la protecci¨®n de la bandera mexicana y del jaguar, s¨ªmbolos nacionales. El ¨²ltimo tema se refiere a los movimientos sociales obreros.
En el a?o 1946 se le concede el Premio Nacional de Bellas Artes, y en esos a?os prol¨ªficos realiza en Guadalajara los muros del Paraninfo de la Universidad, la escalera del Palacio de Gobierno y el Hospicio Caba?as. Su primer trabajo exterior lo realiza en 1947, en la Escuela Nacional de Maestros, titulada ¡®El pueblo se acerca a las puertas de la escuela¡¯.
En la producci¨®n de sus ¨²ltimos a?os Orozco tiene un af¨¢n innovador y de experimentar con nuevas t¨¦cnicas, algo que se atisba en el mural ¡®La alegor¨ªa nacional¡¯, en el que utiliz¨® fragmentos met¨¢licos incrustados en hormig¨®n. Si bien sus tonos nunca fueron tan coloristas como los de sus compa?eros, con los que recibi¨® el apodo de ¡®Los Tres Grandes¡¯, sus grises y negros siempre tuvieron el rojo como color impactante, eligiendo un personaje central que divide la acci¨®n, al igual que las l¨ªneas diagonales que marcan el movimiento en algunas de sus obras.
En el lapso que va de 1941 a 1944 Orozco se dedic¨® a la pintura de caballete y a otra gran obra mural en la b¨®veda y los muros del coro de la antigua iglesia de Jes¨²s Nazareno y en donde las ideas que plasma se relacionan con el ¡®Apocalipsis¡¯.
Muri¨® el 7 de septiembre de 1949 en la Ciudad de M¨¦xico, mientras trabajaba en los primeros trazos de un mural. Su aportaci¨®n a la pintura nacional mexicana y la importancia de su figura art¨ªstica llevaron al presidente Miguel Alem¨¢n a ordenar que sus restos recibieran sepultura en el Pante¨®n de los Hombres Ilustres.
Hoy Google rinde homenaje a Jos¨¦ Clemente Orozco en el d¨ªa en que habr¨ªa cumplido 134 a?os. El buscador dedica su doodle al muralista con una imagen de Santiago Sol¨ªs, que representa al artista frente al jaguar que aparece en ¡®Las riquezas nacionales¡¯, su mural en la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n en el centro de la Ciudad de M¨¦xico.
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Jos¨¦ Clemente Orozco es el artista que logr¨® hacer florecer el arte pict¨®rico mexicano gracias a sus originales creaciones y situarlo en la modernidad, de manera especial en el complicado periodo de entreguerras. Marcado por las tendencias art¨ªsticas que surg¨ªan al otro lado del Atl¨¢ntico, sus obras siguen vigentes como una genial clase de historia y de derechos en todo el mundo.
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