Las mil caras de Juan Mart¨ªnez
El pintor edita un libro con un millar de rostros creados sobre p¨¢ginas de EL PA?S
Ya dice el refr¨¢n que la necesidad agudiza el ingenio, pero en el caso del pintor Juan Mart¨ªnez resolver una carencia desemboc¨® en una extrema creatividad. La falta de subvenci¨®n para una exposici¨®n de sus obras en Atenas le llev¨® a plantearse un formato mucho m¨¢s sencillo para transportar sus creaciones. As¨ª nacieron mil retratos pintados sobre p¨¢ginas de su peri¨®dico habitual, EL PA?S. ¡°Con muy poco se puede hacer mucho. No lo comprendieron ¨Cla exposici¨®n nunca lleg¨® a realizarse-, pero los retratos est¨¢n ah¨ª¡±, manifiesta el artista. Ahora, esta colecci¨®n de caras ha sido recogida en un libro de gran formato, Agora des mille (Till Schaap Edition).
Los rostros son una constante en la obra de Mart¨ªnez, que ha expuesto en Nueva York, Ginebra y Budapest. ¡°Mi obra no son ni mucho menos los retratos, pero s¨ª la humanidad¡±, reconoce el artista. Caras minimalistas, inconclusas, surrealista, calav¨¦ricas, de esta y otras ¨¦pocas, que miran de frente y de lado, que desconf¨ªan, retan¡ mil retratos diferentes que repasan la condici¨®n humana. ¡°Cuando empec¨¦ a hacer la serie me preguntaba todo el tiempo si yo me conozco a m¨ª mismo o si conozco a mi familia, a mis vecinos; el ser humano es muy vers¨¢til y extra?o, los humanos somos cambiantes, cuando pensamos que conocemos a alguien, te sorprende haciendo algo nuevo y eso es un enigma para m¨ª: vivimos juntos, pero en realidad nos conocemos poco¡±, expone Mart¨ªnez.
A pesar de la diversidad, todas las caras coinciden en una pose poco amable, de bocas tensas y miradas l¨¢nguidas o amargas, que se exageran con los trazos y colores. Trasmiten la percepci¨®n del autor sobre la p¨¦rdida del alma humana a causa del desarrollo tecnol¨®gico, ¡°con medios fant¨¢sticos, pero que no nos dejan comunicarnos¡±, ¡°viviendo en el mismo edificio, pero con gente que no conocemos¡±. ¡°Ahora, por ejemplo, con el separatismo catal¨¢n parece que no nos reconocemos, que el resto de Espa?a es gente rara¡ son cosas que pasan y yo soy muy sensible a ellas¡±, ejemplifica el artista.
Aunque como se?ala el pintor las im¨¢genes pertenecen a su imaginario, las p¨¢ginas de EL PA?S tambi¨¦n le han servido de inspiraci¨®n. As¨ª, entre las figuras, la mayor¨ªa de ellas masculinas, se reconocen algunas caras como la de la canciller alemana, Angela Merkel, o el ex presidente de EE UU Barack Obama; personajes de influencia y poder que no pod¨ªan faltar en la ¡°revista imaginaria¡± de Mart¨ªnez.
No es la primera vez que el artista, original de Ja¨¦n pero afincado en Suiza, utiliza EL PA?S en sus obras: ¡°Soy un lector de siempre, solo leo este peri¨®dico en lengua espa?ola; me siento identificado con ¨¦l¡±. En esta ocasi¨®n lo ha usado como lienzo, aunque otorg¨¢ndole una mayor participaci¨®n seg¨²n la pieza, pues no es casualidad que en algunos rostros se pueda leer parte de las noticias, con lo que no solo la textura, sino tambi¨¦n las historias que contienen las p¨¢ginas, componen la obra art¨ªstica, completando la narraci¨®n de la imagen. Mart¨ªnez inquiere as¨ª en la identidad del hombre, en su alma y en la pluralidad de sus mil caras.?
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