El m¨¢nager que hizo historia

Un peri¨®dico brit¨¢nico dijo que sin Danny Fields (Nueva York, 1939) el punk jam¨¢s habr¨ªa existido. Fields fue el primero en apoyar a los Ramones, fuerza primigenia del movimiento, y les dio visibilidad. Pero el efecto Danny abarca mucho m¨¢s porque su radio de acci¨®n no se limita a un g¨¦nero ni a una ¨¦poca. Gracias a Fields, John Cale se convirti¨® en productor, Nico comenz¨® a grabar sus propias canciones, David Bowie conoci¨® a Iggy Pop, MC5 tuvieron un m¨¢nager, The Doors un agente de prensa y The Beatles dejaron de actuar en directo. Entre muchas otras cosas.

Con semejante historial, Fields podr¨ªa nadar en su propio ego. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Durante la entrevista telef¨®nica repasa sus haza?as con la misma ausencia de protagonismo que le llev¨® a realizarlas en su momento. Resulta ser un tipo c¨¢lido y amable. Nada de lo que ha hecho parece fruto de la ambici¨®n o la vanidad. Su motivaci¨®n ha sido siempre ayudar a artistas en los que cre¨ªa. ¡°All¨¢ por 1975, los Ramones insist¨ªan para que fuese a verles al CBGB¡±, recuerda Fields acerca de la que seguramente sea su conexi¨®n musical m¨¢s popular. ¡°Yo escrib¨ªa en el Soho Weekly News, y quer¨ªan que les recomendara en mi columna. Me llamaban constantemente e insist¨ªan: 'Ven a vernos, te vamos a gustar¡±. As¨ª que fui a verlos. Me encantaron desde la primera canci¨®n. Sonaban alto, r¨¢pido, fuerte, pero tambi¨¦n hab¨ªa melod¨ªas. Eran puros, eran perfectos. Despu¨¦s del concierto me preguntaron si iba a escribir sobre ellos y yo contest¨¦: 'Har¨¦ mucho m¨¢s que eso, quiero ser vuestro m¨¢nager¡±.

Fields fue el representante de Ramones durante los siguientes cinco a?os. Les acompa?¨® en su primer concierto en Londres, la chispa que acab¨® de encender a punks locales como The Damned y Sex Pistols. Tambi¨¦n estuvo con el cuarteto durante la grabaci¨®n de sus primeros discos. ¡°Como no sab¨ªa ni producir, ni colocar micros, ni manejar una mesa de sonido, me dediqu¨¦ a tomar fotos¡±. Muchas de esas im¨¢genes forman ahora parte de My Ramones, libro que tras haber existido en una exclusiva edici¨®n limitada, ser¨¢ reeditado en febrero con un precio m¨¢s asequible. Algunas de esas fotograf¨ªas tambi¨¦n forman parte de la exposici¨®n colectiva 40 a?os de punk, que estar¨¢ hasta el 4 de febrero en la galer¨ªa La Fiambrera, en Madrid.

Su trayectoria abarca m¨¢s all¨¢ de su relaci¨®n con Ramones, que terminaron despidi¨¦ndole porque necesitaban a alguien m¨¢s profesional en el puesto. Fields estudi¨® en Harvard y, a mediados de los sesenta pas¨® a formar parte de la Factory de Warhol. All¨ª conocer¨ªa a Lou Reed, con el que mantendr¨ªa una larga y estrecha amistad. Reed, Brian Epstein ¨Cm¨¢nager de los Beatles- y una limusina son los elementos de otra interesante historia generada por Fields all¨¢ por 1967. ¡°Epstein hab¨ªa estado de vacaciones en Acapulco. El ¨²nico disco que hab¨ªa podido escuchar era el primero de Velvet Underground, porque se hab¨ªa quedado aislado durante d¨ªas por culpa de un hurac¨¢n. Consciente de eso, cuando vino a Nueva York le pregunt¨¦ si quer¨ªa conocer a Lou. Dijo que s¨ª. Pero Lou no estaba por la labor. Tuve que empujarle para que entrara en el coche de Brian. Apenas habl¨® con ¨¦l. Se pas¨® todo el trayecto mirando por la ventanilla. Estaba aprendiendo a ser Lou Reed¡±.

Fields est¨¢ en medio de tantas historias que al final la historia es ¨¦l. As¨ª lo vio el realizador Brendan Toller, que rod¨® el documental llamado Danny Says (2015). En ¨¦l, con la ayuda del descomunal archivo del protagonista, se intentaba sintetizar la trayectoria del ubicuo cazatalentos y periodista, que tambi¨¦n dirigi¨® la revista adolescente Datebook, aquella en cuya portada, all¨¢ por 1966, se destacaron aquellas palabras de Lennon asegurando que los Beatles eran m¨¢s importantes que Jesucristo, y que pusieron los sectores m¨¢s conservadores de Estados Unidos en contra del grupo. Danny siempre estaba ah¨ª. Como cuando en 1975 Dylan fue a ver actuar a una desconocida Patti Smith. ¡°Hice fotos de los dos juntos, y por eso parece que fui yo quien lo llev¨®. Pero mi aportaci¨®n se limita a haber hecho alguna foto en la que incluso Dylan aparece riendo¡±.