Imogen Cunningham: desnudos en tiempos oscuros
La F¨¢brica dedica una muestra a las im¨¢genes con las que la artista reivindic¨® la belleza del cuerpo humano. Su tratamiento del g¨¦nero supuso un gran avance en la historia de la fotograf¨ªa
¡°Mi primer desnudo fue un autorretrato en el bosque, 1906, en el campus de la Universidad de Washington. Lo prepar¨¦ y salt¨¦ dentro, y eso fue todo¡±, recordaba Imogen Cunningham (Oreg¨®n, 1883 - San Francisco, 1976). Durante una larga trayectoria art¨ªstica de siete d¨¦cadas, la fot¨®grafa americana, conocida fundamentalmente por su estudio de las plantas, y sus retratos de celebridades, toc¨® pr¨¢cticamente todos los g¨¦neros del medio, contribuyendo notablemente a ensanchar los l¨ªmites de cada uno de ellos. La F¨¢brica nos acerca a sus desnudos - g¨¦nero con el que comenz¨® su carrera y que nunca dej¨® de practicar- con una peque?a pero exquisita selecci¨®n que abarca varias d¨¦cadas de producci¨®n art¨ªstica. Pone as¨ª de manifiesto la mirada y la actitud de un esp¨ªritu libre y capaz de romper las barreras que separaban al hombre y a la mujer a comienzos del siglo XX.
Ocho a?os despu¨¦s de realizar su primer desnudo, la fot¨®grafa y su marido, el artista Roi Partridge, viajaron al Parque Nacional Mount Rainer. A pesar de las bajas temperaturas Roi pos¨® desnudo para su mujer. D¨ªas m¨¢s tarde, una de estas im¨¢genes ocupar¨ªa las p¨¢ginas del Town Crier, una publicaci¨®n de Seattle dedicada al arte y a la cultura. La joven artista se convert¨ªa as¨ª en una de las primeras fot¨®grafas en mostrar el cuerpo masculino desnudo, siguiendo la estela de la tambi¨¦n fot¨®grafa californiana Anne Brigman. La reacci¨®n no se hizo esperar: ¡°Un cr¨ªtico de otro peri¨®dico escribi¨® una cr¨ªtica muy dura- una terrible diatriba calificando mi obra de muy vulgar¡±, recordaba Cunningham a?os m¨¢s tarde. ¡°No tuvo el m¨ªnimo impacto en mi quehacer. Nadie pens¨® peor sobre m¨ª¡±.
Fotografiaba con la mirada de una mujer, manteni¨¦ndose ajena a la visi¨®n masculina que dominaba el gremio de la fotograf¨ªa por entonces. As¨ª, sus desnudos se alejan de lo obsceno, de la cosificaci¨®n del cuerpo de la mujer asociado a la sexualidad, la procreaci¨®n o la divinidad y ponen de manifiesto el valor y la belleza del cuerpo en s¨ª mismo, sea este masculino o femenino. La artista persigue la belleza a trav¨¦s de las formas. ¡°Una mirada cercana a la que tuvieron los griegos, quienes vinculaban la perfecci¨®n al triunfo y a la excelencia moral que mostraban los cuerpos¡±, lee la nota de prensa que acompa?a a la exposici¨®n.
¡°Quiero que todo el mundo sea autodidacta. No creo en la ense?anza, creo en el aprendizaje ¡°, dir¨ªa la artista. De esta suerte, obtuvo su primera c¨¢mara a los dieciocho a?os, un obsequi¨® por comprar un curso por correspondencia de quince d¨®lares. Fue estudiante de qu¨ªmica mientras Alfred Stieglitz fundaba el movimiento Photo-Secession en defensa de la fotograf¨ªa como medio de expresi¨®n art¨ªstico e independiente de toda tradici¨®n visual. Titular¨ªa su tesis Modern Processes of Photography. De ah¨ª pas¨® a trabajar como ayudante del fot¨®grafo Edward S. Curtis (famoso por sus fotograf¨ªas de los indios americanos). Tras su paso por la Technische Hochschule de Dresde, Alemania, abri¨® su propio estudio de retratos en Seattle, no tardar¨ªa en convertirse en una de las primeras fot¨®grafas profesionales de Am¨¦rica.
Sus primeros desnudos tienen claros tintes pictorialistas, con suaves desenfoques y elaboradas t¨¦cnicas de impresi¨®n dirigidas a acentuar las emociones. Pero ya en los a?os veinte comenzar¨ªa a desarrollar un estilo mucho m¨¢s af¨ªn a Edward Weston, centr¨¢ndose en la b¨²squeda de las formas. Las plantas se convirtieron en su motivo preferido durante el tiempo de crianza de sus tres hijos. Sus im¨¢genes de calas y rosas con sus prominentes estigmas y l¨¢nguidos p¨¦talos tienen una carga er¨®tica superior a la de sus desnudos que se muestran como un envoltorio m¨¢s del ser humano. En los a?os treinta fundar¨ªa el grupo f/64 junto con Edward Weston, Ansel Adams y Willard Van Dyke, manifestando su preferencia por una fotograf¨ªa m¨¢s pura, directa y claramente definida en contraposici¨®n al pictorialismo. As¨ª en la muestra encontramos desnudos de clara influencia westoniana que curiosamente conviven con otros que rozan la abstracci¨®n como Her and Her Shadow, poniendo en evidencia su tendencia natural a escapar de cualquier tipo de definici¨®n. La artista siempre mostr¨® mucho menos inter¨¦s por la pureza de las formas que muchos de sus coet¨¢neos modernistas, de ah¨ª que sus desnudos tengan un car¨¢cter m¨¢s humano.
Cunningham disparaba con su c¨¢mara a todo aquello que ¡°puede estar expuesto a la luz¡±, tal y como le gustaba decir. En sus ¨²ltimos a?os se convirti¨® en una de las figuras m¨¢s veneradas de la fotograf¨ªa. Formaba parte de la historia, al tiempo que consegu¨ªa mantener el pulso impuesto por la escena contempor¨¢nea. A principios de este a?o, se celebr¨® una exposici¨®n en el Fine Arts Museum de Boston donde se mostr¨® parte de su serie de desnudos, Nudes. Publicados en Instagram, como parte de la publicidad de la misma, fueron censurados por transgredir las normas de decencia. Esta pr¨¢ctica viene siendo habitual en Facebook que, alegando que utiliza un algoritmo para regular qu¨¦ foto puede publicarse, es incapaz de distinguir entre arte y pornograf¨ªa y ha llegado a censurar, El origen del mundo de Coubert, un v¨ªdeo con desnudos de Modigliani o la ic¨®nica fotograf¨ªa de Nick Ut, La ni?a del napalm, por poner ejemplos de los casos m¨¢s conocidos. No deja de ser curioso que una obra de arte suponga una amenaza en las redes sociales, donde tienen cabida las im¨¢genes m¨¢s crueles y violentas, y de forma natural conviven con el mismo rango y sin ning¨²n pudor, la verdad con la mentira, la opini¨®n del profano con la del m¨¢s entendido. Imogen Cunningham luch¨® en favor del reconocimiento de la fotograf¨ªa como un arte y muri¨® creyendo que esa lucha ya estaba vencida. Todos lo cre¨ªamos...
Imogen Cunningham. Nudes La F¨¢brica. Madrid
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