La Academia de Hollywood impone normas de conducta entre sus miembros

La Academia de Artes y Ciencias Cinematogr¨¢ficas de Hollywood ha decidido imponer un c¨®digo de conducta que elimine cualquier abuso sexual o de poder entre sus miembros. La decisi¨®n llega apenas dos meses m¨¢s tarde de la expulsi¨®n del Harvey Weinstein de sus filas, acusado p¨²blicamente de abusos sexuales. ¡°La Academia no es lugar para aquellos que abusan de su posici¨®n, poder o influencia violando los est¨¢ndar de decencia¡±, indica el comunicado difundido por la organizaci¨®n entre sus miembros. ¡°La Academia se opone categ¨®ricamente a cualquier forma de abuso, acoso o discriminaci¨®n en base al g¨¦nero, la orientaci¨®n sexual, raza, etnia, discapacidad, edad, religi¨®n o nacionalidad¡±, a?ade la misiva. El mismo comunicado deja clara que la violaci¨®n de este c¨®digo ¨¦tico tendr¨¢ consecuencias que ¡°incluyen la suspensi¨®n o la expulsi¨®n¡±.

Weinstein es el segundo miembro expulsado de la Academia en sus 90 a?os de historia. Una corta lista en la que tan solo figura otro miembro mucho menos conocido, Carmine Caridi, un actor de reparto expulsado en 2004 por compartir los famosos?screeners o DVD privados que facilitan los estudios para que los miembros puedan ver las pel¨ªculas que postulan por el Oscar. Weinstein, ganador de un Oscar y el productor que revolucion¨® la Academia llevando muchas de sus pel¨ªculas a la victoria, es el ¨²nico miembro destituido por esc¨¢ndalos sexuales.

Son muchos m¨¢s los miembros de la Academia implicados de una u otra forma en esta larga lista de esc¨¢ndalos que est¨¢ sacudiendo no solo Hollywood sino todas las ¨¢reas de la vida p¨²blica. El pasado a?o el Oscar al mejor actor protagonista fue a manos de Casey Affleck, alguien que podr¨ªa ser uno de los presentadores de la ceremonia de este a?o. Sin embargo, Affleck fue acusado por dos compa?eras de rodaje por haberse propasado sexualmente con ellas, cargos que fueron retirados tras un acuerdo entre ambas partes. En el caso de Roman Polanski, el director y ganador del Oscar por El pianista (2002), se encuentra pr¨®fugo de la justicia estadounidense tras aceptar las acusaciones de sexo il¨ªcito con una menor. Bill Cosby, tambi¨¦n parte de la Academia, est¨¢ siendo juzgado acusado de drogar y abusar sexualmente de numerosas compa?eras. Y la lista contin¨²a con acusaciones p¨²blicas contra el dos veces ganador del Oscar Kevin Spacey por propasarse con numerosos compa?eros de rodaje, incluido un menor. O Dustin Hoffman, al que han criticado abiertamente varias compa?eras a las que hace a?os dirigi¨® comentarios sexuales ofensivos llegando incluso a propasarse f¨ªsicamente. Lo mismo con el animador John Lasseter, durante a?os parte activa de la junta de gobernadores de la Academia que ahora ha decidido las nuevas normas de conducta y considerado el nuevo Walt Disney por su encomiable labor devolviendo el brillo al mundo de la animaci¨®n. Sin embargo, el cerebro de los estudios Pixar se encuentra en un periodo sab¨¢tico de seis meses tras disculparse ante las reiteradas cr¨ªticas por su comportamiento tanto en lo laboral como en el contacto f¨ªsico no deseado con hombres y mujeres de su entorno, a los que bes¨® en la boca o incomod¨® con sus abrazos.

Los 8.427 miembros de la Academia fueron informados del nuevo c¨®digo de comportamiento que se impondr¨¢ en la organizaci¨®n. Pero los detalles no se dar¨¢n a conocer hasta el pr¨®ximo a?o. Dawn Hudson, al frente de la Academia, indic¨® que David Rubin ser¨¢ el encargado de ¡°finalizar el proceso¡±. Los 54 miembros de la junta de gobernadores llegaron a esta decisi¨®n en respuesta a la solicitud de Kathleen Kennedy. La productora al frente de los estudios Lucas y miembro de la junta de gobernadores solicit¨® tambi¨¦n la formaci¨®n de una comisi¨®n que estudie cada caso y que imponga una pol¨ªtica de tolerancia cero entre los socios. Las normas de conducta, indic¨® la misma carta dirigida a los miembros, ser¨¢n pautadas de acuerdo con otras organizaciones tanto en la industria del espect¨¢culo, entre ellas la Academia Brit¨¢nica o la de Artes y Ciencias de Televisi¨®n, as¨ª como universidades y otros grupos con experiencia en recursos humanos y ¨¦tica en el lugar de trabajo. Como dijo Hudson en la misma misiva, el procedimiento no ha hecho m¨¢s que empezar. ¡°Queda mucho por hacer¡±, a?adi¨®.