La mudanza preadolescente
Aunque la historia no muestre nada nuevo, se nota que hay alguien con gusto para la puesta en escena animada y su montaje
Que hay un universo creativo alejado de las grandes productoras de cine de animaci¨®n infantil se demuestra con la ingente cantidad de pel¨ªculas del formato que se vienen estrenando cada a?o, sobre todo en ¨¦poca vacacional. Sin embargo, que en esos territorios y casas, ajenos a la enorme maquinaria inventiva y publicitaria de t¨®tems como Pixar, Disney, DreamWorks o Sony, se circule completamente por libre, con ideas propias, sin referentes provenientes precisamente de esos emblemas del ¨¦xito, tanto en el dibujo como en la narrativa, es bastante m¨¢s dudoso. Por suerte los hay, pero no tantos como ser¨ªa de celebrar.
SOLA EN CASA
Direcci¨®n: Peter Lepeniotis.
G¨¦nero: animaci¨®n. Canad¨¢, 2017.
Duraci¨®n: 85 minutos.
Y entre los que, desde su ¨¦poca de cortometrajista, han visto domesticadas sus ¨ªnfulas creadoras est¨¢ el canadiense Peter Lepeniotis, director debutante con la digna pero convencional Operaci¨®n Cacahuete, demasiado alejada en materia innovadora de su pieza inspiradora, que decidi¨® mantenerse al margen en la reciente secuela, y que de nuevo aparece por los cines espa?oles con su nueva obra: Sola en casa, pel¨ªcula de cierta apariencia en algunos aspectos, pero usual en otros, que deambula entre lo peculiar y lo mil veces visto, en torno al sempiterno trauma de los cr¨ªos por las constantes mudanzas de sus padres ¡ªen este caso madre, en solitario¡ª de ciudad en ciudad, y por tanto de amigos en amigos, de vida en vida.
Mezcla de cotidianidad y de fantas¨ªa, con una nueva casa atestada de b¨¢rbaros trolls y de bondadosos gnomos, la pel¨ªcula de Lepeniotis, a pesar del aspecto un tanto mec¨¢nico de su animaci¨®n digital, destaca por la eficacia de la expresi¨®n corporal y facial de su chica protagonista. Esas ca¨ªdas de ojos hacia sus mayores, esos arqueos de ceja, entre la chuler¨ªa, el pasotismo y el falso benepl¨¢cito, tan t¨ªpicos de la preadolescencia, est¨¢n clavados en un dibujo de personaje muy simp¨¢tico, que se completa incluso en los gestos de piernas, brazos y cuello, realistas a pesar de no serlo, en esa estampa tan habitual con la mirada fija en el m¨®vil o tableta y los auriculares en las orejas.
Y aunque la historia no muestre nada nuevo, se nota que hay alguien con gusto para la puesta en escena animada y su montaje, sencillos y elegantes, desde luego mucho m¨¢s trabajados, cinematogr¨¢ficos y sugestivos que sus ins¨ªpidos y olvidables villanos de turno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.