Seth Meyers logra re¨ªrse del acoso sexual
El presentador de los Globos de Oro supera la compleja misi¨®n de un mon¨®logo que bromeara con equilibrio sobre el tema m¨¢s espinoso de Hollywood
Lo primero que pens¨® Seth Meyers cuando recibi¨® la oferta de presentar los Globos de Oro fue: ¡°?Es el peor a?o para hacerlo!¡±. Lo reconoc¨ªa ¨¦l mismo, en los d¨ªas previos a la gala, y no le faltaba raz¨®n. Le propon¨ªan uno de los escenarios m¨¢s privilegiados para un c¨®mico y, a la vez, una trampa. Porque al presentador de los Globos de Oro se le pide un mon¨®logo hilarante e hiriente sobre la actualidad. Y en Hollywood ¡ªm¨¢s bien en medio planeta¡ª ¨²ltimamente solo se habla de un tema, que no tiene ninguna gracia: el acoso sexual que cientos de mujeres han sufrido y sufren desde hace d¨¦cadas. Meyers entr¨®, empez¨® a saludar con entusiasmo y se lanz¨® a su misi¨®n imposible: ten¨ªa que afrontar todas las minas, rozarlas pero no pisarlas. No solo sali¨® vivo, sino entre aplausos.
Meyers no tard¨® ni 10 palabras en referirse al tema m¨¢s esperado. ¡°Buenas noches se?oras, y se?ores que queden¡±, dijo en su introducci¨®n. Y acto seguido: ¡°Feliz a?o nuevo Hollywood. Estamos en 2018, se ha autorizado la marihuana y el acoso sexual ya no¡±. El presentador se mantuvo fiel a su estilo: firme, de pie, los chistes como principal y ¨²nica arma. Ya lo hab¨ªa avisado: que nadie le pidiera bailes y cantes; no habr¨ªa un arranque espectacular como el show de Jimmy Fallon del a?o pasado emulando La La Land. Meyers propuso lo que bien conocen los seguidores de su Late Night. Tal vez la sobriedad del contexto lo agradeciera. As¨ª como el resto de la gala se benefici¨® de que el presentador renunciara a m¨¢s protagonismo y limitara sus apariciones.
El presentador relat¨® a los medios de EE UU que se convenci¨® a aceptar tras una conversaci¨®n con su mujer, Alexi Ashe. Es decir, Meyers hizo lo que recomendaba estos d¨ªas: ¡°Ninguno de nosotros es experto en algo que no hemos experimentado. As¨ª que lo mejor que puede hacer un hombre ahora mismo es escuchar y tratar de aprender¡±. Y m¨¢s a¨²n de su pareja, que fue exayudante del fiscal de Brooklyn y sigui¨® durante dos a?os los casos de abuso sexual. Entre ella y ¡°las mujeres¡± del equipo de la gala con las que tambi¨¦n se reuni¨®, cambiaron la perspectiva de Meyers: la espada de Damocles pod¨ªa ser ¡°una oportunidad para decir algunas cosas que no se podr¨ªan haber dicho otros a?os¡±.
Desde luego, dif¨ªcilmente se podr¨ªa haber soltado la bomba m¨¢s explosiva que lanz¨® el presentador: ¡°Voy a nombrar al elefante en el armario. Harvey Weinstein [el productor acusado de abusar de decenas de mujeres, y cuya ca¨ªda en desgracia supuso el trampol¨ªn para la lucha global contra el acoso sexual] no est¨¢ aqu¨ª. Volver¨¢ en 20 a?os, cuando sea el primer abucheado de la lista de fallecidos¡±. Silencio. La sala at¨®nita. ?Se pod¨ªa decir? Pues s¨ª. Y eso es lo importante. Tal vez el chiste sea exagerado, o salvaje. Pero ese es otro debate.
Tras Weinstein, varios pesos pesados de Hollywood han sido tumbados por el movimiento MeToo [v¨ªctimas de acosos que denuncian p¨²blicamente lo que han sufrido]: Kevin Spacey, Louis C. K., Brett Ratner, Bryan Singer¡ Cada semana del goteo de denuncias salen otros presuntos acosadores. Tantos como para ofrecer una oportunidad para otro chiste de Meyers: ¡°Para los nominados masculinos, hoy es la primera vez en meses en que escuchar su nombre en alto no es terror¨ªfico¡±.
Las referencias al acoso sexual no pararon. Meyers dijo lo que muchos deben de haber pensado: ¡°Quiz¨¢s hubiera sido mejor que esta gala la presentara una mujer¡±. Y a?adi¨®: ¡°Pero, claro, le propusieron que se juntara con los hombres m¨¢s poderosos de Hollywood. En un hotel¡ Y se acab¨®¡±. Y tambi¨¦n us¨® las pel¨ªculas y series nominadas para seguir con su show. Demasiado f¨¢cil jugar con los t¨ªtulos D¨¦jame salir o Big Little Lies. Y de La forma del agua cont¨®: ¡°Su trama se centra en una mujer que se enamora de un monstro. Y pens¨¦: ?No! ?Otra de Woody Allen no! Es Manhattan bajo el agua¡±.
Muy h¨¢bil en la improvisaci¨®n, esta vez Meyers sigui¨® el guion. Si hablar del acoso era obligatorio, ciertas dudas rodeaban el que fue el tema central de la gala de 2017: Donald Trump. El presidente sigue ah¨ª, ha cumplido un a?o en el mandato, y no ha dejado el ojo del hurac¨¢n ni un solo d¨ªa. En su programa habitual Meyers se r¨ªe a menudo de Trump. Lo hizo ya en 2011, en la cena de corresponsales extranjeros en Washington, con consecuencias decisivas. ¡°Esa fue la noche que decidi¨® presentarse. No es el objetivo que buscaba, pero es historia. Llev¨¦ a un hombre a la presidencia. Quiero mis puntos", ha llegado a bromear Meyers. Esta vez, se limit¨® a un chiste: ¡°Esta gala es de la Asociaci¨®n de la prensa extranjera de Hollywood. El ¨²nico conjunto de palabras que enfurecer¨ªa m¨¢s a nuestro presidente ser¨ªa ¡®Asociaci¨®n de la ensalada de Hillary de M¨¦xico¡±.
En los pocos huecos que le quedaban, Meyers aprovech¨® para bromear con el posible triunfo de Los archivos del Pent¨¢gono ¡ªmientras hablaba de ella apareci¨® una mujer en el escenario llevado varios Globos de Oro, y el presentador le dijo: ¡°?Todav¨ªa no!¡ª o para discutir con su amiga y excolaboradora Amy Poehler. Llegaron los ¨²ltimos minutos, y Meyers se puso serio: ¡°Esta es una sala llena de gente privilegiada, es cierto. Pero Hollywood es mucho m¨¢s que esto. La mayor¨ªa de gente aqu¨ª trabaja much¨ªsimas horas, peluqueros, t¨¦cnicos. Esa gente no est¨¢ ah¨ª gracias a que su padre es alguien¡±. Y, poco despu¨¦s: ¡°Las mujeres tienen que trabajar todav¨ªa mucho m¨¢s. Gracias a todas por lo que hac¨¦is¡±.
Frente al silencio de los galardonados, Meyers fue el ¨²nico hombre de la gala en hablar a fondo del acoso sexual. Resulta que de ¨¦l tambi¨¦n se puede aprender.
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