Blanca Portillo: ¡°Bu?uel me ha regalado libertad para siempre¡±
La actriz dirige ¡®El ¨¢ngel exterminador¡¯ como un gran banquete teatral, con 20 actores en escena
Blanca Portillo (Madrid, 1963) ha buceado en el imaginario, la locura y la valent¨ªa de Luis Bu?uel para enfrentarse como directora a la puesta en escena de El ¨¢ngel exterminador, un cl¨¢sico en la cinematograf¨ªa del realizador aragon¨¦s, estrenado en 1962. No se ha dejado paralizar ni por el mito ni por el peso enorme de un personaje como Bu?uel, ha aparcado los miedos y se ha acercado a los misterios y al hechizo de esta obra cumbre de la historia del cine con la irreverencia necesaria para jugar como lo hac¨ªa el cineasta. Con 20 actores en escena, este gran banquete teatral, cuya versi¨®n ha corrido a cargo de Fernando Sansegundo, se estrena el pr¨®ximo jueves, 18 de enero, en el Teatro Espa?ol, en lo que ya es la m¨¢s ambiciosa producci¨®n de esta temporada.
"Con todo el amor y respeto del mundo, hemos jugado como a ¨¦l le gustaba jugar. Su libertad es la que me ha guiado¡±, explica entusiasmada la directora y actriz Blanca Portillo, premio Nacional de Teatro en 2012 y s¨®lido referente en el mundo dramat¨²rgico en Espa?a.
Es el tercer montaje teatral que dirige ¡ªtras La aver¨ªa y Don Juan Tenorio¡ª y el primero que realiza por encargo. ¡°Era una invitaci¨®n peligros¨ªsima la que me hizo Carme Portaceli, la directora del Espa?ol, pero es algo que no se puede rechazar. Corr¨ªa el riesgo de que alguien me llamara algo m¨¢s que osada o pretenciosa, porque Bu?uel es enorme, su filmograf¨ªa es sagrada y su nombre es universal, pero si nos dejamos atenazar por los miedos tampoco har¨ªamos nunca a? Calder¨®n de la Barca ni a Lope de Vega", asegura Portillo, que se ha enfrentado a Bu?uel como a los cl¨¢sicos del teatro. "Rompi¨® l¨ªmites como solo los cl¨¢sicos lo hacen y cre¨® un lenguaje propio y particular. Era un hombre fascinante, libre, muy grande. Me enamora su valent¨ªa y su grado de locura¡±, a?ade la directora, que se ha sentido invitada por el propio Bu?uel a jug¨¢rsela y a no tener que gustar a todo el mundo. ¡°Bu?uel me ha regalado una libertad que la llevar¨¦ conmigo para siempre¡±.
Ha perdido la cuenta de cuantas veces ha visto la pel¨ªcula El ¨¢ngel exterminador, cuya historia gira en torno al encierro de un grupo de personas que no pueden salir de una habitaci¨®n a pesar de que nada se lo impide. En un momento dado, Portillo se oblig¨® a dejar esta historia. "Ten¨ªa que soltar lastre. Una vez que te has nutrido y lo tienes todo en la cabeza y el coraz¨®n, lo debes abandonar, y eso que la tengo al lado de la televisi¨®n y constantemente tengo la tentaci¨®n de volver a ponerla". Lo que s¨ª recuerda es cuando la vio por primera vez, siendo una adolescente. ¡°Supe que estaba ante algo importante, pero entonces no la entend¨ª. Lo que sent¨ª fue una angustia espantosa. Eso es para m¨ª la esencia de la pel¨ªcula, la sensaci¨®n que te lleva a pensar qu¨¦ es lo que har¨ªa cada uno de nosotros en una situaci¨®n as¨ª¡±.
Esa angustia, esa crueldad extrema, la dur¨ªsima cr¨ªtica social, pero tambi¨¦n el humor m¨¢s ¨¢cido y? directo, reviven en el montaje teatral, en el que se han reducido a 14 las personas que sufren el encierro en esa lujosa vivienda, y cuyos ensayos han estado presididos por dos paneles de corcho donde cada miembro del equipo iba pegando fotos, recortes de peri¨®dico, im¨¢genes o bocetos, todo aquello que a cada uno le fuera sugiriendo esta situaci¨®n ag¨®nica y violenta. Lo que ha hecho Portillo ha sido mirar a la calle y a la vida con los ojos del Bu?uel de hace 50 a?os. Y lo que se ha encontrado, dice, es a ese mismo ser primitivo que todos llevamos dentro y que tan bien retrat¨® el cineasta, al ego¨ªsmo y la infinita soberbia de una clase social que entonces era la burgues¨ªa y que hoy la directora sit¨²a en el mundo del poder, f¨¢cilmente reconocible por todos. La gran aportaci¨®n que tiene llevar a un escenario El ¨¢ngel exterminador descansa, asegura, en la grandeza del imaginario del espectador teatral en vivo y en directo, siempre mucho m¨¢s activo que en el cine.
¡°Cada d¨ªa vemos c¨®mo la gente se va encerrando m¨¢s y m¨¢s. En este sentido, podemos hablar de lo que se est¨¢ viviendo en Catalu?a, de los refugiados y lo que est¨¢ pasando en Europa, del error que significa dejar de ser emp¨¢tico, de creer que tus problemas son ¨²nicos y los de los dem¨¢s son diferentes. Todos somos iguales. Igual de cobardes, de soberbios y de enfermos. El ¨¢ngel exterminador es una invitaci¨®n a que la gente mire a su alrededor, al que pide en la calle y al que te despide de tu puesto de trabajo, al que tiene poder y al que no lo tiene. Cada d¨ªa somos m¨¢s insolidarios y crueles, a pesar de que la vida parece m¨¢s f¨¢cil. Esa es la vigencia de esta obra¡±. Los n¨¢ufragos de aquella calle Providencia, enjaulados en su agon¨ªa y su violencia, siguen hoy igual de prisioneros.
Un rompecabezas actoral
No se considera Blanca Portillo directora. Para ella, es una faceta m¨¢s de su oficio, un impulso personal. Con El ¨¢ngel exterminador se enfrenta por primera vez a un elenco de 20 actores. Exigente como es, lo m¨¢s dif¨ªcil para ella en este montaje ha sido enfrentarse a 20 int¨¦rpretes, que van desde los 18 a?os a los 70, y conseguir un equipo compacto en una funci¨®n en la que no hay protagonistas. "Mi objetivo ha estado en que estos 20 personajes cuenten la misma historia, que se desprendan de s¨ª mismos para ir en favor de la funci¨®n y de lo que sucede en la obra, sin prescindir de ninguno de ellos porque sino se destruye el rompecabezas, y d¨¢ndole a cada uno su lugar y su material para que puedan trabajar. Ha sido lo m¨¢s demoledor como directora. La suerte que he tenido es que son 20 grandes actores, 20 miuras de la interpretaci¨®n".
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