Entre cuerpo y tablero
La artista Andrea Canepa especula sobre las construcciones ficticias del juego en su nueva exposici¨®n en Valencia
L¨ªmites, reglas, restricciones. Vivimos rodeados de ellas en una sociedad en la que, cada vez m¨¢s, todo es mensurable. Las jerarqu¨ªas institucionales del tiempo ¡ªaquellas que representan la verticalidad¡ª se diluyen en el sinf¨ªn de posibilidades que ofrecen la flexibilidad, la movilidad y la comunicaci¨®n. Armas de doble filo que esconden una paradoja: hacen del mundo un lugar m¨¢s plano. En La utop¨ªa de las normas, el antrop¨®logo David Graeber explica la naturaleza ambigua de las reglas que codifican la interacci¨®n humana, una ambig¨¹edad que tiende a desaparecer cuando participamos en un juego. Para Graeber, el placer de jugar reside en su condici¨®n normativa. Para la artista Andrea Canepa (Lima, 1980) constituye la premisa desde la que elaborar su trabajo art¨ªstico.
Su actual exposici¨®n Margen de juego en la galer¨ªa Rosa Santos de Valencia presenta dos proyectos que se alejan de lo l¨²dico para especular sobre las construcciones ficticias del juego. Juego entendido como herramienta de afecto y efecto en los cuerpos que produce una realidad social y cultural. La primera instalaci¨®n, Anschauung (2016), hace referencia a la posibilidad de un sentir inmediato, aquel que pretende alejarse de la interpretaci¨®n racional. Aunque podr¨ªamos traducir el t¨¦rmino alem¨¢n como ¡°intuici¨®n¡±, descuidar¨ªamos el matiz que tiene que ver con el potencial sensorial sobre el que se construyen los conceptos abstractos. Canepa toma como punto de partida los procesos pedag¨®gicos experimentales del XIX y XX. Concretamente, parte del gran cubo del binomio Montessori, dividido en prismas desplegados en el espacio donde cada corte genera una nueva parte de un todo. La instalaci¨®n incluye una proyecci¨®n que presenta materiales de ense?anza desde Fr?bel hasta Dienes, as¨ª como tres telares-pizarras que refieren a Kandinsky, Klee o Pestalozzi. Estas formas que remiten al suprematismo o constructivismo funcionan como bisagra para la segunda parte de la muestra, surgida tras sendas residencias en Beta-Local (Puerto Rico) y Bauhaus (Dessau).
Y es que, aunque compuestos, los c¨®digos del juego dejan margen a la posibilidad, a nuevas formas instituyentes, es decir, a nuevas verticales que se erigen desde la planicie del tablero de juego hacia nuestros cuerpos. La magn¨ªfica videoperformance Until it Lives in the Muscle (2017) recurre al principio coreogr¨¢fico basado en el sistema de notaci¨®n del pionero de la danza moderna Rudolf von Laban, al ballet tri¨¢dico de Schlemmer o los ritmos de Roth. Canepa propone un juego de signos con los que tres bailarines interpretan una suerte de partitura a caballo entre la concreci¨®n de las formas y la abstracci¨®n de movimientos corp¨®reos. El vaiv¨¦n entre el tablero y sus ejes, las reglas y el azar, lo concreto y lo abstracto, nos permite imaginar una posible instauraci¨®n del equilibrio.
¡®Andrea Canepa. Margen de juego¡¯. Galer¨ªa Rosa Santos, Valencia. Hasta el 9 de febrero.
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