Italia se mira en sus cr¨ªmenes mafiosos
El ¡®thriller¡¯ y la corrupci¨®n centran el renacer de las principales series que llegan al mercado internacional
Una banda criminal que, desde los arrabales de Roma, consigui¨® tener en vilo a la capital durante m¨¢s de dos d¨¦cadas, con unos tent¨¢culos que llegaron hasta las grandes intrigas nacionales; la despiadada guerra por el control de N¨¢poles entre dos clanes que, con una crudeza repugnante, ti?en la ciudad de sangre y traici¨®n; una inmensa telara?a de corrupci¨®n que cubri¨® todo el pa¨ªs y en la que en la que estuvieron implicados los principales pol¨ªticos y empresarios; o los lazos entre la Iglesia, el Estado y el crimen organizado, guiados por los grupos locales del litoral romano mientras pugnan entre s¨ª para repartirse el territorio. Son los argumentos de las series de Italia m¨¢s vistas dentro y, sobre todo, fuera de sus fronteras: Roma criminal, Gomorra, 1992 y Suburra. Cuatro productos diferentes, cuatro historias diversas, ambientaciones dispares y distintas formas de presentar una trama, pero con un potente denominador com¨²n: la criminalidad como tel¨®n de fondo.
Con estos t¨ªtulos Italia inaugur¨® su ¨¦poca dorada de las series nacionales. Dej¨® de importar ficci¨®n espa?ola ¨CM¨¦dico de familia, Cu¨¦ntame, Pulseras rojas o Velvet son tambi¨¦n historia de la televisi¨®n italiana¨C y comenz¨® a crear y exportar ¨CGomorra se ha vendido en m¨¢s de 160 pa¨ªses y 1992, en 100¨C obras capaces de jugar en la liga de las mejores producciones americanas a la par que se renov¨® con una extraordinaria oleada de actores, casi desconocidos hasta entonces y que han sido, en buena parte, responsables de su ¨¦xito.
El viraje de la ficci¨®n italiana en la peque?a pantalla, impulsado por la televisi¨®n de pago, est¨¢ dominado por el trasfondo criminal de sus tramas. Todos son productos italian¨ªsimos, que no podr¨ªan ambientarse en ning¨²n otro sitio. El ¨¦xito rotundo de la novela negra italiana, que inaugur¨® Andrea Camilleri y culmin¨® Roberto Saviano con Gomorra, donde adem¨¢s sac¨® a la luz un fen¨®meno hasta entonces escondido, la camorra napolitana, anim¨® a apostar por este g¨¦nero en televisi¨®n. Heredero en cierto modo de la tradici¨®n italiana del cine pol¨ªtico de los a?os sesenta ¨Ccon Francesco Rosi como gran exponente-, donde una base de realidad aderezaba la ficci¨®n. Adem¨¢s, ha sabido aprovechar la fascinaci¨®n y el atractivo que el cine americano de gangsters concedi¨® a los personajes mafiosos. Aunque ahora se impone la visi¨®n patria, m¨¢s pegada a la realidad: malavita sin glamur, con una est¨¦tica que rebasa lo hortera, con figuras atroces en las formas y con unos modos cercanos al analfabetismo y muy lejos de la astucia y la galanter¨ªa de Vito Corleone (El Padrino).
Ha mantenido intacto, eso s¨ª, el exotismo que tradicionalmente envuelve los temas de mafia. ¡°La mafia nos fascina porque somos una sociedad l¨ªquida, donde se han desvanecido los valores s¨®lidos y vemos en ella esa atracci¨®n, vemos una antisociedad coherente, completamente construida, con sus reglas, aunque sanguinarias, sus c¨®digos, su modo de hablar¡±, interpreta el semi¨®logo Paolo Fabbri.
Entre tiroteos a pleno d¨ªa, ausencia policial y disecciones de la Italia corrupta, est¨¢ en riesgo la imagen que el pa¨ªs proyecta fuera. Aqu¨ª hay dos frentes: quien opina que este tipo de ficci¨®n perjudica y quien, en cambio, piensa que es un trabajo sano y que el deber de la televisi¨®n tambi¨¦n es denunciar y analizar las deformaciones de la sociedad. ¡°No se puede fingir que estas cosas no existen, pero ahora hay una especie de exceso, lo que es arriesgado; hablar de mafia se ha puesto de moda, ya no hay una intenci¨®n c¨ªvica de denuncia¡±, explica el cr¨ªtico y catedr¨¢tico de historia de la televisi¨®n, Giorgio Simonelli. El semi¨®logo y catedr¨¢tico de Semi¨®tica de la Televisi¨®n en la Universidad de Tur¨ªn, Antonio Santangelo argumenta que ¡°estas cosas en Italia existen, no veo por qu¨¦ no deber¨ªan ense?arse. Tal vez una naci¨®n que tiene la valent¨ªa de mirar a la cara a sus problemas sea una naci¨®n seria. Italia puede salir mal parada en el retrato, pero la televisi¨®n italiana sale muy bien parada¡±.
El a?o de la experimentaci¨®n
2018 se presenta como un a?o de oportunidades y nuevos caminos en el panorama seri¨¦filo italiano, tanto desde la televisi¨®n de pago como desde la generalista. La l¨ªnea vertical (Rai 3), sobre la familia y la vida en el hospital; Baby (Netflix), basada en el esc¨¢ndalo de prostituci¨®n infantil en un barrio acomodado de Roma; o?L'amica geniale (HBO-RAI), inspirada en la tetralog¨ªa hom¨®nima de Elena Ferrante son algunos de los t¨ªtulos que m¨¢s prometen y que han tomado nota de las mejoras que introdujeron sus precursores.
La cr¨ªtica de televisi¨®n del diario La Stampa, Alessandra Comazzi explica que "Italia est¨¢ viviendo un periodo de experimentaci¨®n muy interesante. Se est¨¢n buscando otras v¨ªas que no exploten solo el tema de la criminalidad, aunque las series de crimen son las que mejor hechas est¨¢n y las m¨¢s f¨¢ciles de exportar".
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