Los directores de ¡®Intocable¡¯ vuelven a la comedia con ¡®C¡¯est la vie!¡¯
Olivier Nakache y Eric Toledano presentan otra muestra de cine popular con buenos actores que en Francia ha vendido m¨¢s de tres millones de entradas
Olivier Nakache (Suresnes, 1973) y Eric Toledano (Par¨ªs, 1971) puede que no sean los cineastas m¨¢s apreciados por los cr¨ªticos ni por los festivales m¨¢s sesudos, pero saben hacer cine popular y son queridos por el p¨²blico. Tras su ¨¦xito televisivo y tres pel¨ªculas con desigual resultado, Intocable (2011) explot¨®. Fue un fen¨®meno mundial, que super¨® en taquilla los 400 millones de euros tras costar solo 9,5 millones. Nunca una comedia europea hab¨ªa llegado tan lejos. Su giro a un cine m¨¢s social, Samba (2014), no fue tan bien recibido, y ahora Nakache y Toledano han retornado a su estilo, a la feel good movie con buenos actores, a un cine popular hecho con cari?o y medios, y en ese terreno est¨¢ C'est la vie, una comedia sobre la organizaci¨®n de una boda. Y aunque la pel¨ªcula sea muy coral, con una veintena de personajes con frase y peso en la trama, la empresa que monta el festejo es propiedad de Max, un tipo cansado de todo, a punto de jubilarse y al que le da vida Jean-Pierre Bacri. "El ¨¦xito de Intocable nos dio libertad, mucha libertad, y la capacidad de contactar con cualquier actor que quisi¨¦ramos", aseguran los directores. El p¨²blico ha vuelto a apreciar el cine de Nakache y Toledano, y en Francia ya ha recaudado m¨¢s de tres millones de euros, tras su estreno en el festival de San Sebasti¨¢n, donde por cierto tambi¨¦n empez¨® la carrera de Intocable. C'est la vie llegar¨¢ el pr¨®ximo viernes a los cines espa?oles.
Los cineastas aseguran que no han cambiado casi nada desde sus inicios. "Ni con los ¨¦xitos ni con los trabajos", apunta Toledano. "Desde luego, hemos aprendido a ser m¨¢s r¨¢pidos a la hora de armar los proyectos, y en esa velocidad nos benefici¨® sin duda alguna el taquillazo de Intocable. Nosotros no queremos cambiar el cine, sino que los espectadores disfruten con nuestras historias". Pero, confiesan, es dif¨ªcil que vuelvan a alcanzar semejante ¨¦xito. "Fue un golpe, un pelotazo que no vimos venir. Lo ¨²nico que pudimos hacer es acompa?ar al filme en su recorrido. El balance lo haremos cuando se nos acabe la carrera... aunque es cierto que atisbar cada d¨ªa la taquilla nos provocaba unos mareos...".
Durante la promoci¨®n de Intocable, Nakache y Toledano dejaron claro que no todo el reparto les hab¨ªa ayudado. Omar Sy se sent¨ªa parte del grupo, porque hab¨ªa empezado con ellos en televisi¨®n; Cluzet nunca rem¨® a favor de obra. C'est la vie parece un gui?o a aquella situaci¨®n: organizar una boda se parece much¨ªsimo a filmar una pel¨ªcula, con una empresa que ser¨ªa el equipo t¨¦cnico, y unos prometidos y sus invitados que ser¨ªan, respectivamente, los protagonistas y los actores secundarios. En cuanto empiezan las disensiones, el evento puede naufragar. "Muy cierto, estoy de acuerdo con la comparaci¨®n", remarca Nakache, "pero adem¨¢s quer¨ªamos realizar una fotograf¨ªa de Francia -y sospecho que es extrapolable a Espa?a-, de la crisis econ¨®mica y social que estamos atravesando. Incluso de la situaci¨®n pol¨ªtica, en la que todo el mundo habla, habla, habla y no se hace nada. Hay que avanzar, asumir que la globalizaci¨®n est¨¢ ah¨ª, y a su vez hacer cosas. O nos adaptamos y empezamos a trabajar juntos o...". Y por eso creen en la ense?anza que escondi¨® la filmaci¨®n: "?ramos un equipo rodando a otro equipo".
Se declaran exigentes desde la escritura del guion -"porque ya lo somos como espectadores"- aunque no tanto con los actores. "Reconocemos nuestra fortuna: ahora tenemos un im¨¢n para los int¨¦rpretes, y todos quieren trabajar con nosotros. Y cuando son buenos, lo son tanto recitando un guion como improvisando. El mejor ejemplo fue Bacri, todo facilidad, una persona nacida para ser actor".
Como directores, Nakache y Toledano creen que un equipo debe avanzar en el rodaje como si fuera un batall¨®n. "Damos la se?al, y tomamos el territorio". El resto, frusler¨ªa. "Nosotros reivindicamos que es una pel¨ªcula de todos para todos, que el cine popular, si quieres incluso de autor y popular, es necesario y disfrutable. En Francia podemos movernos en esa etiqueta, y solo el ¨¦xito nos hace sospechosos. Te empiezan a mirar mal, a intentar hacerte culpable", cuenta Nakache, "y solo te queda re¨ªrte de ellos, porque yo tengo intenci¨®n de ser exitoso muchos a?os".
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