¡°La desaparici¨®n es parte del grafiti¡±
Artistas del espray cuentan c¨®mo de lejos, o de cerca, est¨¢ una sentencia como la de Nueva York en Espa?a
Desde iniciativas de gran formato, como Pinta Malasa?a, fomentada desde el propio barrio y apoyada por el Ayuntamiento de Madrid, hasta otras supervivientes como la de Canido, un municipio perif¨¦rico de Ferrol (A Coru?a), el grafiti inmiscuye su arte en las paredes urbanas de Espa?a. Las iniciativas se circunscriben a lo local. Y los artistas del espray nos cuentan cu¨¢nto de lejos, o de cerca, est¨¢ una sentencia como la de Nueva York en Espa?a.
Eltono: "?Con qu¨¦ criterio se ha hecho la selecci¨®n?"?
"He o¨ªdo hoy esta historia de Nueva York en la radio, no conozco bien el tema y no lo entiendo muy bien. El grafiti siempre se hace sobre soportes temporales, ajenos, que no son propiedad del artista. La desaparici¨®n es parte del grafiti, siempre ha sido as¨ª. Cuando un artista quiere conservar sus obras y no exponerlas a los caprichos de la calle, deja de hacer grafiti y pinta en su taller", dice este artista urbano que ha expuesto en calles y galer¨ªas. Luego dicen que de todos los grafitis que se hicieron se van a salvar 45, ?con qu¨¦ criterio se ha hecho esa selecci¨®n? ?Se indemnizar¨¢ a los grafiteros m¨¢s reconocidos o realmente hubo un estudio del valor art¨ªstico de cada pieza??Y los grafiteros que pintaron encima de otros, van a pasar por caja tambi¨¦n? Me parece muy bien que intentaran salvar el edificio, era un icono en el barrio y llevaba un poco de la historia del grafiti neoyorquino. Pero de ah¨ª a indemnizar a los pintores por haber sido borradas sus piezas es ir demasiado lejos. ?En este caso vamos a tener que indemnizar a artistas para el resto de los tiempos, desde los vagones del metro de Nueva York hasta la l¨ªnea del metro de Carabanchel!".
Boa Mistura: "Cuesta creer un grado de protecci¨®n as¨ª en Espa?a"
"Las autoridades, durante a?os, no consideraban el grafiti algo positivo para la sociedad ni para las ciudades. Afortunadamente, esta situaci¨®n ha cambiado mucho. Creemos que a base de trabajo y esfuerzo hemos logrado hacernos un hueco en el mundo del arte y la cultura. Ahora mismo, el llamado street art comienza a verse como una herramienta muy poderosa para cambiar los espacios en los que vivimos, en algunos casos, como verdaderos iconos representantes de la identidad de una comunidad". Este equipo? multidisciplinar nacido a finales de 2001, en Madrid, ha desarrollado su trabajo en el espacio p¨²blico. "Con todo, desconocemos la legislaci¨®n al respecto, pero la verdad es que nos cuesta creer que el grafiti pueda llegar a tener un grado de protecci¨®n as¨ª en Espa?a", agregan.
Jair Leal: "Nueva York nos lleva mucha delantera"
"La diferencia entre Espa?a y Estados Unidos es que aqu¨ª hay muchos m¨¢s edificios hist¨®ricos, con mayor protecci¨®n. Y por tanto, es m¨¢s dif¨ªcil encontrar espacios donde poder realizar tu arte sin permiso, aunque hay Ayuntamientos que se abren, como el de Barcelona o Madrid. Por otro lado, Nueva York nos lleva mucha delantera en arte urbano. Tienen una sensibilidad mayor. Lo que ha sucedido en 5Pointz podr¨ªa suceder aqu¨ª, pero no ahora", asegura este artista pl¨¢stico mexicano residente en Espa?a. Jair Leal ha realizado numerosos murales en espacios p¨²blicos, como el del festival de arte multidisciplinar Mulafest en IFEMA, Madrid.
Nuria Mora: "El grafiti busca provocar una reacci¨®n incluso desde el fe¨ªsmo"?
"El grafiti, sea bonito o feo, da un espacio de descanso. De libre actuaci¨®n. Se apropia de un lugar apropiado por algo m¨¢s grande, como una corporaci¨®n o un espacio publicitario. Y pone sobre la mesa un espacio de di¨¢logo. La obra genera preguntas ulteriores. Incluso las famosas firmas, como Farlopa, tienen un poso sociol¨®gico detr¨¢s muy interesante", declara esta grafitera vandalista, ahora artista en galer¨ªas, para grandes corporaciones y, de vez en cuando, grafitera legal.
"Es obvio que los grafitis y las piezas que se hacen en la calle forman parte del paisaje y de la memoria colectiva. No hace mucho se indultaron anuncios como la botella de T¨ªo Pepe en la Plaza Mayor, el luminoso de Schweppes en Gran V¨ªa o el toro de Osborne. Eran algo comercial en origen y forman parte de la cultura colectiva. En Espa?a ya ha habido indultos. Pero vamos un pasito por detr¨¢s de lo que pasa en Nueva York en cuanto a arte urbano. Yo lo empec¨¦ a practicar en 1999, de forma ilegal, sin permisos, era una apropiaci¨®n del espacio p¨²blico de manera totalitaria e invasiva. Como lo hace la publicidad. D¨¢bamos un cambio de enfoque, porque no hab¨ªa detr¨¢s una corporaci¨®n, sino una mera motivaci¨®n reactiva, porque no pretend¨ªamos agradar, sino provocar una reacci¨®n, incluso desde el fe¨ªsmo. Aquello el sistema lo ha asimilado y muchos de nosotros incluso vivimos de esto. Los propios Ayuntamientos promueven festivales. Tambi¨¦n multinacionales, y yo trabajo para ellas. Por eso pienso que la definici¨®n de arte urbano ha perdido el significado que ten¨ªa. A d¨ªa de hoy son murales en grandes formatos, comisionados y muchas veces con una gran marca detr¨¢s".
Babelia
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