Precariedad de las listas
Las antolog¨ªas no documentan lo permanente sino lo fugaz. La escritura m¨¢s viva es aquella que encarna las prisas del presente
Todo lo que favorezca la construcci¨®n de una esfera dial¨®gica es positivo, pero esa plataforma deber¨ªa ser transatl¨¢ntica para no ser paternalista. Es ir¨®nico que hace 10 a?os lament¨¢bamos que el canon (toda selecci¨®n es un canon, y no tiene nada de malo, porque todo canon busca gravitar pero es precario) fuera dictaminado por las editoriales espa?olas y su armada inflexible de cr¨ªticos local¨ªsimos. Inversamente, tampoco tiene sentido elegir a los ¡°mejores¡± latinoamericanos, dejando de lado a los espa?oles, como ha hecho Bogot¨¢ 39. El destino de un escritor no es el mercado sino el lector. Creer que la promoci¨®n y la difusi¨®n mejoran la funci¨®n literaria es ignorar que las reglas del mercado son fortuitas y primarias; la literatura es otro mundo.
Desde los balances y anticipaciones del a?o 2000, la lectura misma se nos volvi¨® la primera tierra firme del XXI. Algunos llegamos a creer que la lectura nos har¨ªa mutuos, sumando orillas y apostando por lo nuevo. En la Feria del Libro de Guadalajara postulamos una plataforma de Nov¨ªsimos, que una d¨¦cada despu¨¦s define la actualidad. Entre 2003 y 2008 practic¨® la inclusi¨®n, y sum¨® a Jorge Volpi, Rodrigo Fres¨¢n, Ignacio Padilla, Cristina Rivera Garza, Eduardo Paz Sold¨¢n, Andrea Jeftanovic, Iv¨¢n Thays, Florencia Abbate, Guadalupe Nettel, Jorge Carri¨®n, Armando Luigi, Margarita Posada, Luis Hern¨¢n Casta?eda, Yanna Hadatty Mora, Juan Francisco Ferr¨¦, Isaac Rosa, Carmen Velasco, M¨®nica Lav¨ªn, Luis Vicente Mora, Javier Fern¨¢ndez, Pedro ?ngel Palou, Lina Meruane, Vivian Abenshushan, Mayra Luna, Liliana Blum, Magali Velasco, Imma Turbau, Eunice Shade, Mariana Enr¨ªquez, Nicol¨¢s Cabral, Pedro Cabiya, Ezio Neyra, Mari?o Gonz¨¢lez y Claudia Ulloa. Estos foros anuales no postulan otra lista, son un mapa del nuevo siglo.
Pero m¨¢s interesante y propio de la cultura y las artes es que toda pretensi¨®n de una propuesta de ¡°los mejores¡± confirma la obsolescencia del juicio de valor. Hoy, en teor¨ªa cr¨ªtica es claro que la obsolescencia es la medida de la producci¨®n literaria. No s¨®lo porque reemplazar un canon significa ser reemplazable m¨¢s pronto que tarde. Tambi¨¦n porque las listas son formas de exclusi¨®n que promet¨ªan la eternidad pero prodigan la fugacidad.
Nos queda restaurar la concurrencia de lo diverso. La reiteraci¨®n de los mismos se ha hecho pat¨¦tica
Las antolog¨ªas no documentan lo permanente sino lo fugaz. La escritura m¨¢s viva es aquella que encarna las prisas del presente y deja una huella en fuga, unas palabras apremiadas por su gozosa desaparici¨®n. Lo fugaz es lo m¨¢s valioso. Como la vida misma, dec¨ªa Freud. La ¨¦tica de lo precario es hacer m¨¢s de lo posible con lo menos y poco.
Los best sellers son, por ley del mercado, desechables. Por eso digo que contribuyen al calentamiento global.
Nos queda restaurar la concurrencia de lo diverso. La reiteraci¨®n de los mismos se ha hecho pat¨¦tica. Y es de pobre gusto ganar todos los premios, firmar el libro anual y ocupar demasiado espacio en EL PA?S. Damos por le¨ªda su obra obligatoria.
Carlos Fuentes y Juan Goytisolo fueron los escritores m¨¢s apasionados por las promesas de lo nuevo y la diferencia. Con Fuentes compil¨¦ The Picador Book of Latin American Stories (1998), que inclu¨ªa las voces distintivas de Mario Levrero, Moacyr Scliar, Policarpo Var¨®n, Sergio Ram¨ªrez, Hern¨¢n Lara Zavala, Fernando Ampuero, Senel Paz, Alberto Ruy S¨¢nchez, Antonio L¨®pez Ortega, Rodrigo Fres¨¢n y Pablo Soler Frost. Con ambos rompimos varias lanzas por Juli¨¢n R¨ªos. Y celebramos las vanguardias en los cursos de El Escorial, los coloquios de Brown y la Feria de Guadalajara con C¨¦sar Aira, Diamela Eltit, H¨¦ctor Libertella y Edgardo Rodr¨ªguez Juli¨¢.
Y con Juan Francisco Ferr¨¦ hice la muestra Mutantes, narrativa espa?ola de ¨²ltima generaci¨®n (2007), que apostaba por la innovaci¨®n desde un nuevo relato plural y espa?ol, que inclu¨ªa a Agust¨ªn Fern¨¢ndez Mallo, Jorge Carri¨®n, Eloy Fern¨¢ndez Porta, Robert Juan-Cantavella, Mercedes Cebri¨¢n, Manuel Vilas, David Roas, Vicente Luis Mora. Estos compatriotas de lo nuevo se comparten mejor en el dialogismo transatl¨¢ntico, nuestra forma de lectura global.
La poes¨ªa se hace cargo del tiempo en fuga. Se precipita el tiempo verbal en la dicci¨®n de Emily Dickinson y en la notaci¨®n visionaria de Julia Castillo. Pasa el tiempo protestando en Ernesto Cardenal y Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo. En Roberto Fern¨¢ndez Retamar (¡°somos hombres de transici¨®n¡±), Joan Margarit, ?lvaro Salvador y Jos¨¦ Emilio Pacheco, irrumpe elocuente y cierto. De Reina Mar¨ªa Rodr¨ªguez a Mar¨ªa Auxiliadora ?lvarez, discurre el verbo de la subjetividad. Y entre Tamara Kamenszain, Mal¨² Urriola, Magdalena Chocano, Victoria Guerrero y Roc¨ªo Cer¨®n, se forja el coloquio del habla desplegada como mutua. Tienen las palabras lugar y tiempo en la artesan¨ªa de David Huerta y Alberto Blanco. Seguimos conversando con la Zambrano y el Ull¨¢n gracias a Olvido Garc¨ªa Vald¨¦s. Y gana elocuencia la intimidad entre Rafael Cadenas, Giovanni Quessep, Gloria Posada y Diego Bentivegna¡
Los premios, los rankings y los festivales de Barataria se proponen mediar entre mercados. Hacen adi¨®s con el sombrero mientras cae el tel¨®n.
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