La banda sonora del hijo del emigrante
'Valderrama y Ol¨¦¡¯ se ha convertido en un ¨¦xito radiof¨®nico gracias a su combinaci¨®n de g¨¦neros ¡°sin complejos¡±
Era el ni?o que se cargaba las fiestas. Sacaba el disco de Mecano para pinchar uno de flamenco mientras sus amigos le gritaban. Juan Valderrama se crio bajo el ala del sombre de su padre, Juanito Valderrama, en un ambiento art¨ªstico que reconoce como ¡°una gran suerte¡±. Sin embargo, su pasi¨®n, m¨¢s all¨¢ de la m¨²sica, es la radio. Al frente de Valderrama y Ol¨¦ cumple, lo afirma as¨ª, el sue?o de su vida: ser locutor de un espacio musical en el que combina g¨¦neros ¡°sin complejos¡±. En poco tiempo se ha convertido en uno de los espacios m¨¢s exitosos de Radiol¨¦ con 285.000 oyentes cada s¨¢bado (10.00).
Valderrama tiene fijada en la memoria una radio en la que sonaban Chiquetete, Bon Jovi, el Fary, Juanito Valderrama y Mecano todos juntos. ¡°Ahora est¨¢ todo departamentalizado¡±, lamenta. Una vez a la semana, conduce Valderrama y Ol¨¦ con aquella radio muy presente y ofrece un c¨®ctel que va cuajando seg¨²n la demanda de la audiencia. Por eso Valderrama niega rotundamente que su programa sea de copla: ¡°No, absolutamente no. Le hago caso a la copla y la pongo, pero una de las condiciones que propuse para hacerme cargo del espacio era libertad absoluta para poner la m¨²sica que a m¨ª me gusta y me gustan muchos g¨¦neros¡±.
As¨ª, le maravilla la est¨¦tica rompedora de Rosal¨ªa y cuenta que descubri¨® a Rozal¨¦n en Youtube. ¡°El primer artista con el que colabor¨® fue conmigo y por eso somos muy amigos¡±, apunta. Pero no se olvida de abrir los tel¨¦fonos y el Whatsapp, que le parece ¡°un inventazo¡±, a los oyentes m¨¢s tradicionales. Y es que a Valderrama le gusta ¡°que el trabajo lo hagan los dem¨¢s¡± y que se cuelen seguidores del programa que le cuenten que van en tractor, que recogen fresas o qu¨¦ tema son¨® en su boda hace ya d¨¦cadas. ¡°Dejo que el programa se abra. Un d¨ªa me sale simp¨¢tico, otro menos, un d¨ªa lloramos, depende mucho del oyente¡±.
Gracias a esta f¨®rmula ha logrado que quienes lo siguen sientan que el espacio es un poco suyo y ah¨ª considera que reside el ¨¦xito de Valderrama y Ol¨¦: enganchar ¡°sin complejos¡± a ¡°esa Espa?a invisible, esa parte de la sociedad silenciosa, de pueblo, que parece que no se manifiesta, pero que est¨¢ ah¨ª¡±.
La m¨²sica popular que no hace tanto llenaba la parrilla de la radio se ha limitado a espacios muy reducidos y pr¨¢cticamente ha desaparecido de la televisi¨®n y otros medios. Valderrama apunta que ese ¡°arrinconamiento medi¨¢tico¡± ha provocado que parezca ¡°m¨²sica de extrarradio¡±. ¡°Forma parte de una cultura de negaci¨®n de nuestras propias historias, nuestra propia m¨²sica. ?C¨®mo puede ser que un grupo como Camela que ha vendido millones de discos no tengan un premio de la m¨²sica?¡±, se pregunta. Su padre se muri¨® sin uno. Considera que solo el tiempo romper¨¢ la asociaci¨®n del flamenco con connotaciones vetustas. ¡°Entonces, empezaremos a no ponerle trabas, a escuchar y sentir¡±.
Lo de sacudirse los prejuicios no es nuevo para ¨¦l y es que la etiqueta de hijo de Juanito Valderrama le acompa?a desde siempre. ¡°En el pecado llevas la penitencia¡±, recita. Recuerda a su padre con la admiraci¨®n de un artista a otro, pero sobre todo con la de un hijo que encontr¨® siempre el cari?o y apoyo de su progenitor. ¡°Mi padre era muy mayor y yo me he criado al lado de grandes artistas y de un ambiente art¨ªstico flamenco y musical que no me corresponde por mi edad; es una gran suerte porque hoy se habla de ellos como leyendas¡±, expone.
Esa cercan¨ªa con los grandes nombres de la m¨²sica espa?ola del siglo pasado le ha conferido un conocimiento profundo de la copla y el flamenco, una condici¨®n que le gusta compartir con los oyentes, ¡°abrirles ventanas para que prueben a ver si les gusta¡±. Valderrama siente que esta misma circunstancia le ¡°atrapa¡± porque tiene que hacer un esfuerzo para renovarse, aunque advierte: ¡°Pecamos de etiquetar ¡®este es el hijo de Juan Valderrama, ?c¨®mo va a ser moderno? Tiene que ser un antiguo¡¯. Trato de romper con todos esos t¨®picos¡±.
Un disco de carne y hueso
De un brazo le tira la comunicaci¨®n y del otro la m¨²sica. Valderrama estudi¨® periodismo, pero le gustaba leer, escribir canciones y no pod¨ªa obviar la familia en la que hab¨ªa nacido. Despu¨¦s de tener ¨¦xito con varios discos, en 2016 inici¨® el espect¨¢culo Bajo el ala del sombrero, con en el que a trav¨¦s de la figura de su padre pone sobre el escenario algunos de los temas m¨¢s emblem¨¢ticos de la m¨²sica espa?ola. "Iba a hacerlo seis meses y llevo dos a?os", exclama. Todav¨ªa con citas hasta abril, anuncia que ya trabaja en otro proyecto. Se trata de un disco que llevar¨¢ por t¨ªtulo De carne y hueso y que incluir¨¢ poemas musicados, as¨ª como temas propios. Esta mezcla de copla y flamenco se la est¨¢ tomando con calma y se excusa en que la radio ocupa todo su poder creativo, pero promete que saldr¨¢ este a?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.