El silencio infalible
Cristina Cifuentes va a todas las televisiones a hablar de sus cosas, pero no va a Arco para no mancharse con lo que pas¨®
Madrid de gas¨®geno y sereno; Madrid de no nos mover¨¢n; Madrid de movida y no a la guerra; Madrid de 15-M; Madrid capital de la gloria del arte y de Almod¨®var y Cock y noches peligrosas, Madrid capital de las nuevas glorias. Y Madrid ahora mismo. Madrid, esa historia contradictoria que incluye tantas historias, no se merece el Madrid de esta semana. Esa fotograf¨ªa de Arco, s¨ªmbolo de las movidas, transgresi¨®n y comercio, y este hueco en una pared v¨ªctima de la torpeza de los compadreos. ¡°No importa, t¨² quitas el cuadro y aqu¨ª no ha pasado nada¡±.
Pena de semana, por tantas cosas tan radicalmente serias, la despedida de Forges, tan madrile?o y tan de Bilbao, y del mundo entero, nunca te olvides de Forges, nunca; y pena de semana por el fracaso de esa pared de Arco. Y por el silencio de Cristina Cifuentes. Su silencio infalible: no habla de lo que pas¨®, no va a la inauguraci¨®n (no fue Manuela Carmena, pero ella lo explic¨®: no fue porque le indign¨® la torpeza de Ifema) que hicieron los Reyes para que no le preguntaran por lo que pas¨®; qu¨¦ hizo ella con los votos que confieren mayor¨ªa a los que fueron capaces de dejar a Arco a la luna de Valencia, de entorpecer su prestigio. Ella no dice nada: va a todas las televisiones a hablar de sus cosas, pero cuando se toca el tu¨¦tano de su acci¨®n pol¨ªtica, por ejemplo en este caso, decide no hablar.
Madrid no importa, importa su imagen. No va a Arco para no mancharse con lo que pas¨®. Sabe que quiz¨¢ la gente percibe el silencio como la explicaci¨®n infalible. En boca cerrada no entran moscas, dec¨ªa Eduardo Arroyo junto a su escultura vol¨¢til este jueves en Arco. Pena de Arco, sometido al silencio infalible de los que lo han dejado zozobrar en esta quiebra de alegr¨ªa.
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