El arte espa?ol entre budas, mandalas y caligraf¨ªas chinas
Una exposici¨®n en la Fundaci¨®n March indaga por primera vez en el influjo asi¨¢tico sobre los creadores a partir de los a?os cincuenta
Los surcos que deja el rastrillo en un jard¨ªn japon¨¦s, el simbolismo c¨®smico de un mandala hind¨², la atracci¨®n por la caligraf¨ªa, la placidez concentrada de un Buda o las expl¨ªcitas estampas sexuales asi¨¢ticas han inspirado a los artistas occidentales desde mediados del siglo XIX. Aunque el influjo asi¨¢tico ha sido menor que en otros pa¨ªses, tambi¨¦n en Espa?a se ha dejado notar en la obra de algunos de los protagonistas del panorama art¨ªstico nacional.
Hay nombres evidentes. Uno es Fernando Z¨®bel (1924-1984), de origen filipino, que lleg¨® a impartir clase de arte japon¨¦s en Manila, e impregn¨® sus obras abstractas de la espiritualidad del arte japon¨¦s y chino. Otro es Antoni T¨¤pies (1923-2012), cuyos s¨ªmbolos caligr¨¢ficos son claros deudores de la escritura china que se extendi¨® a Jap¨®n. Tambi¨¦n Pablo Palazuelo (1916-2007), que desarroll¨® algunas obras a partir de los diagramas geom¨¦tricos de los yantras hind¨²es. E incluso Eduardo Chillida (1924-2002), que inmortaliz¨® en una escultura la posici¨®n de piernas y brazos de un tr¨ªo de luchadores de sumo.
Son cuatro de los principales artistas de la generaci¨®n de los cincuenta y, junto a otros 60, son los creadores de las 330 obras de la exposici¨®n El principio Asia. China, Jap¨®n e India y el arte contempor¨¢neo en Espa?a (1957-2017). Principio entendido en su acepci¨®n qu¨ªmica, seg¨²n la cual un elemento activo, en solitario o junto con otros, reacciona al mezclarse con otros. Ese es el prop¨®sito de esta muestra in¨¦dita, inaugurada en la sede madrile?a de la Fundaci¨®n March.
Combina casi a partes iguales obras asi¨¢ticas y espa?olas en una simbiosis que genera sugerentes afinidades electivas, como la habitaci¨®n roja que pint¨® hace 13 a?os Juan Navarro Baldeweg desde una perspectiva cenital muy japonesa, caracter¨ªstica de las estampas antiguas, como la que se muestra a su lado. Desde arriba, con el techo velado, se dibuja una de las casas, ligeras y modulares, t¨ªpicas del pa¨ªs asi¨¢tico; o El concierto de lamas de Miquel Barcel¨®, que se exhibe junto a un buda del siglo XVII; o el lienzo de nebulosas espirituales de Z¨®bel que parece prolongar el paisaje de monta?as del biombo de seis hojas de principios del XIX.
¡°Es una representaci¨®n, aunque no exhaustiva s¨ª amplia, que recoge a los artistas que fueron influidos en la pr¨¢ctica en su pintura, escultura o cer¨¢mica, en todos los conceptos¡±, explica el director de Exposiciones de la Fundaci¨®n, Manuel Font¨¢n del Junco. La muestra, que se puede ver hasta el 24 de junio, es in¨¦dita, porque con anterioridad no se hab¨ªa explorado ese influjo oriental en el arte espa?ol, apunta Font¨¢n. El recorrido arranca con dos instalaciones de Manuel Vilari?o y Juan Hidalgo y concluye con la exhibici¨®n de los libros de las bibliotecas (sobre todo de Z¨®bel y T¨¤pies) que fueron claves para dar a conocer el arte asi¨¢tico.
El cat¨¢logo, pieza fundamental del proyecto, recoge tambi¨¦n el trabajo de investigaci¨®n de cuatro a?os en el que han participado tanto Font¨¢n e In¨¦s Vallejo, por parte de la Fundaci¨®n, como las expertas Matilde Arias, Pilar Caba?as y Mar¨ªa Jes¨²s Ferro, del Grupo de Investigaci¨®n Asia, vinculado a la Universidad Complutense.
Oriente a trav¨¦s de Cuenca
Las obras de la muestra proceden de la Fundaci¨®n March y de otras colecciones p¨²blicas y privadas, muchas espa?olas. La influencia asi¨¢tica marca a muchos informalistas del Museo de Arte Abstracto Espa?ol de Cuenca, creado por Z¨®bel, con obra de muchos de los artistas presentes en la muestra y propiedad de la March, Tambi¨¦n hay artistas como Joan Mir¨®, con obras caligr¨¢ficas; Joan Hern¨¢ndez Pijuan, con un meditativo paisaje rastrillado; Jos¨¦ Mar¨ªa Yturralde con un hipn¨®tico c¨ªrculo zen, o Susana Solano, con una muy colorida y sorprendente instalaci¨®n fotogr¨¢fica.
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