Escalofr¨ªos
Suelo tragarme los documentales sobre Corea del Norte desde que me jugu¨¦ la vida adentr¨¢ndome clandestinamente en la reserva de la dinast¨ªa Kim
Suelo tragarme los documentales sobre Corea del Norte desde que me jugu¨¦ la vida adentr¨¢ndome clandestinamente en la reserva de la dinast¨ªa Kim en pos de la noticia, asumiendo la detenci¨®n y el potro para que el mundo pudiera estar informado. Me acompa?¨® un colega de la agencia EFE, igualmente comprometido en la defensa de las libertades y la excavaci¨®n antropol¨®gica.
Despu¨¦s de una semana de trabajo de campo en Pyongyang, de una fallida interlocuci¨®n, gestual y callejera, con seres que hu¨ªan al vernos, llegamos a la conclusi¨®n de que la democracia norcoreana es mejorable, pero tur¨ªsticamente imbatible: un parque tem¨¢tico m¨¢s electrizante que un safari con gorilas de Uganda o las pesquer¨ªas de tibur¨®n en Pernambuco. Un ejemplo: las explicaciones oficiales sobre el pluralismo ponen los pelos de punta.
Aunque a deshora, nuestras conclusiones de hace veinte a?os fueron pioneras y aparecen en los documentales de las grandes cadenas, National Geographic CNN, BBC, Discovery y dem¨¢s. Misiles y marcianos en su salsa. La 2 se sum¨® a la serie con el estreno Viaje a la Corea de Kim Jong-un. Interesante, pero con mucho archivo. Los periodistas franceses se disfrazaron de turistas; nosotros ¨¦ramos empresarios del sector textil que despistaban al gu¨ªa con la excusa de que nos acost¨¢bamos con las gallinas.
El reportaje de Documentos TV repiti¨® formato: los polizones espa?oles recorri¨¦ndo la capital a solas sin enterarse de nada, e imaginando de todo, y los galos, escoltados por un comisario, sin enterarse de nada y filmando a dedo, o desde un bot¨®n, como casi todos los documentalistas atra¨ªdos por el arcano asi¨¢tico.
El rodaje en libertad del d¨ªa a d¨ªa de un norcoreano es imposible, y conseguir una cr¨ªtica, inalcanzable. Las mejores tomas son gratuitas. Las difunde la televisi¨®n de la reserva: masas que r¨ªen, lloran, marchan y convulsionan ante el sumo sacerdote. Im¨¢genes estremecedoras, solo aptas para turistas exigentes, mayormente de la asociaci¨®n ¡®manicomios sin fronteras¡¯.
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