Araki: ?genio, demonio o las dos cosas?
En tiempos del Me Too, el Museo del Sexo de Nueva York analiza la obra del controvertido fot¨®grafo
El esc¨¢ndalo es algo habitual en la trayectoria de casi medio siglo del c¨¦lebre y prol¨ªfico fot¨®grafo Nobuyoshi Araki (Tokio, 1940). Tambi¨¦n lo es el debate sobre el m¨¦rito y el prop¨®sito de su obra. Perverso, loco, mis¨®gino, vulgar, porn¨®grafo, provocador, genio... son algunos de los adjetivos utilizados para describir a este artista japon¨¦s, cuyas im¨¢genes m¨¢s populares y controvertidas son aquellas dedicadas a la pr¨¢ctica er¨®tica japonesa del kinbaku-bi, en las que las mujeres aparecen totalmente inmovilizadas por cuerdas. As¨ª, en tiempos pos Harvey Weinstein, abierto el debate sobre la conducta sexual de hombres poderosos, y meses despu¨¦s de que una petici¨®n, firmada por m¨¢s de 9000 personas, demandara la retirada de un ¨®leo de Balthus del Metropolitan Museum of Art (donde una adolescente posa en una posici¨®n ¡®sugerente¡¯), el Museum of Sex de Nueva York dedica una exposici¨®n al controvertido fot¨®grafo: The Incomplete Araki: Sex, Life and Death in the Work of Nobuyoshi Araki.
Recorriendo varias de sus etapas art¨ªsticas, la exposici¨®n pretende ¡°introducir tem¨¢ticamente la obra y trayectoria del artista y mostrar la forma en la que su fotograf¨ªa entrelaza con los aspectos sociales, culturales y pol¨ªticos de la sexualidad¡±, seg¨²n se?ala su comisaria, Maggie Mustard. La tensi¨®n entre lo p¨²blico y lo privado, la ficci¨®n y lo autobiogr¨¢fico, define un estilo que el autor ha ido perfilando desde finales de los a?os sesenta a trav¨¦s de una fotograf¨ªa directa; sin concesiones. Vivir y fotografiar es lo mismo para el artista, quien se ha constituido como un referente para las generaciones posteriores. Toma fotos todos los d¨ªas, como si se tratase de un diario. Los retratos; la vida en la calle; las flores; desnudos cargados de la sexualidad m¨¢s expl¨ªcita que difuminan la frontera entre el arte y la pornograf¨ªa; as¨ª como conmovedoras im¨¢genes que hablan sobre la vulnerabilidad del ser, del amor y la muerte forman el corpus de una obra donde deja muy claro que en su arte no existen normas para ¨¦l.
Ha publicado m¨¢s de quinientos libros de fotograf¨ªa y colaborado con grandes fot¨®grafos, como Daido Moriyama, Nan Goldin y Juergen Teller. Lady Gaga y Bj?rk se encuentran entre sus modelos. Nunca ha hecho distinci¨®n entre su obra personal y comercial. Todo ello, unido a una carism¨¢tica personalidad, le ha concedido un estatus de celebridad internacional poco com¨²n entre los fot¨®grafos japoneses. ¡°Quiero realizar fotograf¨ªas que se mantengan inconclusas¡±, se?ala Araki. ¡°No quiero que pierdan su realidad, su presencia, su ralent¨ª, su calor o su humedad. Por tanto, me paro y disparo antes de que se refinen y se sofistiquen¡±.
Lejos de organizar una exposici¨®n laudatoria se ha pretendido ¡°contextualizar la fotograf¨ªa del artista para permitir al visitante explorar las cuestiones m¨¢s fundamentales¡±, explica la comisaria. ¡°?Por qu¨¦ es pol¨¦mica la obra de Araki? ?Por qu¨¦ a pesar de esto es tan famoso, y est¨¢ tan bien considerado por muchos? ?Cree que su obra cosifica a la mujer? ?Por qu¨¦ s¨ª, o por qu¨¦ no? ?Qu¨¦ otras din¨¢micas influyen en un sistema cultural que puedan contribuir a un desequilibrio de poder? ?Cu¨¢l es la opini¨®n de las modelos que han trabajado con ¨¦l? ?C¨®mo influye eso en la manera de observar su obra o la cultura y el tiempo en el que fue creada?¡±. ¡°Estas cuestiones van m¨¢s all¨¢ del tema de la aceptaci¨®n de la obra¡±, continua la comisaria.? ¡°Queremos alentar al espectador a considerar c¨®mo la obra entrelaza con temas relacionados con las leyes de obscenidad y la censura, con el sexismo y la misoginia, la din¨¢mica del poder, y el poder de la fama¡±.
Araki alcanz¨® la fama en los a?os 90, con la publicaci¨®n de Sentimental Journey, un poema de amor dedicado a su mujer, Yoko. Durante diecinueve a?os fotografi¨® obsesivamente a su compa?era; en un tren, desnuda en la cama, o acurrucada en un barco en el rio Yanagawa, ¡°cansada de tanto sexo¡±, dir¨ªa el artista, quien la retratar¨ªa por ¨²ltima vez dentro de un ata¨²d, cuando muri¨® v¨ªctima de c¨¢ncer. Sin sospecharlo, la serie de fotograf¨ªas de Yoko se convirti¨® en un recorrido hac¨ªa la muerte. ¡°Mi patio de recreo era un cementerio. Hab¨ªa un cementerio en mi barrio... junto a un barrio de prostituci¨®n¡±, recuerda el artista en el documental Arakimentari. ¡°Cuando fallec¨ªan, aquellas putas sin familia, eran enterradas en una fosa com¨²n. All¨ª fue donde aprend¨ª sobre el erotismo, la vida y la muerte y sobre c¨®mo ambas cosas se combinan¡±.
Fue en los a?os noventa cuando el provocador Araki se hizo popular, y se estableci¨® su reputaci¨®n, as¨ª como la controversia: en la muestra Art- Tokyo expuesta en Camera Austria, las mujeres trabajadoras de la sala de exposiciones se pusieron en huelga, considerando sexistas y degradantes para la mujer las fotograf¨ªas de ¡®bondage¡¯. Al mismo tiempo, las im¨¢genes de ni?as con coletas y uniforme suspendidas en el aire por cuerdas causaban gran esc¨¢ndalo en Jap¨®n. ¡°?Por qu¨¦ es Araki de repente tan popular en Europa y en Estados Unidos, donde supuestamente hemos dejado de apoyar la imaginer¨ªa sexista dentro de la fotograf¨ªa contempor¨¢nea?¡±, se preguntaba el cr¨ªtico de arte Christian Kravagna, se?alando ¡°un supuesto racismo sin resolver hac¨ªa las im¨¢genes de las mujeres del este asi¨¢tico¡±. Pero, lo que para unos es una descripci¨®n de la cosificaci¨®n de la mujer, para otros es la revelaci¨®n de un espacio ¨ªntimo de libertad sexual consensuada donde se vulneran las normas sexuales, o una cosificaci¨®n provocada y metaf¨®rica de las estructuras que oprimen a la mujer en Jap¨®n.
Sus exposiciones comenzaron a ser censuradas en Jap¨®n, un pa¨ªs donde la obscenidad es ilegal y sus leyes exigen que todos los genitales se vean borrosos o pixelados en los medios, incluido cualquier material destinado al p¨²blico adulto. Ha sido amonestado por obscenidad, arrestado, y su obra ha sido confiscada por la polic¨ªa. Presume de acostarse con sus modelos y afirma que ¡°el origen del arte visual yace en la vagina". "La mujer posee cualidades f¨ªsicas superiores al hombre, f¨ªsica y mentalmente. ¡°Todos venimos de la mujer¡±, se?alaba en Arakimentari. Sin embargo, de la misma manera que en su d¨ªa fue considerado un rebelde, el fot¨®grafo retorna a la pol¨¦mica arrastrado por la marea del #MeToo, y trae a colaci¨®n el debate acerca de las relaciones de abuso de poder entre el artista y su modelo.
¡°Para la elaboraci¨®n de la exposici¨®n hemos utilizado declaraciones de cr¨ªticos, fans, colaboradores, y especialmente de las modelos que han trabajado con Araki¡±, destaca la comisaria. El autor mantiene que sus obras son un proyecto participativo y consensuado. La mayor¨ªa de las modelos refieren a su experiencia como algo satisfactorio. Una de ellas dice sentirse purificada. El verano pasado una actriz y modelo japonesa acus¨® al fot¨®grafo a trav¨¦s de Facebook de contacto sexual inapropiado durante el rodaje de un anuncio en 1990, cuando ella ten¨ªa diecinueve a?os. Renunci¨® a tomar medidas legales debido a la cantidad de recursos econ¨®micos, f¨ªsicos y mentales que hubiese requerido demandar a una figura p¨²blica. ¡°Nos pusimos en contacto con ella para ver si se sent¨ªa c¨®moda con que su experiencia formara parte de la exposici¨®n, y con que quedar¨¢ bien explicado en los textos de las paredes que su decisi¨®n de permanecer an¨®nima tambi¨¦n revela algo importante acerca de donde se sit¨²a en la actualidad en movimiento #Metoo en Jap¨®n¡±, apunta Mustard.
En abril, una vez inaugurada la muestra, otra de sus modelos, Kaori, cuestionaba a trav¨¦s de su blog, la din¨¢mica de poder entre fot¨®grafo y modelo. ¡°Me trataba como un objeto¡±, escrib¨ªa la joven, quien pos¨® para ¨¦l durante diecis¨¦is a?os. No le acusa de abuso sexual, pero s¨ª de no haber tenido nunca un contrato profesional; de ignorar sus requerimientos de privacidad durante las sesiones fotogr¨¢ficas; de no informarla acerca de la publicaci¨®n o exposici¨®n de sus retratos; y en la mayor¨ªa de los casos de no pagarla. Hasta el momento Araki se ha negado a pronunciarse. Tres de estas im¨¢genes se exhiben en la muestra: ¡°Kaori no quiere que sean censuradas¡±, destaca la comisaria¡±. ¡°Hemos contactado directamente con ella. Los textos van a ser alterados para que quede constancia de su experiencia y de sus recientes declaraciones¡±.
¡°Creo que el ¡®poder¨ªo¡¯ art¨ªstico de Araki es por lo general inseparable de su papel como celebridad, especialmente en Jap¨®n¡±, a?ade Mustard. ¡°Algo a tener en cuenta, no obstante, es que difuminar la l¨ªnea entre celebridad y artista a veces crea un medio cultural que se resiste a la cr¨ªtica¡±. Pero lo cierto es que en la historia del arte abundan personajes tan infames como valiosos como artistas. Exhibiciones como esta dan pie a plantearse que la controversia no debe centrarse en la aceptaci¨®n de una obra y su significado, sino en temas como el consentimiento y los abusos de poder a los que se puede prestar la pr¨¢ctica art¨ªstica y su producci¨®n.
The Incomplete Araki: Sex, Life and Death in the Works of Niboyushi Araki. Museum of Sex, Nueva York. Hasta el 31 de agosto.
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