Probamos la segunda generaci¨®n de juegos virtuales para PlayStation
Con el debut de 'Ready player one' en las salas, 1UP se cala el visor para ver qu¨¦ ofrece hoy realmente este nuevo medio interactivo
Vestir cualquier tipo de piel, g¨¦nero o aspecto. Participar en una carrera con King Kong y un T-Rex como principales obst¨¢culos. O escalar el Everest con Batman. Estas son solo algunas de las maravillas que Steven Spielberg plantea como posibles en el 2045 de Ready player one, el estreno de la semana y habr¨¢ que ver si del a?o. Y todo con unos visores y controladores que permiten trasladar con toda naturalidad cualquier movimiento del yo de carne y hueso que controla el yo virtual.
Esta semana, 1UP ha viajado a Londres para probar las ¨²ltimas novedades del casco de Sony, el PlayStation VR, que nos ir¨¢n llegando en los pr¨®ximos meses. Es una semana crucial porque la cinta de Spielberg pone al fin delante de la audiencia sin par que a¨²n tiene el cine (decenas de millones de personas, a pesar de ese declive en el que vive inmerso desde los a?os sesenta) de qu¨¦ va esto de la realidad virtual. Y evidentemente esto tendr¨¢ un efecto directo en el hambre del mercado por este nuevo medio que sumerge al espectador en otra dimensi¨®n con la que puede interactuar.
Pero, como bien me comentaba un compa?ero de la comunidad de realidad virtual, ?hasta qu¨¦ punto es peligroso que Spielberg maraville al planeta con un universo tan alucinante como Oasis? ?Ser¨¢ una decepci¨®n tremenda para el chaval que sale extasiado de Ready player one encontrarse con la realidad de la virtualidad?
De lo que hemos podido ver en esta muestra, est¨¢ claro que el mundo imaginado por Spielberg a¨²n est¨¢ muy lejos. Pero se vislumbra tambi¨¦n una madurez en ciertos dise?adores al enfrentarse a algo tan peliagudo como lo virtual, a entender bien c¨®mo jugar sus armas para sacarle el m¨¢ximo partido a sustituir el campo visual del usuario por otra dimensi¨®n. A continuaci¨®n, elegimos las cinco experiencias que m¨¢s destacamos de esta zambullida al otro lado.
Star child (Playful Corp)
Sobre el papel, deber¨ªa ser una de las apuestas menos interesantes. Visi¨®n en tercera persona, con lo que la capacidad de trasladar los movimientos de la cabeza del jugador no sirve de nada, campo visual limitado a lo que tenemos delante y una jugabilidad convencional, de metroidvania.
Sin embargo Star child ha sido, al menos para m¨ª, lo m¨¢s prometedor de todos los juegos vistos en esta muestra. La raz¨®n, es tremendamente inmersivo y a la vez sencillo de jugar. Con una obvia influencia de la saga de Nintendo Metroid, Star child logra sacarle todo el partido a elementos que son imposibles fuera de la realidad virtual como la escala (de objetos y criaturas) y la profundidad de campo para provocar un sentido de maravilla en el jugador.
Y el caso es que funciona a la perfecci¨®n. Es fascinante ver moverse a las peque?as criaturas que pueblan el mundo del juego entre la hierba luminiscente. Lo es tambi¨¦n sentir la amenaza de un gigantesco alien que de pronto es amedrentado por un robot a¨²n m¨¢s colosal. El final de la breve demo que jugamos, apenas cuatro minutos, consist¨ªa en subirse a la mano del robot y observar una cinem¨¢tica. A pesar de lo breve que fue la experiencia, me convenci¨® plenamente de que lo virtual puede aportar mucho valor sin necesidad de inventar un nuevo g¨¦nero. Algo tan conocido como un metroidvania le saca un partido igual o mayor que apuestas m¨¢s aventureras.
Salary man (RAS)
La realidad virtual exige un trabajo de s¨ªntesis para encontrar la sencillez. Se bombardea al jugador con tantas posibilidades (que su visi¨®n sea la c¨¢mara y su movimiento la interacci¨®n), que limitar las reglas a interacciones sencillas ayuda mucho a no perderse.
Salary Man, uno de los cuatro nuevos anuncios presentados por Sony aprovechando el evento, lleva realmente bien a la pr¨¢ctica esta filosof¨ªa. Reducido a su m¨ªnima expresi¨®n, Salary Man es una versi¨®n sui generis del Jenga, ese juego creado por Leslie Scott que consiste en intentar retirar los 54 bloques de madera que conforman una torre sin que esta se derrumbe.
Aqu¨ª los bloques en cuesti¨®n son los obst¨¢culos que permiten avanzar o bloquean el paso de una silueta masculina en negro que representa a ese empleado an¨®nimo del capitalismo, ansioso de encontrar su libertIad. En los seis puzles que pudimos jugar comprobamos que el grado de dificultad y complejidad es creciente y que hay m¨²ltiples estrategias para lograr vencer cada puzle. Aunque, eso s¨ª, hay que hacerlo contrarreloj.
Animal force (ISVR)
La tendencia est¨¢ clara. Lo que mejor funciona en VR es simplificar. Este t¨ªtulo, desarrollado por dise?adores chinos (el pa¨ªs donde est¨¢ teniendo un mayor ¨¦xito la realidad virtual), elige otro g¨¦nero ya a?ejo, el tower-defense, y lo lleva a las tres dimensiones aprovechando la inmersi¨®n volum¨¦trica de lo virtual.
El tower-defense cl¨¢sico se basa en situar una serie de torres que defienden una posesi¨®n preciada por el jugador del ataque enemigo. En este caso, se ha optado por lo m¨¢s cl¨¢sico, el ataque alien¨ªgena de arriba a abajo. Hay que impedir que los ovnis lleguen al fondo de la pantalla y se ceben con los pobres terr¨ªcolas.
Lo que marca una diferencia radical es que las trayectorias que definen las naves enemigas, dibujadas con una l¨ªnea de color para que sea posible apreciar su movimiento en el espacio, es tridimensional. Esto obliga a colocar las torres, una serie de animalillos de aspecto adorable, en una disposici¨®n tridimensional, haciendo el juego bastante m¨¢s complejo y estimulante.
Am¨¦n de este modo principal, Animal Force ofrece minijuegos multiplayer del tipo party game, es decir, entretenimientos muy sencillos para amenizar las cervezas que se compartan en pandilla.
Wipeout. Omega collection VR (EPOS Game Studios)
Si hay un g¨¦nero donde la diferencia entre ponerse el casco y verlo en la pantalla resulta abismal, ese es el de carreras. Da igual que sean de coches o, como en el caso que nos ocupa, de naves espaciales. Es mucho, pero mucho m¨¢s impresionante jugar una carrera a velocidad terminal si todo nuestro espacio visual lo domina la cabina del veh¨ªculo en el que nos encontramos.
Jugar a Wipeout en realidad virtual es fascinante y probablemente la experiencia m¨¢s cercana de todas las vistas a las maravillas a las que nos enfrenta Spielberg en Ready player one. Los circuitos enrevesados, centelleantes de ne¨®n, se despliegan con una escala que abruma. Lo mejor del caso es que la sensaci¨®n pronto se asume como nueva rutina y no cuesta nada encadenar partida tras partida.
Volver a jugar a este t¨ªtulo en una televisi¨®n convencional tras la inmersi¨®n virtual, cuesta una barbaridad. Probablemente este es el t¨ªtulo que la Realidad Virtual estaba esperando como killer-app, es decir, motivo de compra de un casco.?
Blood & truth (SIE London Studio)
Nos despedimos con la experiencia que me result¨® m¨¢s agridulce, la del primer AAA de Sony para su visor. La cara de la moneda es que Blood & truth es, en efecto, una superproducci¨®n, llena de acci¨®n, adrenalina y con un aspecto visual cercano a lo que ofrecen los juegos m¨¢s trabajados para la peque?a pantalla. La cruz, que los sistemas de control a¨²n son un quebradero de cabeza cuando se quiere lograr que un jugador ejerza m¨²ltiples acciones en un mundo 3D.
El miedo al motion sickness limita mucho la inmersi¨®n en Blood & truth. Uno espera, en una aventura de acci¨®n, libertad de movimiento. Pero en Blood & truth el juego obliga a moverse de checkpoint en checkpoint. Bien es cierto que a la hora de disparar la acci¨®n es tan natural como la de tener una pistola en la mano, con algunos detalles realmente locos como el de poder lanzar un cargador al aire y recargar el arma sin que toque el suelo. Pero esa sensaci¨®n de movimiento limitado es un lastre. De hecho, cuando mejor funciona Blood & truth es cuando se elimina por completo la posibilidad de movimiento al jugador y la interacci¨®n se limita al disparo.
Pasa justo lo contrario que con Wipeout. Omega collection o REZ. En esos dos t¨ªtulos le dir¨ªa a cualquiera que la ¨²nica manera de vivirlos como merecen es en la realidad virtual y que no hay experiencia en una pantalla que les pueda hacer justicia. Sin embargo, un t¨ªtulo como Far cry 5 ofrece una diversi¨®n mucho m¨¢s satisfactoria en el mismo g¨¦nero que Blood & truth.
Habr¨¢ que ver c¨®mo llega el t¨ªtulo final a las tiendas, aunque todo parece indicar que esta versi¨®n ya supone una aproximaci¨®n muy cercana a la definitiva. Tal vez abarcar tanto como quiere abarcar este t¨ªtulo a¨²n est¨¦ demasiado lejos de lo que puede lograrse a estas alturas en el medio virtual. Tal vez para vivir satisfactoriamente como un h¨¦roe a lo Bruce Willis en Jungla de cristal sea necesario estar mucho m¨¢s cerca de la pel¨ªcula de Spielberg.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.