Humor + dibujo + met¨¢fora = Ram¨®n G¨®mez de la Serna
Una exposici¨®n re¨²ne 100 de las greguer¨ªas que el escritor ilustr¨® en los a?os 30 para su publicaci¨®n en prensa
Junto al dibujillo a tinta de dos tipos elegantes que tiran cada uno de las cuerdas de una bolsa para cerrarla, se dice: "Cuando leemos lo de cierre de la Bolsa nos imaginamos a dos se?ores con sombrero de copa que tiran de los cordones de una bolsa y estrangulan su cierre". Ese chispazo de met¨¢fora y humor en una frase, acompa?ada en ocasiones de un dibujo, fue la gran invenci¨®n literaria del escritor Ram¨®n G¨®mez de la Serna (Madrid, 1888-Buenos Aires, 1963), las greguer¨ªas. Prol¨ªfico, polifac¨¦tico, excesivo¡ el Museo ABC, en Madrid, expone, hasta el 17 de junio, 100 greguer¨ªas ilustradas que el autor de Automoribundia (1948) public¨® en la revista Blanco y Negro entre julio de 1930 y julio de 1935. La muestra est¨¢ acompa?ada de un delicado cat¨¢logo de casi 500 p¨¢ginas que documenta las 314 que atesora el centro.
La comisaria de la exposici¨®n y directora del museo, Inmaculada Corcho, se?ala que "las greguer¨ªas salpican toda la producci¨®n de G¨®mez de la Serna, las incluye en ensayos, art¨ªculos, novelas, pero al publicarse en este caso en una revista escribi¨® textos m¨¢s largos, para explicar mejor el dibujo a los lectores". Estos sencillos trazos se publicaron a doble p¨¢gina y en grupos de seis u ocho, sin periodicidad fija. En ellos se refleja la "genial f¨®rmula que encontr¨® G¨®mez de la Serna para lanzar pensamientos de forma original", a?ade. "Son apuntes chispeantes, un ejercicio conceptual asentado en la risa". En palabras del propio autor, eran una combinaci¨®n de "humorismo m¨¢s met¨¢fora" que recogen "lo que gritan los seres confusamente desde su inconsciencia, lo que gritan las cosas".
Corcho explica que, normalmente, el proceso de creaci¨®n de Ram¨®n ¡ªas¨ª le gustaba que le llamasen¡ª principiaba con el texto. "El ilustrador de estos dibujos no iba a ser ¨¦l, pero le coment¨® al editor que si ten¨ªa que explicar al dibujante lo que ¨¦l quer¨ªa transmitir, siempre se quedar¨ªa algo por el camino". As¨ª que la tambi¨¦n alma de la tertulia del madrile?o Caf¨¦ de Pombo cogi¨® la pluma para dibujar sus pensamientos, pero no como unos meros motivos decorativos, sino como complemento para entender toda la iron¨ªa y absurdo de los breves textos. En su trazo no hay gran belleza ni detalle, el propio Ram¨®n lo llama "dibujo de escritor, no dibujo de dibujante", pero cumplen su fin: ayudar a comprender su mensaje a unos lectores que no ten¨ªan por qu¨¦ estar familiarizados con su humor.
Entre las greguer¨ªas ilustradas expuestas, siempre amables y elegantes, las hay surgidas de sus impresiones en sus viajes de esos a?os a Par¨ªs y Berl¨ªn. Un ejemplo de ese genio es la "diferencia gr¨¢fica entre Alemania y Espa?a", expresada con una ristra de salchichas y debajo una de churros, que el escritor califica de "salchichas flacas y falsificadas". G¨®mez de la Serna tambi¨¦n empez¨® a pisar suelo argentino y de Buenos Aires har¨ªa su residencia definitiva tras abandonar Espa?a en los inicios de la Guerra Civil.
Es inevitable pensar cu¨¢ntas greguer¨ªas habr¨ªan salido hoy de la imaginaci¨®n de G¨®mez de la Serna en tiempos de los 280 caracteres de Twitter y otras redes sociales. "Las tortugas del zoo son como grandes piedras de boca de alcantarilla que se hubiese hinchado" (93 caracteres). Sin embargo, su genio iba m¨¢s all¨¢, autor de un centenar de obras, entre novela, teatro, cuentos, mon¨®logos radiof¨®nicos¡ fue el gran introductor de la vanguardia literaria en Espa?a. Su obra fue tambi¨¦n crear su propio personaje, el de ese hombre mofletudo, casi siempre con pajarita y fumador en pipa, que daba una conferencia sobre jazz con la cara y las manos pintadas de negro, o presentaba su libro El circo subido en un trapecio, como atestiguan las fotograf¨ªas que acompa?an la exposici¨®n. Vistas hoy, las greguer¨ªas ilustradas de G¨®mez de la Serna invitan a una sonrisa, por su humor na¨ªf y delicadeza, como el dibujo de la salsera que acoge en su interior a una peque?a con un texto que reza: "En la salsera se recuesta la mayonesa y la vinagreta, como ni?a a la que mecen en su dulce cuna".
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