El congreso m¨¢s aburrido del mundo
Todo sobre estornudos, prestaciones de un teclado, guisar en una tetera: Londres inicia su convenci¨®n insulsa
Los diversos sonidos que hacen las m¨¢quinas de vending. Los estornudos, contados por alguien que ha documentado todos los suyos desde 2007. La biblioteca personal de Eric Clapton. Las prestaciones ocultas del teclado Yamaha PSR-175. C¨®mo guisar pescado con una tetera y una plancha plegable, y otros platos de cocina creativa que se pueden hacer con el equipamiento b¨¢sico que suele encontrarse en una habitaci¨®n de hotel. Todo esto, y muchos pe?azos m¨¢s, es lo que ofrece la Convenci¨®n Aburrida. ¡°Una celebraci¨®n de lo mundano, lo ordinario, lo obvio y lo que se pasa por alto¡±, como se define en su aburrida web, que celebra este s¨¢bado su octava edici¨®n en un c¨¦ntrico sal¨®n de conferencias de Londres. La organizaci¨®n garantiza al p¨²blico que aprender¨¢ algo. Otra cosa es que le interese lo m¨¢s m¨ªnimo aprenderlo.
La idea, explica su creador, James Ward, es que ¡°cualquier tema aburrido puede resultar apasionante si se cuenta con energ¨ªa y entusiasmo¡±. O no. Pero los buenos discursos aburridos, asegura, ¡°revelan algo m¨¢s grande que el tema en s¨ª, descubren otra forma de mirar al tema o, incluso, al mundo¡±.
Ward se muestra especialmente impaciente por escuchar, en la edici¨®n de este s¨¢bado, la ponencia de una investigadora de fen¨®menos paranormales, que explicar¨¢ por qu¨¦ muchas de las personas que creen ver fantasmas en las grabaciones de c¨¢maras de seguridad lo que ven, en realidad, son insectos. Tambi¨¦n destaca una ponencia sobre el cine de informaci¨®n p¨²blica dan¨¦s de mediados del siglo XX. ¡°El cine de informaci¨®n p¨²blica constituir¨ªa un buen tema en s¨ª mismo¡±, explica Ward. ¡°Pero si le a?ades de mediados del siglo XX y dan¨¦s, es todav¨ªa m¨¢s prometedor. Con cada capa extra el foco es m¨¢s intenso. Y cuando enfocas tanto un tema explota una cosa totalmente nueva¡±, ilustra Ward.
Resulta que la cosa es todo un ¨¦xito. Un a?o m¨¢s, han colgado el cartel de ¡°no hay entradas¡±. Se han expandido y ahora organizan tambi¨¦n una serie de conferencias aburridas en la Biblioteca Brit¨¢nica. Est¨¢n trabajando en un libro con algunas de las mejores ponencias. Y han creado con ellas una serie de podcasts para la BBC. El primero de ellos era un pormenorizado an¨¢lisis de Gu¨ªa del autoestopista gal¨¢ctico, de Douglas Adams, para determinar la fecha exacta en que termina el mundo seg¨²n la novela.
El ¨¦xito, admite Ward, no le ha hecho rico. ¡°Digamos que no hay muchas marcas haciendo cola para patrocinarnos. Aburrido no es una palabra a la que las marcas comerciales, por lo general, deseen asociarse¡±, lamenta.
Todo empez¨® un d¨ªa de 2010, cuando el organizador de una cosa llamada Convenci¨®n Interesante repentinamente anunci¨® en Twitter que cancelaba su evento porque estaba muy ocupado. Ward, que ya ten¨ªa un blog sobre cosas aburridas, respondi¨® en broma que organizar¨ªa una convenci¨®n aburrida. ¡°La gente me empez¨® a contactar y aqu¨ª estoy, ocho a?os despu¨¦s, hablando con usted¡±, explica. ¡°Hay una lecci¨®n clara que extraer de todo esto: cuidado con lo que dices en las redes sociales¡±.
Ward estudi¨® arquitectura y es un profesional del marketing y las relaciones p¨²blicas. Por supuesto, tambi¨¦n tiene su propia filia aburrida. Desarroll¨® una pasi¨®n por el material de oficina y es autor del libro Las aventuras de la papeler¨ªa: un viaje a trav¨¦s de su plumier. Posee, en su casa de Brixton, una grapadora por cada d¨¦cada del siglo XX. ¡°Hay un sentido de nostalgia en la papeler¨ªa¡±, explica. ¡°Y las tiendas tienen un enorme potencial. Ese cuaderno donde escribir¨¢s tu novela. Ese subrayador con el que aprobar¨¢s el examen. Estos objetos pueden cambiar tu vida y, al mismo tiempo, son herramientas perfectas para la procrastinaci¨®n. Puedes pasar horas eligiendo cuaderno, y no has escrito nada pero te sientes realizado. Son maravillosas mentiras a uno mismo¡±.
Reconoce Ward que, al principio, no le resultaba f¨¢cil aproximarse a los potenciales ponentes. ¡°Ten¨ªa que escribir los emails con cuidado. No les pod¨ªa simplemente decir que era el organizador de la Convenci¨®n Aburrida y que cre¨ªa que ser¨ªan los ponentes perfectos¡±, explica. Ahora, sin embargo, son los propios ponentes los que le buscan a ¨¦l, deseosos de soltar su rollo en p¨²blico.
Las elucubraciones sobre las razones del ¨¦xito de la Convenci¨®n Aburrida podr¨ªan dar para una interesante ponencia aburrida. Puede que el picoteo de titulares en que se ha convertido el consumo de informaci¨®n en la era digital haya creado un nicho de demanda en sentido contrario: gente necesitada de profundizar en cualquier cosa, aunque sea la m¨¢s banal, hasta sus detalles m¨¢s ¨ªnfimos.
Ward apunta otro posible motivo de fondo: ¡°Creo que tiene que ver con todo lo que estamos viviendo en estos a?os: Trump, el Brexit¡ Todas esas grandes historias generan en la gente la necesidad de distraerse de ellas. Les ofrecemos un d¨ªa en que no se va a hablar de nada importante. Un d¨ªa de desconexi¨®n. Les damos permiso para no pensar en nada de eso durante unas horas, y la gente lo necesita m¨¢s que nunca¡±.
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